El pasado 12 de noviembre, la sonda Philae se desprendía de la nave Rosetta y aterrizaba en un cometa, una gesta que no se había conseguido antes en la historia. Ese día, la misión espacial atrajo el interés de medio mundo, acaparó tuits y titulares. Pero, en los días siguientes, otro objeto le ha robado el protagonismo a la nave: la camisa que vestía Matt Taylor, jefe científico de operaciones de la Agencia Espacial Europea; una camisa estampada con dibujos de mujeres con poca ropa y actitud sexy. Apareció con ella dando entrevistas y explicando cómo había ido la misión. Y, entonces, empezó la polémica: ¿se trata de machismo o de un gesto espontáneo de un científico excéntrico?
Rápidamente surgieron dos bandos en las redes sociales: aquellos que defendían a Taylor y los que consideraban que esa camisa era intolerable. Los argumentos a favor del científico hablaban de sus logros profesionales, defendían su espontaneidad y restaban importancia a la ropa que llevaba. Con el hashtag #SupportMattTaylor (apoyo a Matt Taylor) y #IAmNotOffended (no me siento ofendido) se han tuiteado montajes defendiendo que la camiseta que llevaba no era lo importante.
La polémica multiplicó el viernes pasado cuando, durante una videoconferencia para hablar sobre el estado de la misión, Taylor pidió perdón públicamente:
Cometí un gran error. He ofendido a mucha gente. Lo siento mucho
Después se supo que la polémica camisa era un regalo de una amiga de Taylor que le había diseñado especialmente para su cumpleaños. Pero las disculpas del científico no han apagado el debate, que ha alcanzado su punto máximo este fin de semana y que no solo ha tenido lugar en internet, sino que también han recogido sobre todo los medios anglosajones. Este lunes, el debate continúa. Y el polémico alcalde de Londres, Boris Johnson, ha echado más leña al fuego al dedicar una tribuna en The Independent para defender a Taylor:
Debe haber espacio en nuestro mundo para la excentricidad, incluso si ofende a los mojigatos, y lugar para actitudes que se salen de lo establecido y que a menudo van con los genios. El doctor Taylor merece el aplauso de nuestro país y aquellos que lo han vapuleado deben rectificar y disculparse.
¿Es un acto machista o un gesto desafortunado? Puedes dejar tu opinión en los comentarios.