El pasado 1 de diciembre, la editorial española Drácena recibió una serie de quejas en redes sociales por la manera en la que se describe a la autora mexicana Elena Garro en su edición de la novela Reencuentro de Personajes (1982). La faja que lleva el libro se enfoca en su relación con los hombres y no en su obra, lo que causó enojo entre periodistas y autores tanto en México como en España. Drácena ha prometido retirar las fajas de su edición de la novela de Garro. Mientras tanto, aquí te compartimos algunos datos que pudo haber usado la editorial para promocionar el libro en España.
Fue dramaturga, novelista, cuentista y guionista.
Garro escribió más de 30 obras: entre novelas, cuentos y teatro. En la mayoría, la autora reta las leyes del tiempo y el espacio. “Hay saltos de la lógica al absurdo, de la vigilia al sueño”, escribe Eleonora Luna en la Enciclopedia de la Literatura en México de la Secretaría de Cultura mexicana. Su novela más reconocida. Los recuerdos del porvenir (1963), “rompe el realismo de la novela de la Revolución Mexicana y combina diferentes temporalidades y pasajes de corte fantástico”, explica un artículo de la Secretaría de Cultura. Por esta obra a la autora se le considera una pionera del realismo mágico latinoamericano.
Ganó el Premio Xavier Villaurrutia y otros más
En 1963 obtuvo este reconocimiento por Los recuerdos del porvenir. Este es el máximo galardón literario en México y uno de los más importantes de América Latina. También recibió el Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón en 1994 por su novela Testimonios sobre Mariana, que se considera autobiográfica. Dos años después recibió el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por la novela Busca mi esquela.
Un hogar sólido (1957), una de sus primeras obras teatrales, es la única de un autor mexicano que forma parte de la segunda edición de Antología de la literatura fantástica (1965), que coordinó Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares.
Tumbó muchos estereotipos de género en México
Garro nunca se consideró feminista, según cuenta la escritora Elena Poniatowska en una columna en el diario La Jornada. En una entrevista, que cita Poniatowska en su texto, la autora dijo: "El día en que manejemos ideas propias, entonces seré feminista, pero mientras manejemos intelecto masculino, no soy feminista”.
Sin embargo, su obra y sus ideas retaron las ideas convencionales sobre las mujeres y la literatura en México. “Mientras las voces masculinas predominan en la literatura latinoamericana, Garro, a través de una inteligencia mordaz e intensidad lírica, logró un nivel de reconocimiento e importancia usualmente limitada para las mujeres”, escribió Anthony DePalma en el obituario de la autora publicado en The New York Times.
Luz Elena Gutiérrez de Velasco, profesora de Letras Hispánicas del Colegio de México, dijo en una entrevista con EL PAÍS que “una generación de escritoras avanza por los caminos que abrió”. Así describe a la autora su biografía publicada en la web del Centro Cultural Elena Garro en la Ciudad de México: “Hizo de la libertad su atuendo. Sin importar lo que dijeran otros, luchó por ser autónoma y procuró conservar su autenticidad. Exorcizó miedos y tabúes, se liberó de atavismos y, al mismo tiempo, logró otorgar otro matiz a la condición femenina”.
Su vida en sí es material para una novela
La vida de Garro no es fácil de resumir. Con Octavio Paz, quien fue su esposo durante 20 años, vivió en España durante la Guerra Civil. Ahí conoció a León Felipe y Rafael Alberti. También vivió en París donde convivió con Albert Camus y Jean Genet. En México, tanto en su obra como en su vida, Garro defendió a las clases marginadas y expuso la desigualdad y la pobreza de las comunidades indígenas en el país.
Su papel en el movimiento estudiantil de 1968 continua siendo controversial. Según su biografía del Centro Cultural que lleva su nombre, fue acusada de ser líder de un grupo que buscaba derrocar al Gobierno mexicano. Sin embargo, también ha sido señalada por delatar a algunos intelectuales que formaron parte del movimiento, explica un artículo de EL PAÍS. Este también cita un memorando guardado en el Archivo General de la Nación que muestra trató con la policía secreta mexicana. Un informe de la CIA, también mencionado en el artículo, revela que una vez cenó con Lee Harvey Oswald, asesino de John F. Kennedy.
“Garro fue una mujer controvertida, contradictoria, en ocasiones frívola, pero ante todo, una genial escritora”, escribe Diana del Ángel en la Enciclopedia de la Literatura en México.