¿Qué resulta cuando mezclas un iPhone, el gusto por la comedia de Stephen Colbert y Jon Stewart, y las ganas de explicar lo que sucede a tu alrededor? La respuesta la tiene José Manuel Torres Chumel, creador de El pulso de la República, un canal mexicano de YouTube con más de un millón de suscriptores que conjunta estos elementos para abordar temas de interés nacional e internacional con total irreverencia, picardía y libertad.
Llegamos al pequeño estudio diez minutos antes de que empezara a grabarse uno de los 229 shows que se han emitido desde su inicio en diciembre de 2012. Allí se encontraban Víctor, director y editor, y Osvaldo, encargado de producción. Los dos colegas y amigos esperan a Chumel relajados y cuentan que planean grabar durante aproximadamente hora y media. "Todo depende de la hora a la que llegue [Chumel]", dice Osvaldo.
El lugar es pequeño pero cuenta con las herramientas suficientes: a primera vista alcanzamos a distinguir cámaras, micrófonos, cables, tripiés, cargadores y un teleprompter. También hay tres o cuatro pares de muletas tiradas en el piso. "Son para el programa", aclara Víctor al observar nuestra cara de extrañeza. Chumel apareció 40 minutos después a platicar con nosotros.
A este ingeniero de 33 años no le hace falta decir donde nació: pese a sus tres años viviendo en la Ciudad de México, el acento de Chihuahua no lo ha abandonado. No es periodista, -ni quiere serlo-, es fanático de Plaza Sésamo, en sus ratos libres escucha grupos como Sigur Rós y está convencido de que tiene el mejor trabajo del mundo.
Los antecedentes de El pulso se remontan a ADN político, portal de noticias en el que Torres colaboraba como columnista. “Escribía columnas que básicamente eran guiones de El pulso pero sin cámara. Se me ocurrió que podíamos convertirlos en videos y ya. Empecé a grabarme con el iPhone y hacía diferentes takes (tomas) porque no sabía si era mejor hacer un personaje de izquierda o de derecha, o muppets o una mujer, eso lo decidía después. Luego conocí a Durden (co-escritor de El pulso de la República), platicamos y comenzamos a escribir”, relata.
En menos de una semana José Alberto Sánchez Montiel (Durden) y Chumel ya habían escrito el primer guión y estaban "echando cámara". “Lo hacíamos con una webcam y editábamos con iMovie, todo chafa [ríe]. Pero el guión estaba padre y ya teníamos nuestros followers en Twitter, entonces no empezamos de cero. Luego Yayo, creador de No me revientes (canal de YouTube que nació en 2010 y que cuenta con más de 1.700.000 suscriptores) publicó en su espacio nuestros programas.Teníamos 18.000 vistas, pero después de que publicó en su canal ya teníamos 250.000, ahí despegamos”, asegura el conductor.
Tres años después, su canal de Youtube cuenta con más de 1.300.000 suscriptores, una comunidad de más de 300.000 seguidores en Facebook y aplicaciones para todas las plataformas: Android, iOs, Windows Phone y BlackBerry.
De Justin Bieber a las autodefensas de Michoacán
Cada semana, un pequeño estudio ubicado al sur de la Ciudad de México recibe a cuatro personas que producen el programa, que se publica los lunes y jueves. En él se presentan temas que estarán en el imaginario durante los siguientes días pero no por ello se consideran un noticiario.
“No es un espacio en donde vayas a ver las noticias. Al menos yo no lo veo así. Es un canal a donde llegas porque sabes que algo pasó y quieres que unos estúpidos te lo platiquen de una manera diferente. Lo que hacemos es escoger noticias que van a permear en la semana”, explica Chumel.
Victor, Osvaldo y Chumel son los que discuten el guión que ya se armó con antelación. La "injusticia" de que Enrique Bunbury siga vivo y Scott Weiland haya muerto, el video de CocaCola en la comunidad Mixe de Tontepec Oaxaca y "el mame" del Corredor Chapultepec son algunos de los temas que, entre risas y bromas, se rebotan.
“Antes nos peleábamos mucho porque, por ejemplo, yo soy más pop en mi manera de escoger notas y Durden, más serio. Yo podía escoger la nota de Justin Bieber sacándose el pito en la playa y él la de las autodefensas de Michoacán. Está cabrón, pero en tres años aprendimos a hacer un balance entre comicidad y periodismo”, detalla Chumel.
Carlos Slim, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y la primera dama Ángelica Rivera son algunos de los personajes de los que se ha hablado en este espacio. "En este programa nadie es intocable pero hay temas que cuestan trabajo. Las muertes provocadas por el crimen organizado, el deceso del Hijo del Perro Aguayo y el Chapo Guzmán son algunos de ellos", afirma.
Un pulso generacional
Lo que ha ayudado a que este canal se mantenga en el gusto del público es que sus creadores saben quién los ve. Por un lado están los que se sienten cansados de los periódicos porque solo publican pura balacera, y por el otro los millenials que no ven noticias, pero quieren enterarse de lo que está sucediendo sin complicarse mucho. Lo que ha aprendido a hacer El pulso es a confrontar a estos grupos.
“Un día me dijo un güey: ‘A veces me cagas, pero te respeto un chingo’ y eso lo agradeces. Nos gusta mucho hacer eso. Para nosotros es importante confrontar a generaciones que piensan de maneras totalmente diferentes, pues hay que dialogar”, asegura Torres.
Otra fortaleza que tiene el equipo de El pulso de la República es su filosofía de producir algo que todos sus integrantes verían y eso, a decir de Chumel, es algo que el público agradece. “Yo lo llamo la dicotomía de Walter White [protagonista de la serie Breaking Bad], produzco lo que consumiría, y la verdad es que somos un Wayne’s World que sí pegó. O sea somos tres güeyes en un pinche cuartito haciendo un buen show”.
La plataforma más democrática del mundo
Para Chumel Torres, Lagalatzia, Yuya y Werevertumorro son casos de éxito y claros ejemplos de que la gente está dejando de ver televisión para consumir productos en internet. “Es contenido de calidad y lo hacen jóvenes de 24 años independientes a los que ya no les puedes ofrecer nada porque ya lo tienen y lo hicieron solos... that’s big”, agrega.
De acuerdo con Torres, YouTube es la plataforma más democrática del mundo porque despegan infinidad de proyectos y los que lo hacen mejor son los que crecen. "La diferencia de los medios masivos e internet es que en el segundo la competencia es sana”, dice.
¿Y qué sigue para los creadores de El pulso de la República? Las ideas son muchas: una versión del programa en inglés, una caricatura, un talk show, un sketch comedy y hasta un programa infantil son sólo algunas de ellas y, que como lo dice Chumel, “la cabeza es el límite porque nomás necesitas una cámara”.
Mientras lo anterior sucede, Torres asegura que todavía hay pulso para rato. “Imagínate, somos una empresa de güeyes mexas independientes que tienen un show que producen cinco personas. Somos chelas, pizza y cagarnos de risa. Es el mejor trabajo del mundo, sería muy difícil dejarlo”, finaliza.
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