El acceso a las armas para uso personal en España no aparece entre las principales preocupaciones de la ciudadanía, según las encuestas del CIS, pero este miércoles por la tarde casi todo el mundo tenía una opinión al respecto. El tema lo había puesto sobre la mesa Vox a comienzos de semana con una entrevista de Santiago Abascal a la web armas.es.
Siguiendo la estrategia de comunicación que la formación política usa en los últimos meses -similar a cómo Donald Trump usa Twitter-, Vox lanzó un globo sonda que acaparó el debate mediático y social. El caso de cómo el presidente de Estados Unidos marca la agenda pública con sus mensajes ha sido detallado por George Lakoff, profesor de Lingüística en la Universidad de California, en Berkeley, y autor de No pienses en un elefante. Políticos como Jair Bolsonaro, en Brasil, y Matteo Salvini, en Italia, han empleado tácticas similares.
El caso de las armas es “un ejemplo paradigmático” de esta estrategia, en opinión de Cristina Monge, politóloga de la Universidad de Zaragoza. Un debate que en España no existía ha ocupado la escena pública durante más de 24 horas.
El comienzo
Uno de los reproches que se ha hecho a Santiago Abascal durante esta precampaña es que apenas concede entrevistas ni se expone a las preguntas de los periodistas. Sus pocas declaraciones públicas suelen ser mensajes en redes y en actos muy concretos. Las afirmaciones sobre las armas y su uso en “situaciones de amenaza real” salen de una entrevista concedida a la web armas.es, especializada, obviamente, en armas, y no de un medio de comunicación generalista o de una rueda de prensa.
El texto se publicó este martes 19 de marzo. En él se trataban temas como la caza, el tiro deportivo y el origen de la polémica: una propuesta de Santiago Abascal para ofrecer impunidad a quienes disparen contra las personas que entren en su casa, importando de Estados Unidos un debate que en nuestro país era inexistente. De hecho, las declaraciones de Abascal no se traducen en una propuesta concreta. Y el artículo 20.4. del vigente Código Penal ya prevé como eximente obrar “en defensa de la persona o derechos propios o ajenos”, como se explica en este artículo.
Edgar Rovira, politólogo especializado en comunicación pública, recuerda que la estrategia de Vox pasa por marcar los debates, aunque no los gane. El caso de las armas “es el mejor ejemplo. Es un tema del que nadie está hablando”, pero con el que “se han ganado la atención mediática”.
El eco que amplifica el mensaje
Armas.es nace en 2005. Desde 2007 cuenta con una edición impresa bimestral, de la que imprime 40.000 ejemplares gratuitos. A pesar de que tiene un millón de seguidores en Facebook, su publicación de la entrevista solo se ha compartido 37 veces desde el lunes. Su mensaje en Twitter solo sumaba un retuit este jueves a las 12.00, dos días después de su publicación. La noticia original se ha leído más de 66.000 veces.
Las cifras de lecturas y compartidos de armas.es son modestas para todo el revuelo que ha generado la propuesta. Esta web es la fuente original pero muy pocos ciudadanos la han leído ahí, sino que les ha llegado por otros medios de comunicación.
Algunos, como El Español y Eldiario.es, recogieron ya la noche del martes las declaraciones de Abascal. El miércoles la cuestión de las armas se convirtió en la polémica política del día. Ese día se publicaron casi 168.000 tuits mencionando a Vox, según datos de la herramienta de medición de Digimind. Por comparar, solo 67.000 nombraban al PSOE, y unos 75.000 al Partido Popular (en dos palabras o por sus siglas "PP"). Se trata de los tuits que nombran al partido, pero no se incluyen los que, por ejemplo, solo hacen mención a las armas o a Santiago Abascal.
Este tema despierta además emociones, que a su vez nos llevan a querer mostrar aún más nuestra opinión, aunque sea de rechazo. Da igual que muchos de estos tuits criticaran las declaraciones de Abascal o las aprovecharan como material para hacer chistes: las redes sociales premian las interacciones con visibilidad, aunque sean negativas, lo que a su vez ayuda a que se siga hablando más del tema en cuestión. Quien no tenga activado el orden cronológico en Twitter verá cómo esta plataforma recomienda mensajes populares, no siempre de gente a quien sigue. Y en el caso de Facebook, esta red social da prioridad a las publicaciones personales que generan más reacciones.
