Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del Partido Popular en el Congreso, se ha dirigido a Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, con las siguientes palabras durante la sesión de control de este miércoles: “Usted es el hijo de un terrorista. A esa aristocracia pertenece usted, a la del crimen político”. La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha pedido a Álvarez de Toledo que retirara esta expresión, a lo que la portavoz popular se ha negado: “Era militante del FRAP” (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico). La respuesta de Batet: “Lo retiraremos del Diario de Sesiones".
Esto se ha recibido en redes sociales con acusaciones de censura e incluso con alguna referencia a 1984. Tanto Iglesias como Álvarez de Toledo, Batet, el FRAP y la palabra “terrorista” se han colocado entre las tendencias de Twitter a mediodía de este miércoles, sumando 100.000 mensajes con al menos alguno de esos términos.
Cuando se retira parte de la intervención de un diputado del Diario de Sesiones, sus palabras no se borran, sino que permanecen en las actas, tal y como confirman a Verne desde el departamento de comunicación del Congreso. Sí figura una nota en la que se dice que estos términos se han retirado.
Dado que aún no se ha publicado el acta de la sesión de este miércoles, podemos ver todo el proceso con un caso anterior. El pasado 6 de mayo, Adriana Lastra, portavoz socialista, llamó "cacatúa" a Teodoro Egea, secretario general del PP. La palabra aparece entre corchetes en el Diario de Sesiones: "¿Podría mencionarnos, por favor, usted o la [cacatúa] que tiene detrás —que no deja de hablar mientras yo estoy interviniendo— en qué informe o estudio se basa usted para decir que el confinamiento ya no tiene sentido?". También figura una nota al pie que dice lo siguiente: “Palabra retirada por la Presidencia de conformidad con el artículo 104.3 del Reglamento de la Cámara”.
Este artículo del reglamento recoge que se podrá llamar al orden a los diputados que profieran ”conceptos ofensivos al decoro de la Cámara o de sus miembros, de las Instituciones del Estado o de cualquiera otra persona o entidad”. La presidenta podrá pedir a este diputado que retire las ofensas y además ordenar que no consten en el Diario de Sesiones.
En este caso no se pidió a Lastra que retirara sus palabras durante la sesión. Algo parecido ocurrió en la sesión del 21 de noviembre de 2018. Gabriel Rufián, portavoz de ERC, llamó “fascistas” a Ciudadanos durante un duro enfrentamiento con Josep Borrell, entonces ministro de Asuntos Exteriores, que acabó con la expulsión del independentista del hemiciclo. Era la primera vez que ocurría algo así desde 2006. Tras este incidente, Ana Pastor, presidenta del Congreso, dijo que retiraría del Diario de Sesiones de las palabras "golpista" y "fascista", que llevaban días cruzándose diputados del PP y Ciudadanos con los de ERC.
Si consultamos el Diario de Sesiones de ese día en la web del Congreso, podemos leer cómo aparecen esas palabras de Rufián: “Como avisamos ayer, cada vez que el Grupo Parlamentario Ciudadanos nos llame [golpistas], les llamaremos [fascistas]". Las palabras "golpistas" y "fascistas" aparecen entre corchetes y con la misma nota al pie que en el caso de Lastra. Esta nota también se puede leer en otra intervención del mismo día de Juan Carlos Girauta, entonces portavoz de Ciudadanos, que acusó al Gobierno de pretender “indultar a los golpistas”. E incluso en las intervenciones de Pastor cuando se refería a la retirada de estos términos.
En el 'Diario de Sesiones' aparecen hasta impresoras
Por poder, se pueden retirar incluso gestos. El 16 de septiembre de 2015, el diputado de Amaiur Sabino Cuadra arrancó páginas de un ejemplar de la Constitución durante su intervención. Unos días más tarde, Jesús Posada, presidente entonces del Congreso, le ofreció la posibilidad de retirar esa ofensa. Se negó, y Posada decidió retirar el acto teatral de Cuadra. Así consta en el Diario de Sesiones, que en este caso no detalla qué hizo el diputado:
“Por eso la solución tiene que ir por que estos artículos desaparezcan (Gesto retirado por el señor presidente de conformidad con el artículo 104.3 del Reglamento de la Cámara) y por que haya un reconocimiento claro y directo de la voz y la palabra para Cataluña, para Euskal Herria y para Galicia. ¡Visca Catalunya lliure! (Fuertes protestas)”.
El Diario de Sesiones puede recoger gestos cuando se considera conveniente. Por ejemplo, el 13 de septiembre de 2017, Gabriel Rufián tomó la palabra y pasó lo siguiente, según explican las actas: "Esto es lo que están persiguiendo. (Saca y muestra una impresora. Rumores). No se pongan nerviosos. Este es el cuerpo del delito".
Volviendo a Pastor y a su intervención de noviembre de 2018, además de retirar los insultos del Diario de Sesiones, la presidenta soltó una buena reprimenda a los diputados: “Esta es la casa de la palabra, pero la palabra no se puede utilizar por ninguno para insultar". El Diario de Sesiones, explicó la presidenta, "lo leerán no mañana, sino dentro de cien años, y esta generación, que posiblemente tendríamos que representar lo mejor de la historia de España después de estos 40 años de democracia, estamos demostrando, especialmente en el pleno de este miércoles, que no utilizamos bien la palabra que nos han dado los españoles para representarles y tampoco utilizamos bien nuestro modo de estar, porque no solo hay insultos verbales en este hemiciclo, hay falta de respeto a la Presidencia, hay actitudes que son absolutamente impresentables”.
La advertencia de Pastor de que el Diario de Sesiones se podrá leer dentro de cien años no es solo un recurso retórico: en la web del Congreso están disponibles estos diarios desde 1808.