Madrid, como buena parte del centro de la Península, ha amanecido este lunes cubierta por una espesa capa de niebla, con una excepción. O cuatro. Las últimas plantas de las conocidas como las Cuatro Torres (CTBA), que tienen entre 230 y 249 metros de altura, sobresalían por encima de las nubes e imprimían su propia sombra sobre estas.
A medio día los stratus -el tipo de nube que suele situarse cerca la superficie y cuando se posa en el suelo forma la niebla-, ya se habían disipado. El sol volvía a brillar y el cielo quedó despejado.
Durante las primeras horas de la mañana solo desde el cielo o desde los cuatro rascacielos han podido disfrutar de la estampa atípica. Los controladores aéreos advertían a través de Twitter que la visibilidad reducida podía ser causa de demoras.
En redes sociales algunos usuarios han compartido fotos que han hecho desde las torres o desde los aviones en los que despegaban o aterrizaban desde el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Mónica Quintana, una usuaria de Instagram que ha compartido un par de fotos desde el cielo, cuenta a Verne que ella no tuvo tanta suerte. Su vuelo, procedente de A Coruña, tuvo que ser desviado a Alicante. Allí esperaron hasta que la niebla pasó y se recuperó la visibilidad. "10 horas de aventura para hacer Coruña-Madrid".