En 2017 murieron más de 3.000 personas ahogadas en el mar Mediterráneo, personas que intentaban llegar a Europa en pateras y cayucos. La ONG Proactiva Open Arms intenta reducir ese número cada día con todos sus medios disponibles. El 21 de abril rescataron a 500 personas que realizaban una travesía que para muchos termina en tragedia. El vídeo que abre este artículo, difundido por la ONG en sus redes sociales, muestra a algunos de los rescatados.
La escena muestra a varias mujeres de varias nacionalidades subsaharianas que habían partido de Libia. En sus rostros se aprecia que están cansadas. Cantan una canción. Cuesta entender la letra por las palabras que pronuncia la mujer más cercana a la cámara: "Gracias por mi vida", dice en inglés. El vídeo también ha sido difundido por otros muchos usuarios de Twitter, como la cuenta oficial de Podemos o del periodista Jordi Évole, que en 2016 realizó un documental sobre la labor de esta ONG. El vídeo del periodista es ligeramente más largo que el difundido por Open Arms.
"¡Están vivas! Este es el Mediterráneo hoy. Nos emociona como la primera vez que llegamos aquí. Más de 500 personas rescatadas en unas horas", dice Open Arms en sus redes sociales. "¿Cuántas habrán perdido la vida mientras apenas había ojos humanitarios en el mar?", añaden. 400 de estas personas iban en una barca de madera y otras 100 en una lancha de goma. Fueron rescatas a en medio del mar, a 50 kilómetros de la costa de Libia.
Una portavoz de Open Armas, Laura Lanuza, asegura a Verne por teléfono que este tipo de reacciones son habituales, especialmente cuando las rescatadas son mujeres: "Es una reacción instintiva, una explosión de alegría. Dan gracias por estar vivas. Son canciones populares". En este vídeo de la ONG se puede ver a otras mujeres cantando durante otro rescate.
El fundador de Open Arms, Óscar Camps, asegura -en declaraciones a La Sexta- que recibieron un aviso de la guardia costera italiana el 21 de abril por la mañana: "Nos ponen en conocimiento de que hay muchas embarcaciones a la deriva". En el rescate también participó la ONG francesa SOS Mediterranée. Llegarán a puerto el lunes 22 de abril, previsiblemente a Sicilia.
Open Armas ha difundido una imagen en Twitter en la que dan más detalles sobre el rescate: "Así las hemos encontrado: Aterrorizadas, convencidas de que iban a morir en el mar, personas que se han jugado la vida huyendo del más absoluto infierno, de las torturas y las vejaciones, de la esclavitud. Menos mal que llegamos a tiempo".
Este tuit de Médicos sin fronteras recoge algunas imágenes de otro rescate efectuado el mismo día.
El Aquarius ha rescatado dos barcos a la deriva hoy, uno en cooperación con Open Armas. Con 290 personas a salvo por estos dos rescates, vamos de camino para trasladar a más supervivientes de un rescate italiano anterior. Fotos: Anthony Jean
En el rescate de estas personas participaron dos barcos de Open Arms, el Aquarius y el Astral. Es la primera misión del segundo barco desde que fue liberado por la fiscalía de Catania. La justicia italiana había inmovilizado el Astral en el puerto de Pozzallo bajo la acusación de tráfico ilegal de personas y asociación delictiva por haber socorrido el 15 de marzo a 218 personas en aguas internacionales y negarse a entregarlos a los guardacostas libios. El barco fue liberado el 16 de abril.
Open Arms asegura haber salvado a 59.000 personas en los dos años de vida de la ONG, la única española que se dedica a este tipo de misiones en el Mediterráneo. Cada vez tienen menos trabajo, pero esto no se debe a que haya mejorado la situación de los migrantes, un panorama que analiza EL PAÍS junto a otros cinco diarios europeos en el especial Las nuevas rutas migratorias en Europa.
En el reportaje dedicado al Mediterráneo se explica que "la estrategia europea para limitar la llegada de inmigrantes ha reducido el flujo un 70% a costa de trasladar el problema a los países con menos recursos para hacerle frente; para ello -Europa- ha empleado diferentes medios: interrumpir las misiones humanitarias de rescate en el Mediterráneo, ofrecer ayuda a los países norteafricanos que se comprometan a contener ellos mismos el flujo de personas, financiar a Naciones Unidas para que repatrie a los emigrantes encallados en Libia, y reforzar la guardia costera de este último país".
En febrero, hablamos con Sergio Covelo, un asturiano de 22 años que ha salvado a personas en el Mediterráneo con Open Arms: “Con la crisis de los refugiados hemos pasado de la pena al hartazgo. Pero siguen llegando y siguen muriendo. Cerrar los ojos a que una persona pague 3.000 euros a una embarcación que no sabe si va a llegar es de una injusticia que no se puede ignorar”.