¿De qué color ves estas píldoras: las dos grises o una azul y la otra roja?

Un científico que trabaja en el desarrollo de la herramienta de realidad virtual Oculus ha popularizado esta ilusión óptica

Te explicamos cómo funciona este efecto

Esta ilusión óptica está compartiéndose en redes sociales y (una vez más) comparándose con el famoso vestido que era azul y negro o blanco y dorado. La imagen ha llegado a medios como Buzzfeed, el Mirror y en España, el Ideal de Granada. Y hay debate. ¿Cómo ves estas píldoras: las dos grises o una azul y la otra roja?

No se trata de una ilusión nueva: Michael Abrash, responsable de investigación y desarrollo de la plataforma de realidad virtual Oculus, propiedad de Facebook, la popularizó en marzo. La presentó en una conferencia organizada por la red virtual y su intervención completa se puede ver en este vídeo a partir del minuto 42.

En esta charla, en la que también hace referencia al vestido, Abrash quiere poner de manifiesto “lo ambiguo que es el mundo”, en el sentido de que nuestro cerebro reconstruye y reelabora la información proporcionada por nuestros sentidos. Tal y como explica, no grabamos el mundo como si nuestros ojos fueran cámaras de vídeo, "sino que aplicamos ingeniería inversa". Tras poner como ejemplos varias ilusiones ópticas, añade: "Es justo decir que nuestra experiencia de la realidad es una ilusión, lo que significa que la realidad virtual bien hecha es real en lo que concierne al observador".

En el caso de la ilusión de las píldoras, Abrash explica que en realidad ambas son del mismo tono de gris. Nuestro cerebro reinterpreta la imagen teniendo en cuenta el contexto y compensando así los colores. Lo prueba con una imagen que aisla las pastillas de este contexto.

Abrash mostró en su charla más ilusiones que muestran esta forma de trabajar que tiene nuestra mente. Por ejemplo, vemos los cuadros que señalan las flechas en esta imagen de color azul (los de la izquierda) o amarillos (los de la derecha). En realidad son todos grises.

Y lo mismo ocurre con estas baldosas blancas y negras, en una imagen muy similar a la conocida ilusión de Adelson. En este caso, nuestro cerebro no solo compensa los colores del contexto, sino también la iluminación, aplicando la llamada constancia parcial del color.

Lo curioso de estas ilusiones, como explica Abrash, es que aunque sepamos el verdadero color de las piezas del cubo o de las baldosas, no hay forma de que las veamos del color real.

No solo habló de ilusiones de colores, sino también de movimientos y de formas. Por ejemplo, esta imagen de cuadros blancos y negros en la que las líneas pasan a parecer oblicuas al poner unos puntos en los ejes diagonales de los cuadros.

La representación en dos dimensiones de cuerpos en tres dimensiones también provoca ilusiones curiosas. Como en el caso de estas dos mesas. ¿Cuál es más larga? ¿Y cuál más ancha?

Resulta que las dos son iguales.