Pocas veces se puede contemplar el puerto de Ámsterdam tan colorido y transitado como se muestra en este vídeo. La grabación, rodada por la compañía audiovisual holandesa Drone Addicts, recoge el inusual caos que viven las aguas de la ciudad durante los días en los que se celebra el Sail Amsterdam. El que es considerado el mayor acontecimiento náutico del mundo tiene lugar en la ciudad cada cinco años y reúne a cientos de embarcaciones y millones de visitantes.
Barcos modernos y embarcaciones históricas navegan juntas por el río Ij durante tres días de agosto. La imagen es tan espectacular que el Puerto de Ámsterdam encargó para la edición de 2015 la realización de este vídeo, que publicó por vez primera en su página de Facebook hace ocho meses. Ahora es la página Life At Sea la que recupera este trabajo de Drone Addicts, logrando en dos semanas casi 6 millones de visualizaciones.
Sail Amsterdam no cierra las aguas al tráfico habitual, por lo que el puerto de la ciudad se convierte durante esos días en una amalgama de visitantes y embarcaciones de todo tipo, más de 550, en 12 kilómetros de recorrido acuático. Los accidentes son muy poco comunes, aunque no lo parezca. En realidad, todo ocurre mucho más despacio de lo que se ve en el vídeo, que se muestra en un timelapse, a cámara rápida.
"Algunos amigos que navegan durante el Sail Amsterdam me comentan que, al caer la tarde, el tráfico es tan intenso que los barcos ni siquiera navegan, simplemente se dejan llevar por la corriente", comenta a Verne entre risas Ran Hendriks, responsable de Drone Addicts.
Cerca de dos millones de personas asistieron el año pasado a este acontecimiento, que ocurre cada cinco años y se hace esperar más que unos Juegos Olímpicos. "Es una oportunidad única para los visiantes, al poder subirse a uno de esos barcos históricos que son auténticos monumentos de la ciudad y que salen a navegan solo de vez en cuando", explica el holandés a través del teléfono.
A pesar de su nombre, esta compañía audiovisual no siempre rueda con drones. De hecho, para este encargo se usaron cinco cámaras, pero ninguna estaba incroporada en un dron. A veces los miembros del equipo emplean helicópteros o graban a pie de calle. En esta versión extendida del vídeo se incluye un punto de vista a la altura del agua.
La empresa recibe encargos de todas partes del mundo, como puede verse en su canal de YouTube. Ya han viajado a Sudamérica, Rusia, Italia y Portugal. En cada país, comenta Ran Hendriks, han de adaptarse a la legislación local con respecto al uso de drones.
"Por ejemplo, en Países Bajos no está permitido que un dron sobrevuele a menos de 150 metros de distancia de cualquier edificio. Pero en uno de nuestros proyectos en Milán tuvimos que explicar a las autoridades qué era un dron. Nos dejaron rodar e incluso nos pidieron que sobrevoláramos por algún que otro edificio para ver qué había", asegura el holandés.
Varios usuarios alertan a Drone Addicts sobre algunas páginas de Facebook que publican el vídeo dedicado a Sail Amsterdam sin permiso previo. Es sin duda su proyecto más exitoso. Cada vez que aparece en una red social, logra millones de nuevas reproducciones.
Hendriks admite haber dejado de luchar contra ello. "Las redes sociales provocan que algo así ocurra todo el tiempo. De momento me conformo con que me acrediten como autor y ubiquen el vídeo sin errores", confiesa el empresario, quien considera que al menos esa exposición contínua es buena publicidad para Drone Addicts.