"No soy masculino ni femenino; fluyo en una posición que está entre los dos extremos. A veces pienso como una mujer y por eso siempre he vivido una pequeña guerra entre mi cuerpo y mi mente". Así es como Sam Smith se ha identificado como persona de género no binario en una entrevista para Instagram publicada el viernes 15 de marzo.
Es muy poco común que se defina así una personalidad pública de tal magnitud. Smith ha vendido 10 millones de discos en los últimos cinco años y ha ganado un Oscar y cuatro Grammys.
A la izquierda, Pau Eloy-García activista no binario junto a Leo Mulió (hombre transexual). Son dos de los miembros de la entidad social Transdiversa
El término no binario designa a las identidades de género que se identifican con aspectos masculinos y femeninos y, por tanto, no lo hacen con uno de sus dos términos absolutos: hombre o mujer. Tampoco tienen por qué definirse como homosexual o heterosexual.
Mon tiene 23 años y trabaja atendiendo a jóvenes LGTBI+ y sus familias en el colectivo madrileño COGAM. Comenzó a tener dudas a los 19 años. "Un año antes comencé a salir con una chica y al poco tiempo empecé a preguntarme sobre mi identidad. Fue un proceso lento. Me tomé mi espacio para explorar y en 2018 ya empecé a mostrarme como una persona no binaria", cuenta a Verne por teléfono.
"Que el género no binario se encuentre en el espectro entre masculino y femenino no significa que esté en un lugar intermedio; solo está en un punto distinto de esos dos extremos", recuerda Mon.
Es decir, el aspecto de una persona no binaria no tiene por qué ser necesariamente andrógino. Así ocurre con Sam Smith. En la entrevista en la que ha declarado su identidad de género mantiene un aspecto más cercano al estereotipo masculino mientras explica que tiene comportamientos y sensaciones que no son siempre atribuidas a los hombres.
¿Cómo podemos mostrar respeto ante una persona de género no binario? "Llamarlo por el nombre elegido en vez de por el asignado es primordial, porque es lo que canaliza tu identidad. Cuando mis amigos de la universidad empezaron a llamarme de forma cariñosa Mon en vez de Mónica, decidí que me identificaba más con ese nombre y ahora deseo que todo el mundo se diriga a mí con él", recuerda desde la oficina de COGAM.
El pronombre es otro punto de inflexión para el colectivo. El neutro terminado en -e (elle/elles) es la forma más común en castellano.
Sin referentes populares
"A mi familia le estoy dando un tiempo para que se acostumbre y lo entienda. Con amigos es más sencillo, por cuestiones de edad y porque me dan más pie a explicarlo. Pero nosotres también sentimos rechazo dentro de la comunidad LGTBI+. Y eso que es un asunto cada vez más visible gracias a las redes sociales", dice Mon.
Elle recuerda que hay muy pocos referentes públicos en la cultura popular como Sam Smith. "Los hay en webseries y en YouTube y también en el ámbito del activismo, como Pau Eloy-García".
García, de 27 años, forma parte de Transdiversa, entidad social que trabaja en España por la diversidad de género. Apunta que, aunque el término no binario es correcto, quizá es más completo el de trans no binario "al ser también un colectivo de personas que no se identifican con el género que se le ha asignado en el nacimiento", explica a Verne por teléfono.
"Como trans no binario, uno de tus retos principales es el de luchar contra la presión social que te obliga a que te definas con una etiqueta determinada con la que el resto del mundo pueda identificarte. Es cierto que las etiquetas ayudan a ordenar el mundo, pero lo ideal en este caso es que nadie tenga la necesidad de encerrarse en un cajón", admite Pau Eloy-García.
Reconocimiento social
En otros momentos de la historia, las personas no binarias han forman parte de algunas sociedades con total normalidad. Es el caso de muxes en México o los dos espíritus, pertenecientes a los pueblos amerindios de América del Norte.
En los últimos años, varios países han modificado sus leyes para reconocer de un modo u otro el género no binario. Alemania, Austria, Dinamarca, Países Bajos y Reino Unido lo han hecho en Europa, pero también existen avances en el resto del mundo: Uruguay, Nepal, Nueva Zelanda, Australia y Canadá son algunos de esos países. En casos como en el de Canadá y Alemania, ya puede quedar registrado en los certificados de nacimiento.
En España, el Congresó abrió la puerta en febrero de 2019 a adoptar una medida similar, pero de momento solo se ha pedido al Gobierno un estudio de impacto que dé pie a reconocer la identidad de aqullos que no se identifican con el género masculino o femenino.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!