Arturo Domínguez tiene más de cuatro meses trabajando desde su casa, cuando inició la contingencia sanitaria por la Covid-19 en México. El diseñador de 29 años considera que no se le da bien la cocina, por lo que prefiere acudir a restaurantes o adquirir comida preparada a domicilio. “Creo que es mejor comprar por la aplicación y recibirlo en casa que fracasar haciendo de comer y más con tanto trabajo”, indica, vía telefónica. Aunque la mayor parte del tiempo Domínguez recibe su comida en empaques de papel o de cartón, indica que también le envían contenedores de plástico y unicel.
Por su parte, Patricia González prefiere pedir directamente a los establecimientos cercanos a su vivienda, al sur de Ciudad de México. “Pido a una fondita (restaurante local), al mercado y a un restaurante de pizzas que apenas pudo abrir hace un par de semanas”, cuenta por teléfono. “En el caso de las sopas, suelen envolverlas en mucho plástico para que no se derrame”, detalla.
Quédate en casa y pide desde ahí
El confinamiento por la pandemia detonó las órdenes que se hacen de comida a domicilio en las principales ciudades del país. De marzo a julio, los restaurantes de las zonas metropolitanas tenían prohibido abrir sus cortinas y solo podían hacer ventas directas a los hogares. En las últimas semanas, los negocios de alimentos preparados tienen permitido admitir comensales solo si no se rebasa el 30% de la capacidad del local. “Las entregas fueron la única salida que tuvimos para no cerrar definitivamente”, dice a Verne Gustavo Cervantes, propietario de un establecimiento de pizzas en la colonia Narvarte. “Representa un gasto adicional para nosotros, porque tenemos que invertir en todos los aditamentos para entregar los pedidos seguros hasta la casa del cliente”, comenta.
Según el estudio Consumo en apps de comida a domicilio durante el Covid-19 en México elaborado por la iniciativa Fintonic, el uso de aplicaciones dedicadas a la entrega de alimentos (Rappi, Uber Eats o Sin Delantal, entre otras), aumentó 80% desde el inicio de la contingencia. Además, se estima que para 2022 haya más de 34 millones de usuarios haciendo uso de estas herramientas.
Crece el consumo, crecen los desechos
Aunque no hay cifras oficiales después de la contingencia, en un día normal en Ciudad de México se generan 13.000 toneladas de desechos, de acuerdo con datos del Gobierno capitalino. Por ello, el año pasado se prohibió el uso de bolsas de plástico de un solo uso, y en 2021 estarán prohibidos los popotes, contenedores, tapas, cubiertos y una decena más de productos plásticos. “Nosotros cumplimos con la norma, pero vemos que muchos puestos en la calle siguen dando envases de plástico para llevar”, dice Cervantes. Con 34 años, González suele pedir dos órdenes de tacos al pastor cada fin de semana para compartir con su pareja, con lo que se dio cuenta de la cantidad de plástico que genera en una sola petición. “Una bolsa para la salsa, envases pequeños para los limones, los platos, el envoltorio de los tacos y la bolsa en la que viene todo”, detalla.
Rodrigo Ramírez, quien también ha trabajado desde su hogar desde finales de marzo, notó que su cesto de basura se desbordaba cada que pedía una orden de comida. “Aunque sean de cartón o de papel, son desechos que tienen que ser tratados de alguna forma como reciclaje”, dice a Verne, vía telefónica.
Con esa premisa, Ramírez creó una iniciativa llamada Boomerang, con la que planean surtir de contenedores de acero inoxidable que los locales de comida puedan reutilizar después de 24 horas. “Es un reto, porque los clientes no están acostumbrados a regresar nada, pero con esto los restaurantes dejarían de gastar en artículos de plástico”, comenta. Por ahora, se encuentran haciendo pruebas con algunos establecimientos del centro de la capital.
El plástico no es una alternativa para evitar contagios
Diversas empresas y agrupaciones de empresarios en México han expresado que los artículos de plástico son la alternativa más segura para consumir alimentos. Al inicio de la contingencia, varias organizaciones demandaron que se reconsiderara la prohibición de bolsas y artículos de plástico.
De acuerdo con un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, puede sobrevivir hasta tres días en superficies elaboradas con plástico, contradiciendo los argumentos presentados por la industria. “No existe evidencia científica que respalde dicha petición”, dice la organización Greenpeace México en un comunicado.
Para Ramírez, además de la seguridad sanitaria, se trata de un asunto en donde el futuro ambiental está en riesgo. “Tenemos que pensar y aplicar soluciones que sean útiles tanto a los consumidores como a los dueños de negocio”, finaliza.