Ni amigovio, ni postureo, ni dron. Selfi (sin la e) es la "palabra del año" para la Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución especializada en resolver dudas sobre el uso de la lengua. Esta es la segunda ocasión en que la Fundéu, que cuenta con asesoramiento de la RAE, elige su palabra del año (en 2013 fue escrache): se busca no la más bonita, original o novedosa, sino una que destaque por su presencia mediática y por el interés lingüístico que genere "por su formación o por la fuerza de su penetración en el lenguaje común".
Si también te estás preguntando cómo hemos llegado a esto, aquí van unas pistas...
¿Por qué 'selfi'? Ya puestos... ¿sobraba la 'e'?
En un principio hasta han tenido que aclararlo.
En 2013 la Fundéu aún recomendaba autofoto. Ha sido en 2014 cuando ha aceptado, a su manera, lo de "selfi". Selfie viene de self (‘auto’ o ‘a sí mismo’). El director general de la Fundación, Joaquín Muller, explica que se buscó una adaptación que "además en este caso no ofrecía problemas desde el punto de vista de la pronunciación ni de la representación gráfica". Ajustar la grafía suele ser lo habitual en estos casos: el ejemplo que citan es estándar, del inglés standard. Como pronunciamos "selfi", la "e" se ha quedado fuera.
No ha sido un anglicismo "fácil de doblegar", según el subdirector de la institución lingüística, Javier Lascuráin. "Consultamos a nuestro Consejo Asesor, pulsamos la opinión de nuestra activa comunidad en las redes sociales y entendimos que era el momento de emplear otra de las opciones que nos da el español: la de adaptar a la ortografía de nuestra lengua", dijo Lascuráin a través de la agencia EFE. "¿Nos arrepentimos entonces de haber propuesto la alternativa autofoto y por eso apostamos ahora por la adaptación selfi?" No, se podrán seguir usando ambas opciones porque a partir de ahora quedan registradas.
¿En qué quedamos, es una selfie o un selfie?
En lo que más te apetezca. "La forma inglesa en textos en castellano se emplea en masculino y en femenino (el selfie/la selfie)", según explica Fundéu. La adaptación selfi puede considerarse también ambigua en cuanto al género (el/la selfi), como el/la mar, el/la armazón y otras muchas palabras. El plurar es "selfis".
¡¡¡¡Hacerse una foto a uno mismo no es nuevo!!!!
Efectivamente, lo de hacerse un autorretrato con una cámara no es algo inventado en el siglo XXI. Basta darse un paseo por Google o buscar artículos como este de The Guardian con ejemplos del siglo XIX y principios del 20 (algunas de esas fotos incluso ya con la postura de brazo estirado y grupo de gente apretándose para salir). Entre estas dos autofotos, la antigua y la del espacio, han pasado 174 años:
¿Al menos la palabra 'selfie' sí es nueva?
Sí, es una palabra jovencísima y muy de internet. En poco más de una década se ha convertido en uno de los términos nuevos que más ha calado en el lenguaje en los últimos años. Los editores de los diccionarios de Oxford eligieron selfie como la 'palabra del año 2013' después de calcular que su uso entre los angloparlantes había crecido en un 17.000%. Los académicos aseguraron que el vocable estaba documentado desde 2002 y, hoy por hoy, esta es la definición que tiene en el famoso diccionario: "Fotografía que uno se toma de sí mismo, generalmente con un teléfono inteligente o una cámara web y compartida en medios sociales".
¿Seguro que en español también está tan de moda?
Antes de que la Fundéu decidiera capar el término para castellanizarlo, en Google.es Qué es selfie fue la principal tendencia entre las búsquedas que empiezan con "Qué es" en 2014. Ahora mismo, si buscas en Google.es la palabra selfi aparecen 1,57 millones de resultados; con selfie la cifra se eleva a 243 millones.
¿Y la RAE qué dice de esto?
La RAE dice que autorretrato. El pasado octubre, el diccionario incluyó 5.000 nuevas palabras a su edición -como papichulo-, pero dejó fuera selfie, selfi y autofoto, aunque esta última parece que de momento es la opción menos mala, según esta recomendación desde su cuenta de Twitter:
¿Quién es el culpable de esta moda?
