La lotería más famosa del ciclismo español no tiene como premio dinero, ni material ciclista. El premio de este sorteo es el derecho a pagar 70 euros para sufrir 200 kilómetros pedaleando por los Pirineos. Y a los ciclistas aficionados les encanta: más de 13.000 personas han participado este año en el concurso para conseguir plaza en la Quebrantahuesos, una de las pruebas cicloturistas más populares del país. El sorteo, celebrado el 15 de enero, ha hecho que "quebrantahuesos" se cuele entre las tendencias del día en Google.
Interés de búsquedas de "Quebrantahuesos" en Google durante la última semana. La hora del pico (12:00 a 13:00 del 15 de enero) corresponde a la hora a la que se celebra el sorteo.
La Quebrantahuesos, que este año celebra su XXVIII edición, tiene lugar en junio –la salida se realiza en Sabiñánigo, Huesca–, pero su liturgia comienza ocho meses antes. En noviembre se abren las inscripciones al sorteo, que se realiza desde 2010 debido a la masiva afluencia de participantes. "Llegó un momento en el que tuvimos que hacer un sorteo y facilitar el pago por internet, ya que vimos que era una temeridad recoger el dinero el mismo día y llevarlo en bolsas al banco como hacíamos los primeros años", contaba a ElDiario Roberto Iglesias, vicepresidente de la Peña Ciclista Edelweiss, que organiza la prueba desde sus inicios.
Este sorteo se ha convertido en un evento en sí mismo que siguen muchos de los aficionados de la prueba. Este año, al tiempo que se celebraba en la sede del Consejo Superior de Deportes, la organización lo retransmitió a través de su página web y su Facebook. Desde red social lo siguieron cerca de 5.000 personas.
En esta lotería se reparten 7.500 plazas, pero solo se saca un número. Logran plaza ese boleto y los 7.499 siguientes y, en caso de que no haya 7.499 números más, se comienzan a asignar números desde el inicio. Es lo que ha ocurrido este año: la papeleta extraída ha sido la 9.352, por lo que han logrado derecho a inscripción los que tuvieran un número entre el 9.352 y el 13.317 y también del 1 al 3.534. No es un sorteo totalmente justo: al igual que ocurre con los sorteos por letra, los números bajos tienen más opciones de ser premiados.
Los sorteos para participar en pruebas deportivas populares no son muy frecuentes, y solo son necesarios en competiciones con gran afluencia y número de plazas limitado. En España, algunas más que lo realizan son la travesía a nado Tabarca - Santa Pola, las carreras de montaña Zegama-Aizkorri, el Gran Trail Peñalara o los 101 Kilómetros de Ronda, que también tienen edición ciclista. "Este año he tenido suerte y también he conseguido plaza para Ronda", cuenta a Verne Álvaro Soriano, uno de los aficionados que ha logrado inscripción en la Quebrantahuesos.
El número 1474 es el que le ha valido a Soriano una de las plazas. Era la segunda vez que lo intentaba. "No lo conseguí 2017 y este año, en cuanto abrieron el sorteo en noviembre, me volví a apuntar", cuenta este aficionado de Liétor, Albacete. No ha sido una de las miles de personas que googleó quebrantahuesos durante el sorteo para ver si estaba entre los afortunados, pero sus amigos estuvieron rápidos: "Tenemos un grupo de WhatsApp para organizar salidas en bici, y pusieron cuál había sido el número de corte", cuenta. "No recordaba ni cuál llevaba yo, lo comprobé y vi que esta vez sí había tenido suerte".
El número de participantes de la Quebrantahuesos no se limita solo a los agraciados en el sorteo. La organización reserva 1.000 dorsales que reparte entre participantes que cumplen algunos requisitos especiales. Uno de ellos es tener muy mala suerte: los concursantes que no hayan logrado plaza en los últimos tres sorteos pueden inscribirse sin necesidad de volver a participar, y también los que participaran en la edición anterior y no pudieran acabar la carrera por haber sufrido un accidente.
Otro de las formas de acceder a la prueba sin sorteo es la veteranía: los ciclistas que hayan participado en más de 15 de las 28 ediciones tampoco tienen necesidad de participar en la lotería.
Si no tienes la veteranía necesaria, ni la suerte de Álvaro Soriano, ni la mala suerte de los no agraciados en tres sorteos consecutivos, los ciclistas pueden consolarse apuntándose a la hermana pequeña de la Quebrantahuesos (la Treparriscos, de 85 km) o cumplir otro requisito para hacerse con una plaza: estar dispuestos a pagar más que el resto. Durante las últimas ediciones, la organización ofrece paquetes que incluyen servicios extra (como planes de entrenamiento o alojamiento incluido) que aseguran la inscripción. El más barato cuesta 240 euros.