Siempre me ha gustado viajar. Puede que sea de las pocas actividades en el mundo en la que considere que el dinero no se gasta, sino que se invierte. Me hace ilusión aprender y conocer de lugares nuevos, culturas distintas, otros ritmos de vida y tradiciones. Creo que es una afición que comparto con mucha gente, pero… ¿Realmente vamos a poder juzgar bien esos lugares si nunca acabamos por conocer los sitios en los que nosotros mismos vivimos?
Hace unos días, una de las cuentas bot más famosas de fotografía de Twitter, @archillect, subió una foto del hipódromo de la Zarzuela. Lamenté a través de Twitter que no hubiera más madrileños recordando y señalando que esa foto era, en efecto, Madrid, y añadí que, el día que me lo pidiera alguno de mis 15 o 20 siempre fieles seguidores (gracias, loyals) que suelen leer ese tipo de hilos, crearía uno de abuelo cebolleta sobre lugares y edificios de Madrid que no son tan populares ni turísticos aunque sean verdaderas joyas.
Ellos me lo pidieron, pero como os podréis imaginar, si os estoy escribiendo aquí es porque esta vez el hilo… Se acabó yendo un poquito de las manos. Desde que lo publiqué el domingo 26 se ha compartido más de 27.000 veces, y eso a pesar de que no podremos visitarlos hasta que no avancemos en las fases de la desescalada. Míralo por el lado bueno: puedes descubrirlos desde tu sofá, tomar nota y hacer una visita en cuanto sea posible.
En este país, con todas nuestras diferencias, creo que todos coincidimos en saber que somos unos afortunados por disfrutar de nuestra cultura popular o nuestra gastronomía. Pero involuntariamente a veces dejamos de lado nuestro patrimonio artístico y arquitectónico. Y eso que lo podemos disfrutar sin ser historiadores o arquitectos (yo no lo soy).
Si conseguimos no dejarlo a un lado, podremos viajar a Bruselas valorando que la obra que le arrebató la Medalla de Oro al Atomium en su propia Expo de 1958 fue el Pabellón de los hexágonos y se encuentra en Madrid (aunque, por desgracia, en un estado de conservación no muy idóneo). Podrás recibir a tus amigos de Oporto devolviéndoles el favor de la visita a la Librería Lello llevándolos a otras de Madrid como la Bardón, que tampoco están nada mal, o a tus amigos de Roma diciendo que, aunque contra Miguel Ángel y la Capilla Sixtina no se puede competir, aquí Juan Carreño de Miranda también se dejó parte de la salud de su cuello para pintar la cúpula de una preciosa iglesia.
Aunque por desgracia otra gran parte de este patrimonio no es visitable durante la mayor parte del año, a lo largo del año se programan varias iniciativas que nos permiten adentrarnos en estos pequeños desconocidos para el gran público.
Por ejemplo, en otoño se celebra, desde hace cinco años, el festival Open House Madrid, un proyecto que nos permite disfrutar de visitas guiadas gratuitas por varios de los edificios incluidos en el hilo de Twitter, como el Instituto del Patrimonio Cultural de España o la Fundación Giner de los Ríos. Este año está previsto que se celebre del 12 de septiembre al 23 de octubre.
La Comunidad de Madrid, por su parte, organiza todos los años una edición de su iniciativa ¡Bienvenidos a Palacio!, gracias a la cual podemos conocer de cerca los interiores de ensueño de decenas de palacios de Madrid, como los palacios de Santoña o Fernán Nuñez. Por supuesto, las pocas entradas disponibles… vuelan. Este programa suele desarrollarse en primavera, pero este año se ha aplazado hasta el otoño, debido al estado de alarma y a la pandemia de Covid-19.
Si después de todas estas visitas te quedas con ganas de más, corporaciones como el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (cuyo edificio también merece ser visitado, por cierto) son una fuente inagotable de información y servicios para seguir conociendo estas y otras muchas joyitas de nuestra ciudad.
No quiero terminar sin sugerir que intentemos ser los mejores turistas de nuestras propias ciudades. Disfrutadlas. Exploradlas. Dejaos sorprender por ellas, porque lo harán. Antes de que sea tarde y alguien se vuelva a llevar pedacitos de ellas por delante y os prive de poder hacerlo en el futuro.
¿Has logrado ya un pleno de los 40 lugares que aparecen en el hilo? Yo tampoco. Y eso que llevo toda la vida en Madrid.