Mark McCoy es arqueólogo y profesor en la Universidad Southern Methodist (Dallas, Estados Unidos). Siempre ha sido “muy consciente de su privilegio blanco”, como cuenta a Verne por teléfono. En los últimos días quizás algo más: esta semana recordó que él fue arrestado hace más de 20 años por el mismo delito que George Floyd. Pero a él no le pasó nada.
Resumió su historia en un tuit que desde este lunes se ha compartido más de 600.000 veces: “George Floyd y yo fuimos arrestados por haber usado, presuntamente, un billete falso de 20 dólares. Para George Floyd, un hombre de mi edad, con dos hijos, fue una sentencia de muerte. Para mí, es una historia que a veces cuento en fiestas. Esto, amigos, es privilegio blanco”.
El domingo estaba viendo las noticias con su familia, siguiendo lo ocurrido tras la muerte de Floyd a manos de un policía blanco. “No conocía los detalles concretos. Fue mi hija de 12 años quien me explicó qué había ocurrido” y que Floyd había sido detenido por ser sospechoso de haber pagado con un billete falso. McCoy explica que se sintió abrumado al enterarse.
Le pasó en Springfield (Massachussets), en 1994. Por aquel entonces tenía 18 años, estaba de viaje, solo, y tenía que cambiar de trenes en esa ciudad. Como tenía tiempo, fue a sacar dinero y a comprar algo de comida que llevar al tren. Cuando salió del local, se encontró con que la policía le estaba esperando en la puerta. “Yo no lo sabía, pero el billete que había usado para pagar era falso”.
La policía activó la sirena del coche patrulla para llamar su atención y hacerle unas preguntas. McCoy fue arrestado y pasó una noche en prisión. El trato fue en todo momento correcto. Un tiempo más tarde tuvo que presentarse ante el juez, se declaró inocente y fue sentenciado a seis meses de libertad condicional. Ni antes ni después ha tenido ningún otro problema con la ley.
El profesor estadounidense decidió compartir su experiencia en Twitter el lunes, donde solo le seguían 150 personas. Explica que se sintió “inspirado por un artículo de Barack Obama en el que llamaba a los estadounidenses a hacer algo positivo que ayudara a cambiar la situación”, pero no esperaba mucha repercusión de un breve mensaje en esta red social: “Creía que lo verían mis colegas de trabajo y que a lo mejor ayudaría a humanizar a George Floyd”. Este jueves por la tarde, tres días después del tuit, le siguen más de 11.500 personas. Su mensaje suma dos millones de me gusta.
Las respuestas a su historia han sido mayoritariamente positivas, si bien es cierto que no las ha podido leer todas (suma cerca de 6.000). Entre los comentarios, hay personas racializadas que han expresado “su preocupación cuando tienen que interactuar con la policía”. Algunas personas blancas han compartido experiencias como las de McCoy, en las que la policía les ha tratado de forma “positiva y cortés”.
McCoy cuenta que siempre ha tenido claro su "privilegio blanco” y que no es algo de lo que se haya dado cuenta ahora. Explica que durante su infancia en Delaware, por ejemplo, vio el fin de la segregación en las escuelas. Desde entonces es “muy consciente del trato diferente que pueden recibir las personas de color”.
Gracias por compartir tu experiencia. Deja claro el privilegio que permite a las personas blancas arreglar sus “errores” y del que no disfrutan las POC [personas de color], especialmente las negras”.
A mí ni siquiera me arrestaron. El dependiente dijo: “Este billete no vale” y me lo devolvió. Privilegio de chica blanca.