Durante la mañana del miércoles, las declaraciones de Abascal aparecieron en prácticamente todos los medios de comunicación. Y no solo medios: también lo comentaron periodistas influyentes, como Jesús Cintora, que habló del tema en su página de Facebook, sumando más de 2.000 comentarios y 5.000 reacciones. Su publicación se compartió más de 2.100 veces.
Hay que posicionarse
La entrevista de Abascal obligó al resto de partidos a hablar de este asunto: el primero fue el PP, con un tuit de Javier Maroto a las 8.46 de la mañana. Por la tarde, Albert Rivera también se manifestaba en contra, igual que el portavoz adjunto del grupo parlamentario del PSOE, que en rueda de prensa calificaba la ocurrencia de “barbaridad”. También se oponía a la medida Pablo Casado en Antena 3.
Además de eso, representantes de asociaciones de la Guardia Civil calificaron esta propuesta de “innecesaria, además de peligrosa”. Asimismo, se recordaba que vivimos en el cuarto país de la UE con menos número de homicidios y asesinatos. Y solo el 4,2% de los encuestados por el CIS mencionaba la inseguridad como una de sus principales preocupaciones en el barómetro publicado en febrero.
Parecía claro que, políticamente, no había debate posible, pero de nuevo se habló más de una propuesta del partido de extrema derecha que de las del resto. Pero a Vox no le importa tanto ganar un debate para el que no cuenta con aliados como conseguir la atención de los medios y el público, subrayando de paso la imagen que quiere dar de partido al margen del sistema, como apunta Monge.
Vox habla por la tarde
¿Y qué hacía VOX mientras casi todo el mundo se posicionaba en un tema que ya había alcanzado categoría de debate? Las cuentas en redes sociales del partido no hicieron referencia a la polémica hasta la tarde del miércoles. En Instagram, la red en la que son más fuertes que el resto de partidos, esperaron a la noche.
Sus declaraciones se centraron en defender que no querían que la gente fuera armada por la calle y desmintieron directamente mensajes de adversarios políticos como Javier Maroto (PP) y Felipe Sicilia (PSOE). En sus mensajes, utilizaron términos como #FakeNews.
¿Cálculo o suerte?
George Lakoff escribía que Trump usa cuatro estrategias para centrar el debate: el marco preventivo —ser el primero en dar un marco a una idea—, la distracción —desviar la atención sobre los asuntos reales—, la desviación —atacar al mensajero— y el globo sonda (poner a prueba la reacción pública). Es algo que también está intentando Vox desde las elecciones andaluzas, sobre todo y como nos decían los expertos, en lo que se refiere a sentar el marco y a lanzar globos sonda.
“Que los demás hablen de sus temas aunque sea mal”, resume Rovira. “Los partidos siempre prueban. La ventaja de Vox es que juegan con que son una novedad y muchas de estas pruebas funcionan”. Aunque resulta difícil decir cuánto hubo de cálculo acertado y cuánto de suerte en este caso, Cristina Monge apunta que “lo que sí tiene Vox es una capacidad de reacción importante”.
Nos hemos puesto en contacto con Vox para saber hasta qué punto esta estrategia estaba calculada o fue, al menos en parte, fruto del azar, pero desde el partido explican que no quieren dar detalles acerca de su estrategia de comunicación.
Esta táctica de ir probando temas también se puede comparar con la de Trump. Mark Thompson, CEO de The New York Times, escribe en su libro Sin palabras que una de las claves del éxito de Trump es la de estar dispuesto a ir probando ideas de forma más agresiva que sus rivales, “explotando lo que funciona y descartando lo que no”.
¿Eso significa que prestamos demasiada atención a estas provocaciones? Cristina Monge recuerda que hay estudios que demuestran que “una cobertura excesiva ha aupado a partidos de la extrema derecha”. Pero también apunta que la existencia de estos partidos “no es algo que se pueda negar ni tapar” y cree que es necesario llevar a cabo un ejercicio periodístico de equilibrio. Monge afirma que, por ejemplo, es necesario desmontar con datos las mentiras de Vox sobre la inmigración o la violencia, además de denunciar los casos de financiación irregular, como ocurriría con cualquier partido.
Este jueves, después de que los partidos y los sindicatos de Policía Nacional y Guardia Civil rechazaran la propuesta de Abascal, la polémica apenas coleaba. La principal preocupación de los españoles volvía a ser el paro. Según el CIS, lo es de manera interrumpida desde septiembre de 2008.