Los pelauvas están entre nosotros. Puede que lo sea el primo que solo ves Nochevieja, tu tío majo que sigue dándote 10 eurillos para que te gastes "en unos combinados" o tu madre. Incluso tú. No pasa nada: hay gente que en la carrera de las campanadas necesita un empujoncito para llegar a meta. Ese dopping de antes de los cuartos es pelar las uvas, y es el signo inequívoco para identificar a un pelauvas. Pero hay más: aquí tienes 5 pistas para reconocerlos y, por si lo eres, unos consejos para que este año no llegues a la última campanada con 3 uvas en el plato (y 9 en boca, a medio masticar).
Eres un pelauvas si...
1. Tomas las uvas peladas todas las nocheviejas desde tu infancia, pero nunca te acuerdas de pelarlas hasta que quedan escasos segundos para los cuartos.
2. A pesar de las prisas, el pelado ha de ser riguroso: las gambas casi que podrías comértelas con cáscara, pero como durante las campanadas aparezca una pielecilla... estás perdido.
3. Nunca has probado a enfrentarte a las uvas con piel. En tu infancia te las pelaban tus padres, y después... No has querido correr riesgos.
4. Cuando terminas con las pieles te pones con los huesos. Sí, las pepitillas también molestan. También existen quitahuesos puros, que quitan las pepitas pero no la piel. Hay que respetarlos.
5. Haces como que no escuchas a Ramón García para meterte un par de uvas en la boca durante los cuartos. Cuando tu familia te chilla que todavía no, te haces el sorprendido mientras sigues masticando.
Tips para hacerle la vida más fácil al pelauvas
1. Anticipa. Como pelauvas, seguramente no empezarás a tunear la fruta hasta que los cuartos sean inminentes, pero este año hay que intentar diversificar: mientras algunos preparan tus canapés, tú prepara tus uvas. Permítete el lujo de terminar 2015 sin agobios.
2. Escalda. Si quieres pelar las uvas rápidamente, mételas en agua hirviendo durante 30 segundos. La piel se soltará y podrás quitarla sin necesidad de cuchillo. Otra opción es congelarlas y, al frotar la uva entre los dedos, la piel se soltará.
3. No cortes las uvas. La forma más rápida de quitar las pepitas es partir las uvas por la mitad, pero el efecto psicológico es terrible: tendrás que enfrentarte a 24 medias uvas.
4. El clip, ese gran aliado. Para sacar los huesos de las uvas sin necesidad de hacerles ningún estropicio, abre un clip en forma de "S" y utilízalo para pescar las pepitas. Como a su alrededor hay pequeñas fibras, con un poco de maña podrás sacarlas todas del tirón. También puede utilizarse una horquilla.
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