Una declaración del actor mexicano Eugenio Derbez lo ha colocado en el centro de las críticas en redes sociales. Debido al estreno de su más reciente película Hombre al agua, el actor ha otorgado entrevistas a varios medios de comunicación nacionales y extranjeros.
En una platica con Adela Micha para El Financiero Bloomberg, el mexicano soltó una frase que generó varios comentarios negativos. “Les hablas a los jóvenes y les dices ‘oye, necesito que me trabajes mis redes sociales, tú te ves chavo y le sabes a las cosas’ (y te contestan) ‘sí, claro, ¿cuánto me van a pagar?’ Y no lo puedo creer. Me enoja”, dijo Derbez. De inmediato, la entrevistadora se ríe y comenta “es increíble, voy a trabajar con Eugenio Derbez, pues aunque no me pagues”.
El fragmento de 30 segundos con esta frase ha sido retomado por varias páginas de Facebook y medios de comunicación desde su transmisión el pasado 9 de mayo. Una versión se ha reproducido más de 100.000 veces tras las primeras 24 horas de su publicación.
Al respecto, Eugenio Derbez ha aclarado sus declaraciones en varios medios de comunicación. En una entrevista con W Radio explica que la frase fue sacada de su contexto original. “La entrevista dura una hora si quieren escucharla, pero si no, háganlo del minuto 32:50 al 36:00”, señala. “Hablamos del dinero y de los presupuestos y le digo a Adela que yo nunca pienso en el dinero cuando trabajo, como una estrategia”.
En Twitter, hubo varias reacciones de desconento por las declaraciones del actor.
La precariedad laboral de los jóvenes mexicanos
La situación laboral de los jóvenes en México se genera, en muchos casos, en condiciones de precariedad y abuso. Jóvenes consultados por Verne indican que tienen que pasar mucho tiempo laborando sin cobrar bajo el argumento de que adquieren experiencia.
“Trabajé como becaria cuando egresé y estaba muy contenta porque pensé que era una gran oportunidad. Al principio me pedían poco y con el tiempo fue más y más hasta que pasaba doce horas en la oficina”, cuenta a Verne Nancy Rodríguez, comunicóloga de la UNAM vía mensajes de texto. “Me daban dinero solo para mis pasajes, ni más ni menos. Que no se me ocurriera tomar un taxi porque no me alcanzaba”, dice la joven, quien trabajó un año con subsidio únicamente para transporte.
Edgar Suárez, responsable de la Oficina de Egresados y Bolsa de Trabajo de la Universidad Autónoma Metropolitana cuenta a Verne que alrededor de 30% de las solicitudes de vacantes que se envían a este despacho, no incluye ningún tipo de remuneración económica. “Se piden bajo el esquema de becarios, prácticas profesionales o trainees y cuando se solicita algún estímulo económico, ellos argumentan que no se les dará porque se les va a capacitar”, cuenta vía telefónica.
Suárez detalla que esta situación es mucho más recurrente para alumnos y egresados de carreras de ciencias sociales. Martín Avilés, quien también estudió comunicación, cuenta a Verne que empezó trabajando en un diario ya desaparecido por 5.000 pesos al mes. “Busqué colaborar en otros lados y ¡oh sorpresa!, nadie paga colaboraciones a alguien que apenas empieza”, dice vía mensajes de texto.
Los recién egresados tienen un panorama difícil en sus primeros empleos. Según Suárez, el promedio de salario para alguien que acaba de titularse es de 4.000 a 5.000 pesos (entre 205 y 232 dólares mensuales). “Las empresas piden competencias muy altas como manejo de software especializado”, detalla.
Ana Luisa Díez cuenta que llegó a trabajar como asistente de casting para películas por un sueldo de 1.500 a la semana (unos 77 dólares) trabajando hasta la madrugada. “Yo estaba joven y sedienta de aprender. Eso de vivir en ambiente de película te nubla el juicio y te vas por la experiencia. Al final aprendes lo que vale la pena y que tu trabajo cuesta”, reflexiona.