Tener una mascota da muchas satisfacciones. Los perros, además de ser animales de compañía, brindan apoyo emocional o ejercen como guías para personas invidentes. Pero tener un perro de compañía también requiere que se asuman responsabilidades.
Este fin de semana, un perro de la raza husky (de tamaño grande) atacó a otro de tipo pomerania (una raza pequeña) en el parque Hundido, en el centro de la Ciudad de México. Su mordida provocó la muerte del perro más pequeño y suscitó una pelea entre los propietarios y los testigos. El video del suceso fue publicado por la página de Facebook Mundo Patitas y se ha compartido más de 16.000 veces y acumula 1,2 millones de reproducciones en las primeras 24 horas tras su publicación. Advertencia: el vídeo tiene imágenes que pueden dañar la sensibilidad de los lectores, por lo que se recomienda discreción.
El material fue grabado por Carlos (el usuario pidió que omitamos su apellido), quien narró a Verne que fue testigo del ataque del husky. “Yo fui con mi perro al parque y vi al propietario de este perro que lo traía sin correa y no hacía nada por contener agresiones contra otros perros”, cuenta, vía telefónica. “Antes de que pasara [el ataque] le pedí que cuidara a su perro, pero me ignoró”, comenta.
Carlos precisa que grabó el material para poder evidenciar al propietario del husky, ya que no ponía atención a su mascota, que había sido agresivo con otros perros en el parque antes de que mordiera al pomerania. “Dejé de grabar porque la acompañante del dueño comenzó a agredirme”, comenta. Verne contactó con el responsable del pomerania, quien confirmó que se emprendió acción legal contra el dueño del husky en un Ministerio Público de la alcaldía de Benito Juárez, pero no quiso dar declaraciones al respecto.
José Luis Carranza, abogado y presidente del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal, dice a Verne que las leyes mexicanas contemplan dos tipos de obligaciones para los dueños, propietarios o responsables de un perro. “Las primeras se refieren a las libertades del animal: de alimentación, estar libre de incomodidades, enfermedades y sobre su bienestar y en un segundo término de obligaciones hacia otras personas y otros animales”, refiere, vía telefónica.
Para este caso en particular, el abogado cita el artículo 25 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México. Éste indica que está prohibido transitar con animales en espacios públicos “sin adoptar las medidas de seguridad necesarias, de acuerdo con las características particulares del animal, para prevenir posibles ataques a otras personas o animales, así como azuzarlo, o no contenerlo”, dice la ley.
“La sanción puede ser desde 13 a 24 horas de arresto o de once a veinte Unidades de Medida de Actualización (1.767 pesos)”, precisa Carranza. El justista señala que las leyes de cada Estado en México contemplan disposiciones similares. En caso de que la agresión provoque la muerte de un animal, existen otras sanciones que pueden resultar en el arresto del responsable del perro que ataque, como se contempla en el artículo 350 Ter del Código Penal de la Ciudad de México.
Aunque se solicitó la intervención de la policía capitalina, Carlos detalla que los oficiales que acudieron no querían que procediera una sanción. “Yo acompañé a los dueños hasta que se fueron al Ministerio Público”, dice el testigo del ataque. Para el abogado animalista, existe un desconocimiento de las autoridades en torno a las leyes de protección animal. “Todos los días se cometen delitos que tienen que ver con la responsabilidad de los dueños pero no saben cómo actuar”, finaliza.