El castigo para las más de 13.000 mujeres presas en México es doble. No solo están privadas de su libertad, sino que sufren el abandono de sus parejas y sus familias al no recibir visitas como los reclusos hombres, según indica un informe de la organización Equis Justicia para las Mujeres. María lleva varios meses en el penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez (Estado de México) y a diferencia de otros días, podrá romper su rutina con la lectura de un libro.
No se trata de un libro cualquiera, sino un ejemplar con una dedicatoria escrita a mano para estas mujeres. La iniciativa A las olvidadas junto con la organización Plan B lanzó una convocatoria en México para que se donaran libros con un mensaje destinado a las reclusas.
Tatiana Ortiz Monasterio, fundadora de Plan B, cuenta a Verne que desde que se inició la convocatoria, a inicios de septiembre, han recibido más de 4.000 ejemplares en donación. “Pedimos que dediquen los libros para que se tomen unos minutos del día a pensar en un título que haya transformado su vida, les enseñara cosas, o simplemente fuera entretenido, porque puede generar lo mismo en una mujer que está en su camino a reinsertarse en la sociedad”, dice en entrevista.
En octubre, las mujeres reclusas de Almoloya contarán con una biblioteca con los libros donados, y se capacitará a dos mujeres para que sean las encargadas. “Sumamos lo que ya se hace con los talleres de trabajo y les añadimos un componente educativo”, dice Ortiz. Plan B es una organización de voluntarias que lleva dos años capacitando a mujeres en cárceles del Estado de México y Nuevo León con talleres de costura y manualidades, apoyándolas con la comercialización de sus productos.
“Creemos que la reinserción social está en manos de toda la sociedad y con los libros involucramos a las personas”, detalla. La escritora cuenta que este proyecto es el capítulo mexicano de la iniciativa A las olvidadas, que inició el año pasado en España encabezada por María Rufilanchas de la organización teta&teta. “Hemos encontrado un lazo de colaboración muy fuerte entre ambos países”, dice Ortiz Monasterio.
La convocatoria invita a los interesados a regalar un ejemplar y dedicarlo pensando en las mujeres presas, sin estar dirigido a una persona en particular. “Piénsalo bien. Sin juzgar”, dice la petición. “Nuestra misión es bajar el índice de reincidencia delictiva y fomentar la reinserción de las mujeres”, señala la directora de Plan B.
El 53% de las reclusas en México son condenadas por delitos contra la salud (principalmente por la venta de estupefacientes), propiciadas en su mayoría por las relaciones con sus esposos, parejas sentimentales, padres o hermanos. Del total de la población en cárceles en México, las mujeres representan el 5,1% del total según cifras del INEGI en 2016. “A las mujeres se les castiga de dos modos: por el papel que tienen y por la vía legal, por eso es tan importante que se les pueda reinsertar”, dice la fundadora de Plan B.
En Verne recopilamos algunas de las dedicatorias de los ejemplares que formarán parte de la primera biblioteca en el penal de Almoloya de Juárez. La donación de libros está abierta en México de modo permanente.