#FelizMartes era tendencia en Twitter esta mañana, como si fuera un martes cualquiera y no martes y 13. Eso sí, había bastantes tuits haciendo referencia no solo a la superstición, sino también al dúo cómico del mismo nombre y al hecho de que hoy es el centenario del nacimiento del escritor Roald Dahl.
Los 'martes 13' también generan picos de búsquedas en Google, como refleja este gráfico de tendencias en el buscador en España.
Esta superstición puede parecer muy superada, viendo los chistes de Twitter, pero aun así nos hemos acostumbrado a que muchas compañías aéreas sigan prescindiendo de la fila 13 y que algunos hoteles no tengan ni habitaciones ni plantas con esa cifra, incluyendo, como recogía EL PAÍS en 2008, algunos "tan conocidos como el Palace o el Ritz de Madrid, el María Cristina de San Sebastián o el Arts de Barcelona”.
Este artículo apuntaba el posible origen de la triscaidecafobia, el miedo al número 13, o directamente la trezidavomartifobia, el miedo a los martes y 13: “Algunas tradiciones apuntan a la relación entre el martes y el dios de la guerra romano, Marte, al que se relaciona con la muerte. Además se añade el número de comensales en la última cena: 13, entre los que el último en sentarse fue, además, Judas Iscariote”.
Otras tradiciones recogen el hecho de que Loki se autoinvitara a otra cena en el Valhalla en la que ya había 12 comensales, acabando con la vida de Balder, dios de la alegría. Como ya hemos comentado con anterioridad, también hay referencias a derrotas militares (como la de Xàtiva el martes 13 de junio de 1276) o hechos aciagos y relacionados con toda clase de conspiraciones y leyendas, como el inicio de la persecución a los templarios, fechada el viernes 13 de octubre de 1307.
Por cierto, en el mundo anglosajón, el día de mal agüero es el viernes 13. Aparte de la persecución de los templarios, algunas explicaciones mantienen la referencia al 13 y a la última cena, pero en este caso también se tiene en cuenta que se celebró la noche antes del Viernes Santo, cuando Jesús murió crucificado. El viernes se consideraba un mal día para comenzar cualquier actividad, como ya recogía Geoffrey Chaucer en los Cuentos de Canterbury.
En cambio, el día de mala suerte en Italia es el viernes 17, al parecer porque en números romanos, el XVII tiene las letras de VIXI, palabra latina que significa “viví” y que se podía leer en algunas tumbas. En este país, el número 17 es el piso que se saltan en algunos hoteles y la fila que desaparece en algunas líneas aéreas. Incluso el Renault 17 se vendió en Italia con el número 177.
Pero si vas a Japón, Corea, China y otros países del sudeste asiático, el número a evitar es el cuatro, ya que suena casi igual que la palabra "muerte" en muchos idiomas de la región. En algunos edificios se evita las plantas acabadas en ese número (de la tres se pasa a la cinco y de la 13 a la 15, por ejemplo) e incluso Nokia, Sony y Canon han adaptado los números de algunos de sus modelos de cámaras y móviles antes de comercializarlos en el país.