Hace 25 años los mexicanos vivieron un cambio económico importante, al entrar en vigor el decreto que creaba una nueva unidad económica conocida como nuevos pesos. Se eliminaron tres ceros de la moneda, de modo que 1.000 pesos equivalían a un peso con la nueva denominación.
Para ayudar a que las personas hicieran la nueva conversión, el Banco de México emprendió una campaña en medios de comunicación. Varios videos que compilan los anuncios que se transmitieron esos años han sido retomados por varias páginas en redes sociales. Una versión en Facebook ha sido compartida más de 92.000 veces y acumula 1,6 millones de reproducciones desde su publicación.
Con ayuda de especialistas en ciencia económica, hemos elaborado una lista con algunos de los cambios más importantes para la economía mexicana y las finanzas de los habitantes desde hace 25 años.
1. La inflación ya no se dispara
Jonathan Heath, analista económico independiente, dice a Verne que retirar ceros a una moneda es común cuando los países pasan por periodos prolongados de inflación alta. “Desde 1973 y hasta principios de los años noventa la inflación en México fue de tres dígitos”, dice vía telefónica. Datos de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef) del ITAM indican que en el sexenio de José López Portillo (de 1976 a 1982) la inflación acumulada fue de 459%, mientras que en el periodo de Miguel de la Madrid (de 1982 a 1988) la inflación acumulada fue de 3.710%.
Aunque la inflación en 2017 fue la más elevada en los últimos 17 años, los precios no se han disparado como sucedía antes del cambio a nuevos pesos, dice a Verne Jorge Sánchez Tello, director del programa de investigación aplicada de Fundef. “Muchas personas, sobre todo las más jóvenes, aseguran que vivimos una situación económica complicada, pero no hemos visto las subidas de precio que se vivían en los ochenta y a mediados de los noventa”, dice vía telefónica.
2. El Banco de México tiene autonomía
En abril de 1994, el banco central mexicano fue otorgado de autonomía, lo que implica que ninguna autoridad pueda exigirle la concesión de crédito. “La flexibilidad y la autonomía del Banco de México han permitido que no haya brotes inflacionarios tan altos”, destaca Heath.
Para Sánchez Tello, que el banco central sea autónomo lo libera de decisiones políticas. “Los políticos o gobernantes no pueden, por decirlo así, meter la mano en el dinero de México y eso da mucho más seguridad”, dice el economista.
3. El régimen del tipo de cambio es libre
Desde 1994, el tipo de cambio del peso mexicano respecto al dólar estadounidense ya no lo determina la autoridad, sino que se estableció un régimen de libre flotación. “El tipo de cambio se determina libremente en el mercado sin la intervención de las autoridades”, dice el Banco de México en documento Regímenes Cambiarios en México a partir de 1954.
Este cambio en el régimen ha provocado que el tipo de cambio haya visto un importante apreciación en los últimos años. Sin embargo, este aumento no está vinculado al incremento de precios en el país, señalan ambos economistas.
4. Existe mayor oferta comercial
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte que entró en vigor en 1994 provocó que el intercambio de bienes y servicios con Estados Unidos y Canadá se incrementara y con ello hubiera más oferta para los consumidores en México. “En esas épocas los artículos electrónicos eran mucho más caros porque se exportaban, al igual que otro tipo de servicios como la telefonía”, dice Sánchez Tello.
Desde que entró en vigor este acuerdo, industrias como la automotriz y agrícola han vivido un importante cambio en donde existe mayor oferta. Este acuerdo se encuentra en proceso de renegociación luego de que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos.