Seis segundos son suficientes para contar un buen chiste. Esto puede probarlo un grupo de comediantes españoles populares en Vine, la red social propiedad de Twitter que permite compartir vídeos de hasta seis segundos que se reproducen en bucle. Nada mejor para el humor que la repetición. “A la gente le hace gracia la primera vez, y lo vuelves a ver y a la tercera o cuarta te hace más gracia, es la magia que tiene el tema de los bucles”, dice el guionista de televisión e internet Isaac Fernández Corrales, de 34 años, que tiene más de 50.000 seguidores en esta plataforma en el momento de escribir estas líneas.
Este grupo de viners españoles realiza vídeos en conjunto y, al igual que ocurre con algunos tuitstars, llegan a un público que interesa a las marcas, así que en ocasiones ganan dinero haciendo publicidad en sus vídeos.
"Vine es un formato súper diverso en el que pueden aparecer creativos de cualquier rama: de radio y televisión, guión, locución e incluso doblaje", dice Teresa Segura, de 30 años, con más de 18.000 seguidores y que viene del universo de la principal plataforma de vídeo, Youtube, de donde han salido varios de estos nuevos comediantes. Segura trabaja como productora desde hace años con David Fernández Sainz-Rozas –otro viner y youtuber con más de 64.000 seguidores– en la popular serie de comedia por internet, Malviviendo.
"Es más difícil ver un vídeo de 10 o 20 minutos que ver un Vine de seis segundos", dice Saúl Tijeras de 27 años y con casi 60.000 seguidores. Para el periodista Darío Manzano la red social se adapta naturalmente y de forma "cómoda" al consumo de comedia, pues se trata de "cápsulas de humor de seis segundos". Los bucles o repeticiones que tiene cada vídeo no son comparables con los seguidores, en el caso de Jorge Cremades con más de 46.800 seguidores, la cantidad de bucles de sus vídeos alcanza más de 25,3 millones. El consumo en Vine es directo y repetitivo.
Jorge tiene 27 años y la creación de vídeos por Vine e internet cambió su profesión: "Yo era técnico informático y me aburría la rutina, me di cuenta que hacer vídeos era parte de mi vida así que decidí estudiar arte dramático. En Alicante hice unos anuncios de publicidad e hice una gala a raíz de los vídeos", dice el creador de Memeofuera, un vídeo blog (o vlog) de comedia en el que empezó a realizar contenidos multimedia.
Aunque ninguno de los viners entrevistados toma más de 30 minutos al día para producir sus vídeos, coinciden en que las opciones que da la red social para editar fuera del móvil los contenidos permiten que la experimentación sea mayor. Algunos utilizan programas como el iMovie en el propio móvil, pero otros modifican sus ideas en el ordenador: hacen un guión, graban y luego producen y editan.
Todo pensando en solo seis segundos. Los chistes en Vine, como ocurre tantas veces en internet, son directos, libres y ácidos, cargados de frases y críticas que podrían ofender o herir sensibilidades. Pero a pesar del humor negro que a veces usa este grupo de comediantes –que no rechazan la idea de incursionar en teatro o televisión- reciben más comentarios positivos que negativos de sus seguidores.