"Pásame el color carne".
Puede que hayas dicho muchas veces esta frase al reclamar una cera o un lapicero cuando eras pequeño. Seguro que, sin mala intención, te referías a ese tono caucásico con el que colorear a ciertas personas de tu dibujo. Pero el color carne no es solo pálido, también es marrón, negro y todos los tonos intermedios entre todos ellos. Por ello, todos estos lapiceros son color carne.
El anterior tuit, publicado el 29 de mayo, ha sido compartido más de 6.000 veces en poco más de diez días. Ese mismo día, se produjo un incremento "impresionante" en las ventas de estos lapiceros. Nos lo dice por teléfono Maribel Tabuenca, responsable de la empresa que comercializa los lapiceros con todos los colores carne: "No entendía nada. No sabía a qué se debía ese acelerón". Gracias a las redes sociales, desde el 29 de mayo dice haber vendido 2.000 unidades, diez veces más de lo habitual.
Al menos otras dos fotos de los lapiceros han sido muy compartidas en redes sociales en los últimos días: 18.000 veces un post de Facebook del 2 de junio y otras 10.000 una publicación de tres días después.
Esta caja de lapiceros nació en 2016 gracias a un crowfunding: "Conseguimos vender bastante. Estuvo muy bien, pero lo de estos días es otra cosa". Se pueden comprar en la página web de su empresa, Ubuntuland.
"Mi objetivo es visibilizar la diversidad. Quiero sensibilizar contra el racismo", comenta Tabuenca.
Ya existen pinturas para niños parecidas, pero no son muy conocidas en España. La empresa Crayola distribuye sus "ceras multiculturales" desde hace años.