Jordi García, del estudio de animación 23lunes, cuenta a Verne que una noche durante las semanas de confinamiento, "más tarde de lo que debería", se topó con uno de los vídeos más populares en redes de los últimos meses en España: el de Hermann Schreiber, el anciano con alzhéimer que tocaba la armónica y al que Tamara Sayar, su cuidadora, le hizo creer que los aplausos a las ocho de la tarde de los balcones eran para él y su concierto particular. Después de que su historia se popularizara, esos aplausos comenzaron a ser realmente para Schreiber: los vecinos comenzaron a salir a escucharle y a aplaudirle. “Me pareció muy bonito y una fantasía en sí mismo, y de ahí surgió la idea de hacer algo con ello”, explica por teléfono García. De esta manera, comenzó a trabajar en la creación de Hermann, un corto que busca homenajear esta historia y a todos “los héroes de marzo de 2020”.
Hermann, enfermo de alzhéimer, en el vídeo en el que toca la armónica mientras sus vecinos aplauden.
El corto, publicado el 16 de junio, acumula miles de visitas en YouTube en la publicación original, y también se ha difundido a través de diferentes perfiles de Twitter y Facebook. En él, se cuenta a través de dibujos animados la historia de este anciano, cambiando la armónica por el violín y sumando toques de fantasía. Al comienzo, se ve cómo el protagonista, Hermann, se prepara en la soledad de su camerino cuando su asistente, papel que homenajea a Tamara, le dice que el público ya está listo para su actuación. Tras unos momentos en los que se ve cómo toca el violín ante el público de un auditorio, la imagen cambia a la habitación de una residencia. En realidad, Hermann se estaba imaginando todo y su hija le dice al teléfono que le quiere ver pronto.
“Quería explorar en qué pensaba Hermann cuando hacía esos conciertos. Lo único real es en realidad lo que tú vives”, cuenta García. Para llevar a cabo el corto, el director no pudo esperar mucho y rápidamente se puso manos a la obra: “Aunque la noche anterior me había acostado muy tarde, ese día me levanté bastante temprano porque estaba con el picor de hacerlo ya. Me puse a escribir el guion y en una media hora lo dejé listo”. Para poder llevar su idea a cabo, García contó con el apoyo de otras 15 personas de 23lunes, que hicieron el proyecto telemáticamente durante casi dos meses de manera altruista.
De esta forma, prácticamente todas las partes del corto han sido creadas desde casa “a través de Zoom o Skype”, asegura García, que también ha dirigido el cortometraje. La excepción se produjo en la última semana y media, cuando el equipo por fin se vio las caras para hacer los últimos ajustes de color en la oficina.
Con el fin de trasladar la historia lo mejor posible, desde el comienzo del proyecto el equipo del corto se puso en contacto tanto con Tamara Sayar como con los hijos de Teresa Domínguez, la esposa de Hermann. Sobre estos últimos, García explica: “Lo único que no querían era exponerle a él demasiado, ya que por su situación tampoco han concedido entrevistas”. Con quien sí han tenido un trato cercano ha sido con Sayar, a quien, según cuenta el director, querían regalar algo “hecho sin ánimo de lucro, que le dejase un buen recuerdo de estos meses”. Un propósito que, según asegura el director, parece cumplido. “Tamara nos dijo que viendo el guión había sentido lo mismo que le decía la gente que sentía cuando veía su vídeo”, cuenta García.