Un poema para los que se preguntan quién pone a sus hijos en una patera

“Nadie deja su hogar salvo que su hogar sea la boca de un tiburón”

La poeta Warsan Shire fotografiada en un festival de poesía de Berlín

“Tienes que entenderlo, nadie pone a su hijo en un barco salvo que el agua sea más segura que la tierra”. Estos versos de la poeta anglo-somalí Warsan Shire se encuentran en el cierre de la crónica que publica EL PAÍS desde el barco Aquarius, tras el rescate de más 600 migrantes en el Mediterráneo durante este fin de semana.

Ni Italia ni Malta han autorizado el desembarco de estas personas. En el barco de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée hay "123 menores no acompañados y siete embarazadas", según relata la periodista Naiara Galarraga Cortázar, que está a bordo del Aquarius, acompañada del fotógrafo Óscar Corral.

Los versos pertenecen a Home ("Hogar"), un poema se ha convertido en uno de los lemas en las reivindicaciones sobre la situación de los refugiados. Estas líneas se han visto en pancartas de manifestaciones y en tuits desde 2015. También los dos que arrancan el poema: “No one leaves home unless / home is the mouth of a shark” (“nadie deja su hogar salvo que su hogar sea la boca de un tiburón”). Según recoge Quartz, el poema se ha visto en manifestaciones de Seattle, Washington y Jerusalén.

“Nadie pone a su hijo en un barco salvo que el agua sea más segura que tierra”, de la poeta Somalí Warsan Shire. #WestLakePark #Seattle

(Foto de una manifestación en Washington)

También leía un fragmento en 2015 el actor Benedict Cumberbatch (Sherlock Holmes) en una campaña de Save The Children para recaudar fondos para ayudar a los refugiados, y lo citaba The New York Times en un editorial sobre esta misma crisis.

Amnistía Internacional grabó en 2016 un vídeo adaptando el poema al español y poniéndolo en las voces de alumnos de un instituto de Burgos.

Beyoncé también lee sus versos

Warsan Shire nació en Kenia en 1988, hija de padres somalíes, pero se crió en Londres. Ya había escrito una primera versión de este poema sobre la experiencia de los refugiados, Conversations About Home (“Conversaciones sobre el hogar”), incluido en su primer libro, Teaching My Mother How To Give Birth (“Enseñando a mi madre a dar a luz”). Según recoge The Guardian, lo compuso después de pasar un tiempo con refugiados africanos en la abandonada embajada de Somalia en Roma. Ya incluía la frase del tiburón.

No one leaves home unless home is the mouth of a shark. I’ve been carrying the old anthem in my mouth for so long that there’s no space for another song, another tongue or another language.

Nadie deja su hogar salvo que su hogar sea la boca de un tiburón. He ido cargando con el viejo himno en mi boca durante tanto tiempo que no hay espacio para otra canción, otra lengua u otro idioma.

Otro de sus poemas más citados en redes es The Birth Name ("Nombre de nacimiento").

Shire también es autora de un poemario publicado en 2015 en una edición limitada, Her Blue Body (“Su cuerpo azul”). Su nombre se hizo aún más popular en 2016, cuando algunos de sus textos aparecieron en la película que acompañó el lanzamiento de Lemonade, el disco de Beyoncé.

Pon a tus hijas nombres difíciles. Pon a tus hijas nombres que exijan el uso completo de la lengua. Mi nombre hace que quieras decirme la verdad. Mi nombre no me permite confiar en nadie que no lo pueda pronunciar bien.

Según la propia poeta y tal y como recoge The New Yorker, su trabajo es un proyecto de “documentación, genealogía, preservación de los nombres de las mujeres que vinieron antes que yo. Conectar, honrar, confrontar”.

'Home', de Warsan Shire

Nadie deja su hogar a no ser

que su hogar sea la boca de un tiburón.

Solo corres hacia la frontera

cuando ves toda la ciudad

corriendo también

tu vecinos corren más rápido

que tú, el chico con el que fuiste al colegio

que te besó hasta el vértigo

detrás de la vieja fábrica

sostiene una pistola más grande que su cuerpo,

solo dejas tu hogar

cuando el hogar no deja que te quedes

nadie deja su hogar a no ser que el hogar

te persiga, con fuego bajo los pies,

sangre caliente en tu vientre.

No es algo que nunca pensaste en

hacer, y cuando lo hiciste,

llevaste el himno bajo tu aliento,

esperando a llegar al lavabo del aeropuerto

para romper tu pasaporte y tragártelo,

con cada bocado de papel dejando claro

que no volverías.

Tienes que entender

que nadie pone a sus hijos en un barco

a no ser que el agua sea más segura que la tierra.

quién escogería pasar días

y noches en el estómago de un camión

a no ser que las millas de viaje

signifiquen algo más que el viaje.

Nadie escogería reptar bajo alambradas

ni ser golpeado hasta que la sombra te deje,

violado, ahogado, obligado a estar en el fondo

del barco porque eres más oscuro, ser vendido,

pasar hambre, disparado en la frontera como un animal enfermo,

ser compadecido, perder tu nombre, perder tu familia,

pasar uno o dos o diez años en un campo de refugiados,

donde te desnudan y registran, encuentras una cárcel allá donde vas

y si sobrevives y te saludan en el otro lado

con volved a casa negros, refugiados,

sucios inmigrantes, buscadores de asilo

vienen a llevarse lo que es nuestro,

negros con sus manos extendidas,

huelen raro, salvajes,

mira lo que hicieron con su país,

¿qué harán con el nuestro?

Las miradas sucias en la calle

son más suaves que un miembro arrancado,

la indignidad de la vida diaria

es más tierna que catorce hombres que

se parecen a tu padre, entre

tus piernas, los insultos son más fáciles de tragar

que las ruinas, que el cuerpo de tu hijo en pedazos...

Por ahora olvida el orgullo

tu supervivencia es más importante.

Quiero ir a casa, pero el hogar es la boca de un tiburón

el hogar es el cañón de una pistola

y nadie dejaría su hogar

a no ser que el hogar te persiguiera hasta la costa

a no ser que el hogar te dijera

que dejaras lo que no puedas dejar atrás,

aunque sea humano.

Nadie deja el hogar hasta que el hogar

es una voz híumeda en tu oído

que te dice

vete, aléjate corriendo de mí, no sé en qué

me he convertido.

***

no one leaves home unless

home is the mouth of a shark.

you only run for the border

when you see the whole city

running as well.

your neighbours running faster

than you, the boy you went to school with

who kissed you dizzy behind

the old tin factory is

holding a gun bigger than his body,

you only leave home

when home won't let you stay.

no one would leave home unless home

chased you, fire under feet,

hot blood in your belly.

it's not something you ever thought about

doing, and so when you did -

you carried the anthem under your breath,

waiting until the airport toilet

to tear up the passport and swallow,

each mouthful of paper making it clear that

you would not be going back.

you have to understand,

no one puts their children in a boat

unless the water is safer than the land.

who would choose to spend days

and nights in the stomach of a truck

unless the miles travelled

meant something more than journey.

no one would choose to crawl under fences,

be beaten until your shadow leaves you,

raped, then drowned, forced to the bottom of

the boat because you are darker, be sold,

starved, shot at the border like a sick animal,

be pitied, lose your name, lose your family,

make a refugee camp a home for a year or two or ten,

stripped and searched, find prison everywhere

and if you survive and you are greeted on the other side

with go home blacks, refugees

dirty immigrants, asylum seekers

sucking our country dry of milk,

dark, with their hands out

smell strange, savage -

look what they've done to their own countries,

what will they do to ours?

the dirty looks in the street

softer than a limb torn off,

the indignity of everyday life

more tender than fourteen men who

look like your father, between

your legs, insults easier to swallow

than rubble, than your child's body

in pieces - for now, forget about pride

your survival is more important.

i want to go home, but home is the mouth of a shark

home is the barrel of the gun

and no one would leave home

unless home chased you to the shore

unless home tells you to

leave what you could not behind,

even if it was human.

no one leaves home until home

is a damp voice in your ear saying

leave, run now, i don't know what

i've become.