Twitter se está planteando la posibilidad de olvidar su restricción de 140 caracteres y poner el límite en 10.000, que es el que en la actualidad se usa para los mensajes directos. Según la web especializada en tecnología Recode, el proyecto ya está en pruebas y podría lanzarse en los tres primeros meses del año.
La empresa no lo ha confirmado, pero remite a Verne al tuit de Jack Dorsey, cofundador y consejero delegado de Twitter.
Su texto, insertado en una imagen, dice:
Twitter es fundamentalmente un sistema de mensajería pública. Una manera sencilla de decir algo, a quien sea, que todo el mundo puede ver de forma instantánea.
No empezamos Twitter con una restricción de 140 caracteres. La añadimos en seguida para que los textos pudieran caber en un SMS (160 caracteres).
Se ha convertido en una limitación bella, ¡y me encanta! Inspira creatividad y brevedad. Y sensación de velocidad. Nunca perderemos este sentimiento.
Hemos pasado mucho tiempo observando lo que los usuarios hacen en Twitter y les vemos tomar capturas de pantalla de texto y tuitearlas.
¿Pero y si ese texto... fuera realmente texto? Texto en el que se pudiera buscar. Texto que se pudiera subrayar. Eso supondría más utilidad y potencia.
Lo que hace que Twitter sea Twitter son sus conversaciones rápidas, públicas y en directo. Siempre trabajaremos para reforzar este aspecto. Para cada persona del mundo y en cualquier idioma.
Centrándonos en las conversaciones y en la mensajería, la mayoría de los tuits siempre serán cortos, dulces y conversacionales.
No vamos a ser tímidos a la hora de construir más utilidad y potencia en Twitter para la gente. Siempre que sea consistente con lo que la gente quiere hacer, lo exploraremos.
Cómo dije en #flight, si decidimos seguir adelante con lo que exploramos, se lo diremos a los desarrolladores por adelantado, para que se puedan preparar de forma acorde.
(Por último: me encantan las tweetstorms [hilos de tuits de un mismo autor]. No se irán a ninguna parte).
Es decir, parece bastante claro que Twitter quiere permitir mensajes más largos, pero sin traicionar el espíritu de la red social, caracterizado por textos breves y rápidos. Por lo que este texto más largo podría ir insertado de modo similar a lo que ocurre con las imágenes, como un extra que solo se vería completo al apretar un botón de “ver más” o simplemente entrando en el tuit. Tiene sentido: resulta extraño que la red permita imágenes, gifs y vídeos, pero no unas cuantas palabras más.
Esto podría ayudar a la red a solventar uno de sus principales problemas: conseguir que los nuevos usuarios se queden. La limitación de caracteres resulta poco intuitiva y es uno de los elementos que se hacen más cuesta arriba los primeros días. También es una forma evitar los enlaces a otros medios o a blogs: se podrá pegar el texto entero, creando lo que Slate llama “un jardín vallado”. Esto podría llevar a que los tuiteros pasaran más tiempo en esta red.
Pero los usuarios habituales no están muy a favor de esta novedad. No solo defienden la capacidad de síntesis necesaria para escribir un tuit (a riesgo de perder información y matices), sino que muchos temen encontrarse con textos tediosos y con más publicidad. Además, se plantea la posibilidad de que Twitter pierda su personalidad y acabe convirtiéndose en otro Facebook.
Este temor es comprensible: 10.000 caracteres son tres páginas y unas 1.500 palabras, más o menos, dependiendo de las páginas y de las palabras. Normal que a algunos no les haya hecho mucha gracia la terrible posibilidad de encontrarse, por ejemplo, con un texto tan largo como este artículo de The Guardian sobre los 10.000 caracteres de Twitter y que usa, precisamente, 10.000 caracteres. Y yo podría pegar casi tres veces este mismo texto que estás leyendo, sin contar los tuits. No sé si queremos eso.