Una imagen vale más que mil momentos, al menos para el estadounidense Stephen Wilkes. En sus ambiciosas fotografías panorámicas, el artista recurre a la postproducción para capturar mucho más que un instante. En vez de permanecer congelado, el tiempo se convierte en hilo conductor de una historia completa, con principio y final. Para lograr una de estas imágenes, se necesitan miles de fotografías tomadas durante un día entero e invertir meses de trabajo frente a un ordenador. El autor habla con Verne sobre este proyecto, Day to Night, que se ha popularizado a través de su cuenta de Instagram.