El agua, al menos, “estaba tibia”. El mexicano Edgardo Martínez Esparza (21 años) quita en esta entrevista con Verne un peso de encima a los millones de personas que se rieron y compartieron el vídeo que, hace ahora justo 10 años, le convirtió en protagonista de uno de los primeros virales de YouTube en español. La caída de Edgar al agua mientras gritaba "ya güey, pinche pendejo güey" acumula más de 48 millones de reproducciones solo en el clip original, colgado el 8 de mayo de 2006.
48 millones y subiendo, porque aún le dejan nuevos comentarios, algunos del tipo “ese momento en el que te das cuenta que el 2006 fue hace 10 años”. En una década, YouTube se ha convertido en una plataforma cotidiana y cada día nos exponemos a través de los medios y las redes sociales a vídeos virales. Pero entonces nadie era consciente del poder de la viralidad a golpe de click, y menos aún un niño de 11 años.
“Sí me puse triste al principio, cuando fue el mero auge del vídeo, porque al principio era bullying lo que vivía en la escuela. Pero fueron solo tres semanas antes de que el vídeo se empezara a hacer famoso”. Cuando eso ocurrió, “la gente que me molestaba me empezó a buscar porque quería juntarse conmigo”, cuenta Edgar, en esta videoentrevista.
De hecho, su padre quiso retirar el video, que había subido uno de sus primos, pero ya no tenía sentido porque otros usuarios lo habían copiado en otras cuentas. Casi a la misma velocidad llegaban los memes y las entrevistas en programas de televisión mexicanos.
“Mi papá me decía: ‘A lo mejor esto es algo nomás de un mes’, y pues nada, 10 años después y aquí estamos”, dice. Y cree que esta experiencia le hizo madurar más rápido. Por eso aconseja a cualquier persona que sufra las consecuencias de este tipo de fama repentina en internet, en especial cuando se acompaña de acoso, que busque el apoyo de su familia y amigos, que trate de ignorar las críticas negativas, que vea el lado positivo y que aproveche las oportunidades que surgen.
La ‘venganza’ de Edgar
Aquel mayo de 2006, Edgar estaba jugando cerca de un riachuelo de San Carlos, un pequeño pueblo de poco más de 100 habitantes de Nuevo León (México). Su primo Raúl fue el responsable de grabar y subir el vídeo, pero el que lo tiró al agua es Fernando, un amigo de su primo del cual no volvió a saber nada durante años. Hasta que la fama de este momento les llevó a grabar juntos un comercial para las galletas Emperador, en el que Edgar se venga de Fernando y Raúl llama a unos guardias romanos para que se los lleven antes de que lo echen al agua. A pesar del incidente Edgar no le guarda rencor a Fernando pues dice que gracias a él ganó fama y una buena cantidad de dinero por el comercial.
La plataforma de YouTube era tan incipiente en 2006 que ni Edgar ni su primo Raúl obtuvieron ganancias: “YouTube no era una página que pagaba en ese momento, los clics no tenían ningún valor, era una página solo para subir vídeos, nada más”, explica.
La caída de Edgar llevó a muchos mexicanos a abrir por primera vez la web de YouTube. Edgar cuenta que aún lo paran en la calle y le preguntan si él tuvo algo que ver en su creación. “Yo no fui el que inventó YouTube pero sí fui el que llevó a que aquí en México se diera a conocer", añade.
Y en esas anda él. “Si mi vida estuvo rodeada de los medios, ¿por qué no trabajar en eso?”, explica sobre su decisión de estudiar Ciencias de Información y Comunicación de la Universidad de Monterrey, su ciudad natal. Edgar, bailador de salsa, bachata y merengue, amante del fútbol y el sóftbol, quiere ser conductor de televisión y, por supuesto, ya tiene ofertas.
El simulacro de ‘Edgar, presidente’
Entre tanto, hace unas semanas volvió a tener otro momento de fama online. Para una clase de marketing, se abrió una página de Facebook simulando ser candidato a la presidencia, logrando más de 17.000 seguidores. Así que ahora tampoco descarta la política. “Me está gustando mucho la política y pues ahorita en México se viven situaciones difíciles en cuanto al gobierno, y teniendo yo mis ideales de vida ¿por qué no empezar a cambiar al mal gobierno?”, dice.
En la década de los youtubers y las estrellas efímeras del internet, Edgar mantiene su popularidad pese a que no alimenta una importante presencia mediática. Este personaje estrella de los virales mexicanos es, hoy por hoy, un ferviente católico que cree en ayudar a los demás, por lo que en sus vacaciones de verano le gusta ir de misiones a diferentes comunidades de México. En Bolivia estuvo seis meses trabajando en proyectos con la Iglesia.
¿Qué tiene este vídeo para haberse convertido en uno de los grandes virales de la primera época de YouTube? Reírse de caídas es más o menos habitual, aunque sea una forma muy básica de humor, tal y como abordamos en este artículo. La sorpresa es uno de los factores que provoca la risa pero, como explica Scott Weems en Ha! The Science of When We Laugh and Why ("¡Ja! La ciencia de cuándo nos reímos y por qué"), “el conflicto entre querer reírnos y no estar seguros de que debemos” alimenta el humor.
Diez años después, Edgar también se ríe: "El agua estaba tibia, nomás que bien cochina".