La esquela de María Rodrigo Molino, fallecida el 24 de enero a los 86 años en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), define parte de la que fue su personalidad y su vida. Con gran sentido del humor y aficionada a la sección de anuncios fúnebres del diario ABC de Sevilla, el suyo incluye una de sus bromas habituales: "Para un día que salgo en una esquela y no me veo". Así ha querido rendirle homenaje su familia.
Era viuda, tenía 3 hijos, 6 nietos y un bisnieto y durante décadas se ganó la vida como cocinera. Su familia recordó en su velatorio este chiste que hacía a veces mientras comentaba en voz alta las esquelas y decidieron que apareciera al final de la suya.
La cita llamó atención al periódico, que decidió contactar con los familiares de María Rodrigo Molino para confirmar la publicación, cuenta el propio periódico en un artículo publicado este miércoles.
"Cuando vi la frase me dio alegría, porque eran sus palabras", han dicho muchos de sus familiares y amigos, cuenta al periódico su hija, Lali Campos.
El ABC de Sevilla ha investigado en la vida de María Rodrigo y ha descubierto que hay muchos detalles de su vida que no caben en una esquela. Fue la cocinera que preparó el almuerzo a la selección española de fútbol que logró el mítico 12 a 1 frente a Malta en 1983, como jefa de cocina del hotel Oromana de la localidad sevillana. Uno de los grandes admiradores de sus platos era Alfonso Guerra, quien acudía al hotel para disfrutar de ellos cuando era vicepresidente del Gobierno.
Humor fúnebre
El sentido del humor de esta sevillana y de su familia nos ha recordado a la de Carmen Bustamante Barangó, una mujer menorquina que falleció en mayo de 2016 a los 75 años. En su caso, fue ella misma quien solicitó una esquela original, en la que aparecía su emoji favorito.
Esquela encabezada con un emoji.
En Verne, ya hemos repasado esquelas que sirven como despedida original de un ser querido. Estas son algunas de las 20 que nos llamaron la atención.
En el año 2011, el futbolista vasco Mikel Marroquín falleció, con solo 25 años, tras golpearse con unas rocas al lanzarse al mar. Familiares y amigos no quisieron olvidar el carácter jovial y festivo que siempre había acompañado al joven.
Tras el fallecimiento de Ignacio Beristain Ipiña, su mujer afirmó al diario El Correo que, incluso "cuando ya estaba muy mal", seguía preguntándole "¿cómo va el Athletic?". Así que el equipo de sus amores apareció en su esquela.
En el verano de 2015 apareció en Twitter la de E. Zarauz. En ella manifestaba que no quería "flores o coronas, y sí en cambio un donativo para los Médicos sin Fronteras". Y se despedía con un: "Gracias a todos, lo he pasado muy bien".