En noviembre de 2016, el estadounidense Jamal Hinton, que tenía 17 años, recibió un mensaje por error en su móvil. Era Wanda Dench, que pensó que invitaba a su nieto para la cena de Acción de Gracias. Primero, Hinton le preguntó quién era, luego intercambiaron un par de selfies y confirmaron que no eran parientes. Sin embargo, Hinton no desperdició la oportunidad: “¿Aun así puedo tener un plato [en la cena de Acción de Gracias]?”. La respuesta de Dench no pudo ser más alentadora: “Claro que sí. Eso es lo que hacen las abuelas… Dan de comer a todo el mundo”.
Desde entonces, cada año, Hinton (ahora con 21 años) y Dench (63) se reúnen en familia para celebrar una de las fechas más importantes del calendario estadounidense. En general, él va desde Phoenix (Arizona) hasta la ciudad vecina de Mesa, que queda a unos 30 minutos, donde vive Dench. La única excepción hasta ahora fue la celebración del año pasado, en casa de Mikaela Grubbs, novia de Hinton.
La historia se publicó en redes y medios de comunicación y los participantes siempre comparten fotos de sus encuentros en Twitter. Wanda Dench incluso tiene su propio artículo en la base de datos de memes KnowYourMeme, donde es conocida como Thanksgiving Grandma (Abuela de Acción de Gracias).
Este fue su quinto Día de Acción de Gracias juntos. Esta vez, sin embargo, había un hueco en la mesa. Lonnie Dench, el marido de Wanda, falleció en abril por complicaciones de la covid-19. Como explica el Washington Post, los Dench se contagiaron de coronavirus y Lonnie, que también desarrolló neumonía como una de las consecuencias del virus, no sobrevivió. En Estados Unidos la pandemia ya ha costado la vida de más de 263.000 personas, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Como recoge la CNN, los Dench (Wanda, su hija y su nieto) decidieron celebrar la cena de Acción de Gracias el pasado viernes 20 de noviembre con Hinton y su novia. Así tuvieron tiempo de hacerse las pruebas de covid antes de reunirse con sus respectivas familias para este día, que se celebró el jueves 26. En una declaración para este medio, Dench confesó que "no tenía muchas ganas porque Lonnie no iba a estar allí. Los últimos siete meses han sido muy difíciles, pero esto ha sido muy importante para mí". "Al principio era triste -añadió Hinton-. Teníamos una foto de Lonnie en la mesa con una vela encendida y todos estábamos nerviosos, pero al cabo de cinco minutos ya éramos de nuevo nosotros mismos".
Esta inusitada relación se ha mantenido durante los últimos años. Como explica el The New York Times, las dos parejas quedaban a menudo para comer, como recuerda Dench. De estos encuentros, para Hinton, quedan los recuerdos: “Siempre recuerdo a Lonnie mirando el lado positivo de las cosas. Le habría gustado que celebráramos su vida en lugar de odiar la covid y odiarlo todo”.