"Yo no soy nadie para dar consejos", advierte a Verne Antón Álvarez Alfaro (Madrid, 1990) minutos antes de dar una masterclass sobre construir y destruir un ídolo. Él ha creado uno, C. Tangana, icono de la música urbana y personaje artístico inspirado en sí mismo del que le cuesta disociarse. "Muchos piensan que solo soy un gilipollas haciéndose el chulo", lamenta. Durante un par de horas de una tarde de viernes, ha compartido sus experiencias personales, que no consejos, en el Design Fest organizado por la sede madrileña del Instituto Europeo de Diseño (IED).
Tras diez años de carrera, reina en Spotify con Ídolo, el que es su "primer disco de verdad" y que edita con la multinacional Sony.
Estas son algunas de las ideas que pueden servir si cualquiera que esté comenzando su carrera profesional.
La importancia de demostrar tu esfuerzo
En su perfil de Instagram como C. Tangana, Antón Álvarez muestra en uno de sus stories fijados el que ha sido su estudio de grabación hasta hace principios de 2018. Era una habitación de 4,5 x 1,5 metros al lado del baño, en un piso del barrio de Quintana de Madrid -pegado al de San Blas-, en la que apenas había un par de herramientas muy rudimentarias. Dice que el primer estudio que se montó estaba en el sótano de una tienda de regalos de la madre de un amigo en Marqués de Vadillo, en el margen exterior de la M-30.
"Mi personaje artístico valora mucho el triunfo. Pero yo no nací habiendo ganado. Ahora empiezo a ganar. Y no me refiero a enriquecerme, sino a cumplir objetivos. A nadie le gusta que otro gane porque sí. Si lo hace después de años de esfuerzo, se percibe de otro modo", comenta el músico.
Instagram Stories de C. Tangana
Ser creativo no cuesta dinero; construirse una imagen personal, sí
"Mala mujer, mi mayor éxito hasta la fecha, está grabado en casa, sin un ordenador ni un micrófono especialmente buenos. Me salió muy barato. En lo que sí que he tenido que invertir dinero y recursos es en la estética en torno a mi personaje. En especial en los vídeos".
"A los raperos Natos y Waor, que me flipan, nunca los van a llamar para salir en ICON o colaborar con Red Bull, porque no se centran en el uso de su imagen. Esto es como los trabajos del colegio, que la presentación ya te valía dos puntos".
Si tienes conocimientos, puedes acceder a los recursos
"Pasé más de un año negociando con las multinacionales, hasta que logré por contrato que una de ellas me dejara tomar ciertas decisiones creativas. Las empresas de este tipo te tratan como si fueras tonto. Por eso necesitas contar con tus propias armas, para que nadie te estafe. Tener conocimientos es la clave para tu libertad. Así no tienes por qué renunciar a los recursos ni a la proyección profesional que te ofrece una gran empresa. No rechaces esa ayuda. A mí me gusta que me llamen vendido".
Rodéate de los tuyos
"Alguien me dijo que el trap consiste en coger a los colegas con los que bebes y llevártelos contigo al escenario y a las portadas de revistas. Ellos te hacen ser quien eres. Si no hubiera conocido a alguno de esos colegas, no escucharía la música que escucho; y si no hubiera conocido a Marta Echaves [comisaria artística y amiga de la infancia], la portada de mi disco Ídolo no sería la que es. Prefiero alguien con buena actitud que alguien que solo tiene talento. Aunque si te llevas contigo a un colega, mejor que sepa hacer bien algo. Y si no sabe, que aprenda".
"Sin toda la gente que tengo detrás, me levantaría por la mañana sin saber hacer nada. Sería como un niño pequeño. Hay que saber aceptar cuando un colaborador sabe más que tú, aunque tú seas el líder del proyecto. Si por mí fuera, saldría en los vídeos saltando encima de los coches, pero siempre hay alguien cercano que me dice que eso es una horterada".
Aprende a lidiar con el destino
"Uno de los significados de la palabra serendipia hace referencia a la habilidad de gestionar el destino a tu favor. La portada de Ávida Dollars [anagrama despectivo con el que André Bretón se refería a Dalí] fue un accidente. Yo tenía la idea de salir como un ídolo, con un bigote a lo Dalí o como si fuera Kim Kardashian. Pero en una de las fotos me pillaron con gesto de lunes y, al final, elegimos esa imagen, la opción más cínica y menos obvia".
Portada a lo Kardashian de Ávida Dollars
No tengas miedo de la apropiación
"La cultura del rapero de la que vengo es la cultura del sample: se elegían un par de trozos de otros temas, se unían y se cantaba encima. Si no se esconde, si se hace referencia explícita a otras creaciones, no hay ningún problema. Nuestra generación se nutre de fuentes muy diversas. Hay que tomar ideas de todos lados. Grimes, una cantante a la que he visto en directo en el Primavera Sound y en el BBK, procede de un ambiente académico y ha sabido tomar esos elementos para hacer con ellos espectáculos flipantes".
Que tu nombre valga más que tus propias ideas
"Yo me considero artista, aunque otros no lo vean así porque mis creaciones se comparten en la radio para todo el mundo. Pero sobrevivir siendo artista me ha llevado a convertirme en empresario, publicista y mentiroso. Yo, como Antón Álvarez, soy un vendehumos desde hace tiempo. Mi profesión es vender castillos en el aire".
"Antes trabajaba para otros y aspiraba a que un jefe me diera una palmadita en la espalda. Una vez que entiendes que vas a trabajar para gente con traje que no tiene ni idea de si algo es bueno o malo, que solo sabe si tu anterior proyecto hizo ruido, decides centrarte en crearte un nombre. Cuando tienes un nombre, pueden venir de Movistar a encargarte algo, les entregas una mierda y se quedan tan contentos".
Próximo objetivo: Destruir al ídolo
No es casualidad que C.Tangana no aparezca en la portada de su disco y lo haga en su lugar una figura concebida por el artista Carlos Fernández. "Quería decir: Yo no soy tu ídolo", explica el músico a un grupo de estudiantes del IED.
Un trasunto del becerro de oro, que aparece en la Biblia como símbolo de la admiración desmedida, sirve en esta imagen como declaración de intenciones. En algunos de sus conciertos, Antón Álvarez ha intentado romper ese halo en torno a C. Tangana y explicar a sus seguidores que se trata solo de un personaje desde el que hacer crítica y autocrítica.
"Me he dado cuenta de que me subo aquí arriba con unas luces muy grandes y nadie me escucha", dice durante uno de sus conciertos en la sala La Riviera de Madrid.
"Me pongo a gritar ¿Quién cojones te crees que eres, C. Tangana? y ni por esas logro romper con esa imagen. Aunque me acercara a alguien del público y lo insultara, seguiría jaleándome. Me dan ganas de decir No me hagas fotos, escucha lo que digo", comenta en la sede del IED.