Los nuevos emoticonos de Facebook - que la red social está probando en España e Irlanda desde el viernes - nos han recordado a las cinco emociones esenciales que Pixar ha explicado gráficamente en la película Del Revés: alegría, tristeza, asco, miedo e ira. Si tomamos como referencia esta teoría - ya desarrollada en los años 70 por el psicólogo estadounidense Paul Ekman - que defiende que todos los seres humanos compartimos seis emociones básicas (aunque en la película se dejó fuera la sorpresa) - Facebook ha obviado en sus nuevos botones sentimientos tan universales como el asco o el miedo.
Si analizamos la nueva oferta expresiva de la red social vemos que existe una clara descompensación entre las emociones negativas y las positivas. De las siete opciones disponibles - 'Me gusta', ’Me encanta’, ‘Me divierte’, ‘Me alegra’, ‘Me asombra’, ‘Me entristece’ y ‘Me enfada’- cuatro son sentimientos 'amables', uno - la sorpresa- podríamos clasificarlo como neutro y solo dos traerían asociados sentimientos negativos. ¿Por qué?
Sabemos que Facebook es reticente a introducir elementos críticos que puedan crear conflicto entre sus usuarios. Como ya contamos en su día, Mark Zuckerberg ha explicado públicamente porque la compañía se resiste - en contra de la opinión popular - a crear el botón de ‘No me gusta’. Su idea es evitar que la red social se convierta en un nido de discusiones sin fin y favorezca los comportamientos de desprecio hacia los demás. Que esta nueva actualización eluda sentimientos como la envidia - ese sentimiento que todos hemos experimentado secretamente alguna vez en Facebook - o la posibilidad de mostrar el 'asquete' que nos provoca esa foto, puede responder a esa política de mantener a un lado lo que nos desagrada.
Potenciando lo positivo puede que en realidad estemos favoreciendo a nuestro estado de ánimo, pues existen varios estudios que evidencian cómo lo que vemos en las redes sociales altera nuestro comportamiento haciendo que nos contagiemos de las emociones de otros. En 2014 se conoció, precisamente, que Facebook manipuló intencionadamente las cuentas de miles de usuarios para ver como reaccionaban ante distintos contenidos. El experimento demostró que quienes se exponían en mayor grado a noticias negativas se veían arrastrados a la tristeza y, por el contrario, quienes leían palabras y mensajes positivos se manifestaban más alegres.
Chris Cox, jefe de Producto de Facebook, ha mencionado en el post presentación de la nueva herramienta, que su propósito era que resultase "elegante y divertida" y Facebook también ha precisado que la selección de los seis emoticonos se hizo basándose en las reacciones de los usuarios más repetidas y simplificadas en comentarios de una sola palabra. Por ejemplo, haha (onomatopeya de la risa en inglés) o wow (para expresar sorpresa).