Togas al suelo: el símbolo en redes de la protesta por las pensiones en Francia

Los letrados se manifiestan contra la reforma del Gobierno de Macron tirando su prenda icónica

Protesta de abogados el 22 de enero en Bobigny NurPhoto via Getty Images

Cada revuelta tiene su bandera y cada movimiento social, sus iconos. La Revolución francesa dio a Marianne, símbolo republicano. De Mayo del 68 queda la imagen de las barricadas en el Barrio Latino de París y del adoquín. Más cerca en el tiempo, y sin salir de Francia, una de las estampas que ha quedado de las movilizaciones del otoño de 1995 es la del sociólogo Pierre Bourdieu hablando con un altavoz a los ferroviarios en huelga. Y más cerca aún, los chalecos amarillos que, como su nombre indica, exhibían como distintivo icónico la prenda fluorescente que es obligatorio guardar en el automóvil. Las protestas contra la reforma de las pensiones que empezaron el 5 de diciembre también han encontrado su símbolo: togas de abogados en el suelo.

Iniciado en Caen [una ciudad del oeste de Francia situada en la región de Normandía], el “lanzar las togas” está convirtiéndose en un clásico de las protestas entre los abogados. “Es nuestro bien más preciado, recuerda una de ellas. ¡Es el símbolo!”.

Era difícil encontrar un icono para estas manifestaciones contra la propuesta del Gobierno de Emmanuel Macron. La huelga indefinida en los transportes públicos, insólita por su duración, no dejaba de ser otra huelga en un país acostumbrado a ellas. Las repetidas manifestaciones desde la primera no ofrecían imágenes llamativas. Finalmente, han sido los abogados —uno de los sectores profesionales que se consideran agraviados— quienes han dado con la imagen. El 8 de enero, en Caen (Normandía), durante una visita de la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, tiraron sus togas al suelo. El gesto tenía una potencia visual evidente, perturbadora. La imagen se ha difundido mucho en redes sociales. Y creó un efecto de imitación. Otros abogados, en otras ciudades, lo reprodujeron. La protesta contra las pensiones por fin tenía su icono.

La ministra de Justicia de Francia, Nicole Belloubet, ante las togas de los abogados en Caen AFP

“Para nosotros, una toga es sagrada. Es como una segunda piel”, explica por teléfono el abogado Christian Saint-Palais, presidente de la Asociación de Abogados Penalistas, quien durante una protesta en París puso la toga en el suelo (pero no la tiró, precisa). “Con frecuencia la toga une lo profesional y lo íntimo. A veces nos la ha regalado, puede que un allegado al prestar juramento. Y es una toga que solo nos ponemos en nuestro ejercicio profesional. Es una prenda en la que muchos de nosotros hemos soñado y que se corresponde a una cierta de la justicia. Por eso, ponerla en el suelo ante la ministra es una manera de decirle: Lo que usted quiere hacer con nosotros no está a la altura de nuestra concepción de la justicia. Es una imagen fuerte, y la prueba es que todo el mundo habló de ello. Pero no hay que olvidar que a nosotros, los abogados, nos cuesta: resulta casi doloroso, porque respetamos nuestra toga. Yo soy penalista y cada día defiendo mis casos con la toga. Es algo precioso. Ponerla en el suelo significa poner mucho en el suelo. Significa decir: He aquí adonde usted nos ha conducido”.

El núcleo de la reforma de las pensiones —que el Consejo de Ministros aprobó el 24 de enero y debe debatirse y aprobarse en el Parlamento antes del verano— es la fusión, en un solo sistema igual para todos los franceses, de los 42 sistemas o regímenes actuales. Uno de estos regímenes es el de los abogados. Al integrarse al régimen común, calculan que las pensiones de muchos menguarán. Además de tirar sus togas al suelo, los abogados también han protestado tirándose en paracaídas o con coreografías.

Ambiente del colegio de abogados de Lyon en el Pont de la Guillotière.

Todos unidos contra la reforma de las pensiones

Los abogados de Rouen bailan frenta al Palacio de Justicia.

No es fácil calcular la incidencia de la huelga en términos práctico: no existe una foto exacta del porcentaje de seguimiento como puede haberlo en la huelga de los transportes. “Los efectos de la huelga de los abogados tendrán consecuencias muy perjudiciales con el tiempo”, asegura una fuente del Ministerio de Justicia. Más allá de los lanzamientos de togas, esta fuente señala tres modos de acción en la huelga: las demandas de aplazamiento de los casos, la intervención de decenas de abogados en defensa de un mismo cliente, y las demandas “en masa” de puesta en libertad. Todo esto, añade, “podría conducir a un atasco y un bloqueo de las jurisdicciones”.

Seguramente, ni estas acciones ni las reivindicaciones de los abogados habrían alcanzado el eco que han tenido sin las imágenes de las togas caídas. El método ha creado émulos. Profesores disconformes con la reforma del bachillerato han lanzado al suelo viejos manuales o material escolar.

Porque la situación es crítica. Porque estamos enterrando el oficio de profesor. Porque los profesores merecen algo más que el desprecio. El Liceo Francés de Barcelona en #huelga24enero

Y otras formas alternativas de contestación han surgido, algunas antes incluso de la revuelta de las togas, como los conciertos y ballets al aire libre de la Ópera de París, afectada por la desaparición de los 42 regímenes. O las coreografías de mujeres anti-Macron. Todo ha coincidido con el fin progresivo de la huelga permanente en los transportes, que durante un mes y medio dejó medio paralizado París.

[POR CULPA DE MACRON] ¡Acción de apoyo a los/las ferroviarios/as en la Estación del Este antes de ir a la primera manifestación salvaje!

Los parisinos vuelven a viajar en metro y cercanías sin mayores impedimentos y Macron sigue adelante con sus planes. La performance viral sustituye a la tradicional. Que funcione para torcerle el brazo al presidente, es otra cuestión.