Las campanadas, las uvas, las san silvestres... El día de fin de año viene cargado de tradiciones, y una de ellas son los propósitos de año nuevo. El 31 de diciembre tienen que estar perfectamente pensadas las intenciones de mejorar en algún aspecto vital durante los próximos 365 días.
Comer mejor, ir al gimnasio, dejar de fumar, pasar más tiempo con la familia o la pareja... Estos son algunos de los propósitos clásicos, y todos tienen algo en común: la probabilidad de abandono, pasada la motivación de las primeras semanas del año, es alta. No hay que ser pesimista pero, por si todo falla, hemos preparado un traductor de propósitos de año nuevo para que no te lleves sorpresas cuando tu "ir al gimnasio" se convierta en "apuntarse al gimnasio pero no ir":