En cuanto se ha conocido la noticia del fallecimiento del cineasta José Luis Cuerda, las redes sociales se han llenado de referencias y homenajes a la que probablemente es su película más conocida, Amanece, que no es poco (1989).
Normal: aunque Cuerda, nacido en Albacete en 1947, dirigió películas como La lengua de las mariposas y Los girasoles ciegos, este filme de surrealismo rural ("surruralismo", como él decía) se ha convertido en un título de culto en Internet. No es algo que nos hayamos inventado, lo tenemos hablado con todo el pueblo; pregunten por ahí si quieren.
Sobre estas escenas y diálogos absurdos en los que mezclaba referentes cultos y tradicionales, Cuerda decía en 2016 que “lo que escribo suele estar lleno de ocurrencias que pueden parecer disparates, pero que nacen de lo que ocurre; son tan realidad como la realidad misma. La realidad mental es tan real como la física o la comprobable científicamente, solo que con consecuencias distintas”.
La película, estrenada en 1989, recibió tres nominaciones a los Goya, incluyendo mejor guion, pero no se llevó ninguno (Cuerda acabaría ganando cuatro de estos premios, pero por otros trabajos). Su recaudación fue modesta y la acogida de la crítica, bastante tibia. Sin embargo, la cinta fue creciendo en aceptación a lo largo de los años. Además, las redes sociales ofrecieron un nuevo espacio a muchos de los seguidores de la película, ayudándoles a corear sus diálogos favoritos y mostrando la verdadera devoción que se tiene en Internet por Cuerda.
Uno de estos espacios era la ya difunta página de Facebook de Amanece, que no es poco, que congregaba hasta hace unos años a más de 200.000 seguidores y que además vivió la época de más popularidad de los perfiles en esta red social. El grupo compartía escenas de la película, a menudo relacionándolas con la actualidad. Por ejemplo, tras el anuncio de la repetición de las elecciones en 2016 (la repetición de Rajoy, no la de Sánchez), la página publicaba la escena en la que el alcalde convoca elecciones para el día siguiente.
-Pero alcalde -apunta uno de los vecinos-, ¿es que se ha vuelto loco? Habrá que hacer campaña, pegar carteles...
-¡Tampoco somos tantos! ¡El que quiera hacer campaña, que la haga esta tarde! ¡Carteles, no quiero ni uno, que ya nos conocemos todos las jetas!
Otra de estas páginas, Amanecistas, organiza gran parte de su actividad fuera de internet: en una de sus publicaciones más recientes anunciaba la “décima quedada amanecista” para finales de mayo. La página web del grupo recomienda además la “ruta amanecista” promovida por la Junta de Castilla-La Mancha desde 2010. Se trata de una ruta por los tres pueblos en los que se rodó la película: Ayna, Liétor y Molinicos. En la web de estos fans de Cuerda hay disponible un mapa de Google en el que están localizados los lugares en los que se rodaron las escenas de la cinta.
Las conocidísimas frases de la película también se corean en Twitter: cuando se emite por televisión, muchos tuiteros se reúnen a comentar las escenas, pero, sobre todo, para repetir sus diálogos favoritos, a veces usando etiquetas como #AQNEP o #AmaneceQueNoEsPoco. Casi como en Eurovisión o con la gala de los Goya. Cuando alguien va a Twitter a hablar de Dostoievsky, la respuesta más frecuente es: "Ah, pues muy bien, encantados. Ahora mismo bajamos".
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El propio Cuerda era un tuitero habitual. En su cuenta, con más de 150.000 seguidores, el cineasta compartía comentarios, casi siempre en tono de humor. En una entrevista publicada en 2015, el director hablaba a Verne de su labor en Twitter: "A veces me sorprendo porque escribo algo y pienso: Mira, esto tiene cierta altura poética, cierta agudeza analítica, cierta prestancia estilística. Y luego lo siguiente que escribo es una chorrada como un pino. Lo que busco es el humor, en Twitter o cuando escribo un libro o un guion. Yo sin humor no sabría vivir".
La película de Cuerda también es uno de los referentes del humor manchego de La hora chanante, otro ejemplo de comedia que ha encontrado gran parte de su público en internet. En 2018, durante la presentación en San Sebastián de la película Tiempo después (donde se recupera en parte el tono de Amanece), Joaquín Reyes afirmaba ser discípulo del director: “Cuando le conocí le dije: si tuviera que darte un euro por cada una de las ideas que te he copiado en Muchachada Nui y La hora chanante... Y me dijo: sí, dámelos”.