El último fin de semana de agosto tuvo lugar en Francia la carrera de montaña más importante del planeta: Ultra Trail du Montblanc, 170 kilómetros a pie bordeando el macizo montañoso que da nombre a la prueba. Además del material obligatorio de la competición –gorro, chubasquero, silbato, manta térmica…– hubo tres corredores que cargaron algo más durante todo el recorrido: un anillo. Al llegar a meta, exhaustos, se lo entregaron a sus (futuras) esposas. No son los primeros en hacerlo.
“170 kilómetros, 29 horas y 24 minutos me dieron tiempo para pensar en esa chica increíble que conocí hace siete años”, explica el corredor Dominic Grossman en Instagram. “Escondí el anillo en el bolsillo con la manta térmica y corrí con él todo el día. Se lo oculté en las narices a Kate mientras ella recargaba mi mochila en los puestos de avituallamiento. Cuando las cosas se pusieron difíciles, yo le decía que estaba corriendo por ella, pero ella no supo de lo que estaba hablando hasta el final… Cuando crucé la meta, apareció mi línea de salida”.
Kate (ahora, Kate Grossman) dijo “sí, quiero”, al igual que otras dos mujeres después de ella: con 37 horas de carrera en sus piernas un español, Ismael Cebador, era el que pedía matrimonio a Rocío García. Ocho horas después de Cebador, era un corredor polaco, Miroslaw Laskowski, el que lo hacía. Ambos obtuvieron también un "sí" por respuesta.
Aprovechar una reto épico como puede ser una carrera de resistencia para afrontar otro reto como puede ser una petición de matrimonio se está convirtiendo en un habitual en las pruebas de ultrafondo: Ultra Trail de Mont Blanc aparte, los triatlones de larga distancia, e incluso maratones, están viviendo en los últimos años una fiebre de rodillas hincadas en el suelo sin que el culpable sea el cansancio. “Participar en una prueba así es todo una experiencia vital. Muchos atletas pueden querer hacer algo todavía mas épico y memorable", explica Hilario Real, psicólogo deportivo y entrenador. “El corredor busca el momento más emocionante para hacerlo, y para él, ese momento es único”.
Lucas quiere decir algo
Uno de los casos más mediáticos entre los corredores populares españoles fue el de Lucas Portolés, zaragozano afincado en Madrid que, en 2013, comenzó a preparar su primera maratón... Junto a su pedida de matrimonio. Con ayuda de la organización del Rock & Roll Marathon de Madrid y la agencia de comunicación Newmonday, comenzó a organizar todo un hype mediático bajo el hashtag #lucasquieredeciralgo, al que se sumaron multitud de celebridades tanto vía Twitter como a través de vídeos en Youtube.
Finalmente, el día de la prueba se descubrió qué era aquello tan importante que Lucas quería decir: tras completar el maratón madrileño en en cuatro horas y diecinueve minutos, el finisher se subió al escenario y, micro en mano, pidió matrimonio a su novia Rebeca.
Además del caso de Lucas, el último año en España ha habido otras dos peticiones de matrimonio en competición que han acabado en Youtube, aunque en este caso se trataba de pruebas de más distancia: tuvieron lugar en los triatlones Mallorca Ironman (3,8km de natación, 180km de bicicleta y 42km de carrera a pie) y Arenales 113 (la mitad de distancia que el IronMan).
¿Qué puede incentivar a un atleta a aprovechar una cita deportiva para pedir matrimonio a su novia? Una de las causas puede ser la propia motivación para afrontar una prueba de estas características: "Las emociones pueden ser un gran aliado del deportista de resistencia", explica Real. "Teniendo una doble meta, la no deportiva, mucho mas intrínseca, el entrenamiento y la competición es mas llevadero. Un refuerzo intrínseco es realmente poderoso".
Otra de las causas que el psicólogo apunta es que este tipo de pedidas ocurren "cada vez más a menudo" porque "la gente está tomando parte más activa en el deporte. Hace unos años las carreras de ultrarresistencia eran muy minoritarias, con mucha menos participación". También la sensación de amplificación que ofrece internet: "Las redes sociales han aumentado todos los fenomenos, ahora puedes ver cualquier cosa que sucede al otro lado del mundo, por eso conocemos más casos. En esta época de likes, por supuesto el refuerzo para hacerlo aún es mayor".
El propio Real ha vivido una de estas peticiones de cerca: "En el pasado IronMan de Melbourne uno de mis triatletas se declaró a su novia, que también corre". El resultado, en el minuto 9:45 de este vídeo: