La lucha contra el robo de combustible (huachicoleo) en México ha provocado el desabasto de cientos de gasolineras en el país, principalmente en los Estados del centro y el oeste de la República.
La escasez de combustible ha dejado filas kilométricas de usuarios que esperaban frente a los pocos sitios que tenían gasolina para llenar el depósito. El plan anunciado por el Gobierno de López Obrador ha consistido en bloquear los ductos con tomas clandestinas para frenar el robo pero también ha provocado el enojo de aquellos que se han quedado sin poder repostar.
Los usuarios a través de redes sociales han criticado con el hashtag #NoHayGasolina y #NoMásHuachicoleo el momento de escasez que está viviendo la República.
Como contaba EL PAÍS, la estrategia del nuevo presidente de México es desmantelar todo un sistema de corrupción que, según el Gobierno, operaba dentro de la propia empresa estatal Petroleos Mexicanos (Pemex). Hasta octubre de 2018, Pemex había reportado un total de 12.581 tomas clandestinas, frente a las 3.278 que se registraron en 2013.