Las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres a ocupar espacios públicos sin sentirse cosificadas e insultadas. Esto, que debería ser una obviedad, no lo es cuando hablamos de piropos. Todavía muchos hombres consideran que estos comentarios son inocuos o inofensivos. Uno de los spots de Cambia el trato, una campaña argentina contra conductas machistas cotidianas, quiere concienciar sobre ello: el vídeo, en el que un amigo recrimina a otro sus gritos a una desconocida en la calle, se ha convertido en un éxito en Twitter: después de que la tuitera @iarifigueira lo publicara, ha superado los 92.000 retuits en menos de dos días.
En el vídeo, grabado en Argentina, un joven grita a una mujer, que no aparece en plano: "Estás para el secuestro. ¿Sabés todo lo que te haría?". Su compañero le recrimina su actitud, y el piropeador se defiende hablando de la ropa de la joven: "Le gusta. Si no, no se lo pone". Entonces, su compañero le pregunta si solo puede ir tranquila por la calle dependiendo de cómo vista: "Que las pibas tengan miedo de andar por la calle, que tengan que pensar por dónde van, que tengan que pensar qué ropa se ponen, que tengan que tratar de estar acompañadas, que tengan miedo de andar por algunos lugares porque se van a cruzar con nosotros, todo eso es violencia". Finalmente, el joven que había piropeado a la chica da la razón a su compañero y se disculpa: "Si tenés algún amigo que lo hace, frenalo. Hacele sentir lo mal que las hacemos sentir, el miedo que les da. No es gracioso, no está bueno". Y recomienda: "No te quedes callado".
Este spot pertenece a la campaña Cambia el trato de la Fundación Avon Argentina, que lucha por eliminar la violencia a mujeres y niñas. Fue lanzada este 14 de noviembre y, solo dos días después, se ha popularizado gracias a las redes sociales. Además del tuit de @iarifigueira, otros muchos usuarios han subido el vídeo a su perfil o lo han compartido.
Las prácticas de acoso sexual callejero, cuenta la página de la campaña en su web, "es una de las formas más naturalizadas y legitimadas de violencia contra las ellas, desde muy temprana edad". La campaña recuerda que este acoso "no es deseado ni consentido, afecta la dignidad y los derechos fundamentales de la mujer, como han de ser la libertad, la integridad y el libre tránsito. Puede crear en ellas intimidación, degradación, humillación, creándose un ambiente ofensivo en los espacios públicos y en los espacios privados de acceso público".
Según datos de Metroscopia, el 32% de las mujeres españolas se han sentido acosadas sexualmente al menos una vez en su vida. Este porcentaje asciende al 47% entre mujeres de 18 a 34 años. Un 25% asegura que le han hecho tocamientos no consentidos o le han intentado hacer tocamientos al menos una vez. Y los expertos aseguran que se denuncia y se visibiliza muy poco en relación con la cantidad de acoso, abuso y agresiones que se producen. No existen datos concretos sobre acoso verbal callejero, ya que rara vez se denuncia.
La directora general de Prevención y Atención a la Violencia de Género del Ayuntamiento de Madrid, María Naredo, explicaba a EL PAÍS que “estas conductas de microviolencia forman parte de las raíces de la violencia machista” pero que no constituyen un delito, de modo que lo importante es crear un rechazo social en torno a ellas. Además de anuncios como el de la Fundación Avon o el de la Fundación Triángulo en España, que sonaba en Spotify, durante los últimos años han aparecido muchas campañas en redes tratando de concienciar sobre los piropos, como Acción Respeto en Perú, una campaña pionera de 2014, y No seas animal, de la Junta de Andalucía, entre otras.
En algunos países, este comportamiento ya puede acarrear penas económicas. En Bruselas, desde 2012, las agresiones verbales en la calle pueden conllevar multas de hasta 250 euros. En Perú, regulado desde 2015, se castiga con días de trabajo comunitario obligatorio (entre 10 y 30). En Francia, la Asamblea Nacional aprobó el pasado mayo que los hombres que silben o piropeen a las mujeres por la calle sean sancionados con multas de 90 a 750 euros, aunque esta legislación todavía debe ser aprobada por el senado francés.
Además del vídeo sobre acoso callejero, la campaña de Avon incluye otros dos spots: uno sobre violencia doméstica y otro sobre acoso online. Puedes verlos a continuación: