Un alumno de secundaria entró en enero pasado con una pistola en el Colegio Americano del Noreste, una escuela privada de Nuevo León (norte de México). El adolescente de 15 años hirió a varios de sus compañeros y mató a su maestra. Después de amenazar al resto, volvió a cargar el arma y se quitó la vida.
La noticia y las imágenes filtradas en Internet han dejado una profunda huella en el país que reactivó un polémico operativo para revisar las mochilas de los alumnos en la entrada de las escuelas. A pesar de las críticas que ha recibido la medida por limitar la privacidad de los niños, una asociación de padres ha reunido donativos de políticos para llevarla un paso más allá y repartir mochilas transparentes que faciliten una inspección constante.
Las mochilas transparentes se han repartido en los últimos meses en Nuevo León en ciertas secundarias que el Gobierno considera vulnerables a incidentes de violencia. Hasta el momento se han regalado 1.300 de estos morrales, pero la Unión Neolonesa de Padres de Familia espera llegar a todos los planteles educativos de la entidad. “Sabemos que la mayoría de los niños son buenos, pero lo sucedido (en el Colegio Americano) nos hace tomar medidas. Revisar una mochila no es una falta de respeto o de desconfianza”, afirma Luz María Ortiz, presidenta de la asociación.
Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC), una asociación con base en Nuevo León, ha sido uno de los mayores críticos en contra de las inspecciones de mochilas que comenzaron hace casi 10 años, pero que han sido constantemente interrumpidas ante la presión de algunos padres de familia. “Este tipo de acciones son simplistas y más que resolver la violencia, vulneran los derechos de los niños”, señala Liz Sánchez del CADHAC. De acuerdo con la institución, estos operativos representan una acción invasiva que trata a los alumnos como criminales y les declara presuntos culpables.
Unos días después del tiroteo en Monterrey, surgieron varios mensajes e ilustraciones en Facebook en contra de la revisión de mochilas. Una de las más compartidas es de la organización Mensajeros Urbanos.
Arturo Estrada, secretario de Educación de Nuevo León, ha sido uno de los principales promotores de las mochilas transparentes. Aunque la iniciativa no es gubernamental, la inversión para ella ha venido de donativos de políticos. De acuerdo con Estrada, el Gobierno no tiene la facultad de revisar las pertenencias de los alumnos, por lo que en todos los operativos de mochilas están presentes los padres de familia. Sin embargo, el gobernador del Estado, Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, ha criticado las revisiones argumentando que de nada sirve si los padres no educan en casa a los niños.
Lo más complicado de la polémica es que nadie sabe qué tan grande es el problema. En México no existe un registro de cuántos incidentes de violencia ocurren en las escuelas y mucho menos si existen alumnos que llevan armas blancas a los planteles. El tiroteo en el Colegio Americano fue de gran impacto porque nunca antes había ocurrido algo semejante en el país. Desde entonces, han aumentado los operativos mochila en varios Estados del país. Hasta finales de mayo, sin embargo, solo se ha registrado la confiscación de juguetes.
La Unión Neolonesa de Padres señala que las inspecciones son medidas preventivas para que no sucedan tiroteos en las escuelas en la misma frecuencia que en Estados Unidos. Sin embargo, para la doctora Mariel Montes, psicóloga de la Universidad de Sonora, se corre el riesgo de dañar el proceso de maduración de los adolescentes. “Los jóvenes están tratando de conseguir una independencia, si se les revisa la mochila violentas su búsqueda de personalidad, le arrebatas su privacidad”, dice la investigadora. “Existen muchas cosas que un joven lleva en su mochila, que no está prohibido y que no quiere que nadie más sepa que tiene”.
Las personas en ambos lados del debate coinciden en una sola cosa: se necesita una mayor atención y educación por parte de los padres en la casa. “Reconocemos que somos los padres de familia los responsables. Las mochilas transparentes no son la solución al problema”, señala la presidenta de la unión de padres de Nuevo León. Hasta el momento, la secretaría de Educación del Estado ha prometido otras medidas para concientizar en los jóvenes el problema de la violencia y capacitar a los maestros en casos de acoso escolar, pero ningún programa concreto ha visto al luz del día.