Hay épocas en las que nos cuesta conciliar el sueño o mantenerlo, o nos despertamos de forma precoz. Pero cuando el problema se hace crónico, los efectos en la salud de las noches en vela se agravan y se manifiestan en una bajada de la concentración y de la calidad de vida y del trabajo. En paralelo se produce un incremento de las posibilidades de padecer depresión, ansiedad y otro tipo de trastornos psicológicos. ¿A partir de qué momento el insomnio transitorio se convierte en crónico?
Juan José Ortega, neurofisiólogo clínico responsable de la Unidad de Sueño del Hospital General de Castellón y vicepresidente de la Sociedad Española del Sueño (SES), explica a Verne qué tipos de insomnio hay y sus causas más comunes. Y cuándo conviene acudir al especialista.
¿Cuántas horas duermes? El aspecto cuantitativo es importante, pero no definitivo. La media de horas de sueño en la población española es de 7,1 horas al día, pero cada persona tiene sus propias necesidades, que además van cambiando con la edad. "Hay personas que necesitan ocho o nueve horas y otros que solo duermen cinco. Si al día siguiente quien duerme poco se encuentra bien, entonces no es insomnio", aclara Ortega. Otra cosa es que las horas habituales de sueño caigan de forma drástica de repente.
¿Te levantas cansado? Lo normal es que la inercia del sueño, esa fase en que nos hemos levantado pero estamos somnolientos, dure unos 10 o 15 minutos, lo que se tarda en ir a la ducha. Quien se despierta casi más cansado que cuando se acostó, tiene razones para sospechar que padece insomnio o algún trastorno del sueño, incluso aunque haya dormido nueve horas.
¿Seguro que has dormido mal? Existe también lo que los especialistas en medicina del sueño llaman insomnio paradójico, que en realidad se trata de una mala percepción del paciente. "Hay personas que en realidad duermen bien y funcionan perfectamente durante el día, pero se despiertan un par de veces por la noche y creen que duermen mal", explica el neurofisiólogo.
¿Hay alguna causa médica que te impide dormir? Podrías tener un insomnio secundario cuando la falta de descanso es síntoma o efecto secundario de algún otro problema. Puede tratarse desde un dolor de rodilla a una infección pasando por trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión.
¿Te despiertas a menudo durante la noche? Las causas pueden ser varias, pero podrías sufrir, como entre el 4 y el 6 % de la población, uno de los trastornos de sueño más comunes: la apnea, unas pausas repetitivas en la respiración que se pueden llegar a dar entre 40 y 60 veces durante una noche. "El cerebro no descansa bien, se produce un sueño fragmentado que causa cansancio y somnolencia. Además, es una tormenta desde un punto de vista cardiocirculatorio porque se cierran los vasos y cae la presión arterial y la oxigenación". Además del cansancio, amanecer con cefalea, con la boca seca y molestias al tragar son pistas para identificarla.
¿Hay algo que te preocupa? "Todo el mundo ha sufrido insomnio agudo alguna vez", afirma Ortega. Cuando la imposibilidad de conciliar el sueño está ligada a la incapacidad de relajarse, se trata de un insomnio psicofisiológico. "Suele tener un desencadenante puntual, de carácter emocional", explica el especialista. Cuando no dormir se convierte en una inquietud, se cumple la autoprofecía -no se duerme- y se corre el riesgo de caer en un círculo vicioso en el que al día siguiente la persona estará cansada y nerviosa por si dormirá o no esa noche. Dormir mal de vez en cuando no es muy preocupante, aunque nuestro cansancio aumente y decaiga la atención. El cerebro suele cobrarse su déficit de sueño cuando puede, asegura Ortega.
¿Cuántas veces te pasa? Si las malas noches, sean cuales sean sus causas, se producen más de tres veces a la semana durante varios meses, el paciente sufre insomnio crónico. En esos casos hay que acudir al médico para "ponerle apellidos", como dice Ortega, y poder tratarlo. En las unidades del sueño como la que él coordina hay especialistas de varias disciplinas -neumólogos, otorrinolaringólogos, cirujanos maxilofaciales, psiquiatras, psicólogos, neurólogos, etc.- para abordar el problema según sus causas.
Cómo salir del insomnio
Lo primero para intentar superar el insomnio es tener una buena higiene del sueño (aquí te contamos más sobre el tema). Algunas medidas básicas son no comer opíparamente en la cena, no hacer ejercicio físico a última hora de la tarde, no beber alcohol ni otras sustancias, darse una ducha por la noche y crear un ambiente relajado propicio para dormir.
Con la terapia cognitivo-conductual, recomendada para el insomnio psicofisiológico, se hace "comprender al paciente que no hay que anticipar el miedo a ir a dormir y se enseñan técnicas de relajación para controlar y evitar pensamientos intrusivos", explica Ortega. Según la Sociedad Española de Neurología puede resolver un 70% de los casos.
Solo en casos muy agudos los especialistas pueden recomendar hipnóticos. Pero según Ortega, su uso no debe superar nunca más de tres o cuatro semanas porque producen dependencia y tolerancia, y no proporcionan un sueño de calidad.