Para ir desde la Playa de la Caleta, en Cádiz, hasta el Gran Teatro Falla, hay que caminar cerca de siete minutos, recorriendo poco más de 500 metros y pasando por la Facultad de Ciencias Económicas. No ha hecho falta cronometrarlo ni medir el recorrido: son algunos de los datos que aparecen en el metrominuto de la ciudad, un mapa que mide tiempos y distancias de recorridos a pie y que emula a los planos de metro. El primer metrominuto se publicó en Pontevedra en 2012 y, desde entonces, decenas de ciudades españolas y extranjeras han creado el suyo [puedes ver muchos otros planos en la parte inferior de este artículo].
Hace 20 años, antes de que Madrid Central fuera tan siquiera un proyecto, una ciudad gallega prohibió el tráfico en una cuarta parte de su superficie: Pontevedra. Esta localidad, convertida actualmente en un ejemplo internacional de Movilidad Urbana, comenzó en 1999 a aplicar restricciones de acceso a los vehículos a motor, que fueron aumentando año a año.
"Esta es una ciudad pequeña y, como ocurre en muchas localidades pequeñas, había gente que cogía el coche para ir a la esquina a comprar el pan", cuenta a Verne Antón Prieto, creador del primer metrominuto. "Yo trabajaba en el gabinete de comunicación del Ayuntamiento y lo que buscábamos era mostrar de forma visual que todo estaba muy cerca caminando a pie". Fue entonces cuando surgió la idea del plasmarlo en un plano que imitara a los del metro. Lo llamó metrominuto.
Prieto recuerda que comenzaron a trabajar en el proyecto en 2011 de la mano de Emilio Suárez, miembro de la Policía Local. "Empezamos seleccionando los puntos que aparecerían en el mapa por su importancia y ubicación", explica. "Después, recopilamos los datos y diseñamos el plano".
Los tiempos están calculados con la que se considera la velocidad media de los peatones cuando caminan, 5 km/h. "Con las primeras ediciones [la actual es la tercera] el metrominuto se repartió en folletos impresos y a través de la web de movilidad del Ayuntamiento. Más adelante, se pusieron en marquesinas y paneles por la ciudad, que todavía se conservan", cuenta Prieto.
La iniciativa fue un éxito. En 2013, Pontevedra recibió el premio europeo de movilidad Intermodes por su metrominuto. "A partir de ahí fue cuando la ciudad empezó a promocionarse [en este ámbito] realmente. El mapa solo era la parte más visible de un proyecto que iba mucho más allá en cuanto a restricción de tráfico, infraestructuras...", recuerda Prieto.
También era, sin embargo, la parte más llamativa. "Poco después de recibir el premio empezaron a llegarnos noticias de otros ayuntamientos y estudios de arquitectura que querían imitar el modelo, y no solo españoles. Florencia, en Italia, fue de las primeras en interesarse". Este es su metrominuto:
De Pontevedra para todos
En los últimos años, la idea del metrominuto ha volado libre y cualquier ayuntamiento, comunidad autónoma o ciudadano que lo desee puede crear el suyo propio. "Hay algunos ayuntamientos que nos consultaban, pero no todos. E incluso hicimos una guía con las pautas que seguimos para crearlo, por si alguien estaba interesado en montar el de su ciudad".
Así han surgido proyectos como los metrominutos de Paseando al Cole, una iniciativa malagueña –promovida por el Ayuntamiento y abierta a la colaboración ciudadana– de metrominutos específicos para ir caminando a diferentes colegios de la ciudad.
Aunque cualquier ciudad puede diseñar libremente su metrominuto, muchas de las localidades que cuentan con este mapa forman parte de Ciudades Que Caminan, una red internacional dedicada a mejorar la accesibilidad y seguridad de los viandantes.
"Pontevedra siempre ha tenido mucho peso en nuestra asociación [actualmente ocupan la presidencia] y, cuando Antón Prieto presentó el metrominuto, tanto él como nosotros pensamos que podría ser un aliciente para que más localidades se nos unieran. A todas las integrantes de la red que nos lo solicitan, se lo diseñamos", cuenta a Verne Ana Montalbán, secretaria técnica de la asociación.
Para Montalbán, "caminar es algo tan natural que no le prestamos la importancia suficiente, y estos mapas son una forma de materializarlo". Sin embargo, tanto ella como Prieto defienden que los metrominutos deben ser solo una pequeña pieza en un plan más amplio para potenciar los desplazamientos a pie. "Sin políticas que fomenten el caminar por la ciudad y sin infraestructuras para hacerlo, es solo un folleto publicitario bonito", reconoce.
A continuación, puedes ver los planos de algunas de las ciudades españolas que cuentan con un metrominuto:
- Águilas (Murcia)
- Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
- Alpedrete (Madrid)
- Arahal (Sevilla)
- Barcelona
- Cádiz
- Carballo (A Coruña)
- Cenicientos (Madrid)
- Chinchón (Madrid)
- Ciudad Real
- Cuenca
- Collado Villalba
- Córdoba
- Errentería (Guipuzcoa)
- Fuentidueña del Tajo (Madrid)
- Getafe (Madrid)
- Granada
- Guadarrama (Madrid)
- Herrera del Duque (Badajoz)
- Hoyo de Manzanares (Madrid)
- Irún (Guipuzcoa)
- La Riconada (Sevilla)
- Loyozuela (Madrid)
- Mairena del Aljarafe (Sevilla)
- Mahón (Baleares)
- Melilla
- Morarzarzal (Madrid)
- Molina de Segura (Murcia)
- Murcia
- Navalfuente (Madrid)
- Palma (Baleares)
- Parla (Madrid)
- Ponferrada (León)
- Pontevedra
- Reduenia (Madrid)
- San Sebastián de los Reyes (Madrid)
- Segovia
- Sevilla
- Talamancra del Jarama (Madrid)
- Tomelloso (Ciudad Real)
- Torrejón de la Calzada (Madrid)
- Torrelodones (Madrid)
- Villamanta (Madrid)
- Villanueva de la Serena (Badajoz)
- Vitoria-Gasteiz (Álava)
- Xátiva (Valencia)
Si tu localidad no tiene metrominuto, aquí tienes los manuales editados por el Concello de Pontevedra y la Comunidad de Madrid para aprender cómo diseñarlos.