El asunto de este mail no es un reclamo para que abrieras esta carta. Así que puedes cerrarla o guardarla si no es tu mejor día.
Tengo un documento infinito con enlaces que voy recopilando para esta newsletter. Cuando me falta inspiración, o tiempo, acudo a él en busca de ideas. La breve descripción que había junto a este link era “fotos bodas lesbianas por el mundo”. Creía recordar que era una recopilación de bodas de personas del mismo sexo en distintos países, pero al abrirlo (la noticia era de finales de 2017) recordé que era la historia de Fleur Pierets y Julian P. Bloom, una pareja estadounidense que se había propuesto casarse en todos los países en los que tenían el derecho de hacerlo. Las dos habían hecho varios proyectos artísticos firmados con el nombre del colectivo JF. Pierets y concibieron este como una mezcla de activismo, denuncia y performance.
Cuando lo plantearon, la unión entre parejas del mismo sexo era legal en 22 países, por eso su proyecto se llamó 22. La primera boda que celebraron fue en Nueva York, en septiembre de 2017. Después se casaron en Países Bajos, Bélgica y Francia. Todas las fotos están en su web. Según buceaba en su historia, tenía más claro que la carta de esta semana tenía que hablar de esta historia. Me puse a buscar una dirección de correo electrónico o de Twitter para contactarlas.
La sorpresa fue aún mayor cuando vi que la siguiente parada de su viaje era España, según el plan que aparece en su web. A esas alturas, mi cabeza estaba fantaseando con un reportaje de vídeo para el periódico. Ir y conocerlas. Preguntarles por qué su amor también era arte. Pero sus cuentas de Twitter y de Instagram estaban borradas. Pensé que habían roto.
Lo siguiente fue descubrir cómo esta se convirtió en la historia de amor más triste. Después de la boda en Francia, a Julian le detectaron varios tumores cerebrales y menos de tres meses después, murió. En sus últimas semanas, cuando ya habían anunciado que el proyecto nunca se completaría, Fleur respondió por correo electrónico a las preguntas de Roger Sabatés para este artículo, que acaba así:
Nuestro trabajo artístico está enfocado en informar a la gente de una forma abierta, positiva e interesante sobre el mundo. Está relacionado con promocionar el amor e inspirar a otros. Cuando funciona, es el mejor sentimiento que existe".
ESTOS DÍAS, ME HA GUSTADO MUCHO LEER
1. Lo que no se ve, no existe (Broadly). El proyecto The Spectrum Gendre (algo como El abanico del género) es una fotolibrería con imágenes de stock protagonizadas por personas trans y de libre uso. El objetivo es que podamos reflejar muchas realidades distintas en cuanto a género. Por ejemplo, para ilustrar un tema como el que hemos publicado recientemente sobre el género no binario, a raíz de las declaraciones del cantante Sam Smith.
2. Lecciones desde el futuro (eldiario.es). Hace ya algunas semanas que se publicó esta opinión, pero no quería perderla. La periodista brasileña Natalia Viana cuenta cómo la cultura de la violación y la violencia a las mujeres (aunque no sea una violencia física) impregna las políticas de Bolsonaro. Un análisis de un país que ha votado extrema derecha. ¿Nos dirigimos hacia allí?
3. Detecta el patrón. No hace falta saber mucho de estadística para entender estos gráficos de Mona Chalabi sobre las preferencias de edad de la gente que se apunta a la app de citas OK Cupid:
4. Desde lo alto (The Guardian, en inglés). Sexo, poder, opresión… Hay muchas razones por las que las mujeres usamos tacones altos, a pesar de que muchas veces no queramos.
ESTO HAY QUE VERLO
En Verne tenemos claro que HAY QUE VER Queer Eye, porque Anabel no para de recomendárnoslo. Esto dice ella:
Queer eye es un programa con cinco muchachos gays, los Fab Five, y una persona a la que intentan cambiar un poco su vida y prepararle para una ocasión especial.
Cada uno de los Fab Five es especialista en distintas cosas (Bobby en diseño, Tan en moda, Jonathan en estética, Antoni en gastronomía y Karamo cultura) y básicamente pasan una semana con personas a las que a veces la vida se le está haciendo un poco de bola o no han tenido una vida precisamente fácil. Es un remake de Queer eye for the straight guy, que en ese caso los cinco chicos solo visitaban a tíos hetero. En esta versión también los hay, pero no se ciñe solo a ellos: aquí se da cabida a mujeres hetero y personas LGTBI+.
Y me hace profundamente feliz verles. No juzgan, son ultrapositivos, hablan de no ajustarse a un género u otro o de nuevas masculinidades, a menudo retando a esos machotes tan hetero a hacer cosas que no se le presuponen a esa clase de masculinidad tradicional. Te ríes un montón con ellos. A veces también se te caen los lagrimones con ellos (literalmente, se emocionan muchísimo). Son maravillosos. Les quiero muchísimo. Tenéis que verlo.
Selección del contenido y redacción de La Matяioska: Mari Luz Peinado (@mluzpeinado)
*************
Al igual que las muñecas rusas esconden otras muñecas dentro, nuestra newsletter lleva en su interior historias de mujeres reales y diversas, debates, actividades y recomendaciones de lectura. La Matяioska es la newsletter quincenal de Verne en la que compartimos contigo temas sobre feminismo y mujer.
Si ya recibes La Carta de Verne, recibirás automáticamente La Matяioska. Si quieres suscribirte, puedes hacerlo a través de este enlace. Y si quieres cambiar tus suscripciones a las newsletters de EL PAÍS, puedes hacerlo desde aquí.Si nos quieres contar algo, decirnos qué te ha parecido nuestra carta o hacernos una sugerencia, puedes escribirnos a lamatrioska@verne.es. Y si quieres llamarnos feminazis, pincha aquí.