(Casi) todos. Selfie se hizo popular en redes sociales (es un hashtag clásico en Instagram) y posteriormente en medios anglosajones y después fue adoptada en el resto del mundo. Ahora los selfies están ahora por todas partes: se han convertido en un término y una práctica muy del día a día, tanto en la vida cotidiana como en redes sociales y medios de comunicación. La prueba es que con las fotos de estos días de Navidad probablemente habrás tenido dos opciones: o salir en el selfie o explicar que odias los selfies.
Basta recordar la avalancha de titulares sobre los selfies de Obama en el funeral de Mandela o todo lo que se comentó el primer selfie que se dejó hacer el Papa Francisco, o los que se hacen los Reyes de España.
Las celebrities terminaron la tarea de convertirlo en un asunto mundial: la autofoto de Ellen DeGeneres y compañía en la gala de los Oscars -que, por cierto, resultó ser una estrategia de marketing de la marca del teléfono con el que se tomó- es el tuit más retuiteado (más de 3,369 millones de RTs). En España, el tuit más popular hasta el momento también es un selfie: el de Pasapalabra, con motivo del bote histórico de 1,3 millones de euros, supera los 151.000 RTs. Además, los famosos han popularizado la técnica del selfie en sus redes sociales y, tras ellos, los políticos.
¿No hay demasiada tontería alrededor del 'selfie'?
Bueno, eso es cuestión de gustos. Lo único cierto es que este tipo de fotos dan mucho que hablar (especialmente las de celebrities, deportistas, políticos...) Este año hemos aprendido, por ejemplo, que si un mono se hace una foto con tu cámara la imagen no tiene derechos de autor, aunque la cámara sea del fotógrafo profesional que le estaba retratando. En un plano más trágico, este año han sido noticia varios accidentes mortales que ocurrieron en el proceso de tomarse una selfie, como la pareja que se cayó por un acantilado en Portugal, una joven que iba al volante, otro que se subió en Jaén al vagón de un tren de mercancías para hacerse una selfie extrema...
¿Soy yo o hacer un selfie bien no es tan fácil como parece?
No estás solo: la mayoría no tenemos la destreza de Ellen DeGeneres ni la sorprendente maestría de los niños y adolescentes de la familia. Por supuesto, la respuesta está en internet, con abundantes ejemplos de tutoriales y guías sobre cómo salir bien en un selfie.
Si tampoco tienes superpoderes para estirar el brazo o no quieres decirle a alguno de tus amigos que te sobran en la foto puedes optar por el selfie stick. O, lo que es lo mismo, el palo de las selfies. Ahí hay negocio: la semana considerada antesala a las navidades (con permiso del Black Friday) las ventas crecieron más de un 400%, según datos de la plataforma de venta online Amazon España.
¿Y no había otras palabras para ser 'palabra del año?
Otras candidtas se han quedado sin el simbólico premio. Los filólogos y periodistas que trabajan en la Fundéu BBVA habían hecho una primera selección de entre las más de 300 dudas que la Fundación ha resuelto este año. Estas son las que quedaron finalistas:
- Nomofobia, neologismo que designa el miedo a no estar conectado
- Apli, acortamiento de aplicación propuesto por Fundéu como alternativa al popular app
- Árbitra, un femenino cada vez más usado
- Impago, la palabra que en español sustituye al anglicismo default.
- Abdicar, suscitó algunas dudas sobre su uso (¿se abdica el trono o al trono?)
- Ucraniano, por las dudas sobre el gentilicio
- Ébola, una de las palabras más buscadas en Google.es este año
- Superluna, después de que este año se pudiera disfrutar varias veces del espectacular fenómeno que hace que la Luna parezca más grande
- Postureo, palabra de moda en redes sociales y muy novedosa sobre el arte de aparentar
- Dron, ese aparato volador que parece abrir nuevas posibilidades en muchos campos
- Amigovio, una voz común en varios países para referirse a las personas que tienen una relación de menor compromiso formal que un noviazgo pero que en España causó cierta gracia con su incorporación a la nueva edición del diccionario de la RAE