Selfi (sin e) se convirtió en la palabra del año 2014 para la Fundéu. La institución, que vigila el uso correcto del lenguaje, eligió castellanizar el término anglosajón por su actualidad, por su presencia en los medios y por su interés lingüístico. Un año antes, los editores de los diccionarios de Oxford la eligieron también después de calcular que su uso entre los angloparlantes había crecido en 2013 un 17.000%.
Una vez popularizado y extendido el término y su uso, llegó la herramienta para mejorar la técnica. El palo para hacer selfies, monopie o selfie stick fue proclamado uno de los 25 mejores inventos de 2014 por la revista Time y ha sido uno de los regalos estrella de esta Navidad. Un artilugio que permite marcar cierta distancia con la cámara para que así quepan todos en el plano, incluidos monumentos o paisajes vacacionales de los que presumir en redes sociales. El accesorio se adapta a móviles y cámaras ligeras y se activa a través de un disparador remoto en el mango.
Nosotros ya lo hemos probado. Estas son las tres grandes ventajas y los tres grandes inconvenientes de este invento. Tú eliges si estás a favor o en contra del selfie stick:
A favor
- Ayuda a mejorar la composición fotográfica. No solo para hacer selfis indivuales o grupales desde un punto de vista elevado. También permite captar imágenes con ángulos diferentes a los que estamos acostumbrados a ver. Esta funcionalidad convierte el palo en una herramienta muy eficaz para fotografiar o grabar una manifestación o un concierto. En Gran Bretaña su uso se ha prohibido en los estadios de fútbol porque puede ser usado como un arma.
- Ayuda a paliar el efecto del pulso en las grabaciones. Reduce los típicos temblores que produce la vibración de nuestras manos al sujetar la cámara o el teléfono. Incluso existen versiones ideadas para evitar estos problemes como la que venden en Photojojo por unos 200 euros. También se puede optar por aplicaciones que mejoren la estabilización óptica como Hyperlapse (de momento solo disponible para iPhone).
- Permite ver el resultado antes del disparo. Pedirle a alguien que te haga una foto es una de las mejores formas de socializar, o incluso ligar, que brinda la fotografía. Como dice TechCrunch, las manos de otra persona son el "selfie stick original". El problema es que esto puede ser un mal negocio si no damos con la persona adecuada. El monopie elimina este inconveniente. Y cada vez aparecen más cámaras que permiten girar la pantalla.
En contra
- Las fotos terminan pareciéndose demasiado por usar el palo siempre desde arriba. En ningún lugar está escrito que tengamos que usar siempre el mismo tipo de plano ligeramente en picado a la hora de hacer la foto. Pero lo cierto es que el 90% de los que lo usan suelen hacer así sus selfis. ¿Alternativas? Intentar captar es un plano completamente cenital, jugar con las perspectivas...
- Es un incordio llevarlo encima y hay que tener cuidado al usarlo. Los monopies para móviles suelen ser bastante ligeros, pero incluso plegados son algo grandes para cargar con ellos todo el día. Posibles altercados con el palo: darle un golpe a alguien, algo habitual en lugares concurridos; romper la cámara o el móvil por no haberlo sujetado correctamente.
-Contribuye al mal de Narciso. Según mitología la diosa Némesis hizo que Narciso se quedase absorto de su propia imagen y acabase ahogándose en las aguas en las que se reflejaba. Precisamente lo que resulta más nefasto de estos palos es que favorecen que nos miremos demasiado el ombligo. Si te has ido de viaje y a la vuelta, cuando enseñas las fotos, todo el mundo se queda perplejo de que salgas chupando cámara constantemente, no lo dudes: tienes que desengancharte.