El hombre inglés que lleva camisas de colores brillantes y toca la guitarra
Pedro Castillo, cartero granadino de 55 años, tenía que entregar una carta con ese críptico destinatario en Cortes de Baza, un pueblo de 2.000 personas en la provincia de Granada. La carta llegó a su carro el lunes 12 de junio.
"Hay veces en las que cuesta entregar las cartas, pero esto ha sido otro nivel. Una cosa es que no pongan la calle y otra, que te describan al destinatario de esa manera", dice Pedro, que atiende a Verne por teléfono. La historia de esta carta ha trascendido después de que Correos la compartiese en Facebook.
Este cartero lleva más de una década repartiendo las cartas en Cortes de Baza. Conoce a casi todo el pueblo. "Si se me complica mucho una carta, siempre acabo encontrado a un vecino, un primo o a alguien del bar que sabe a quién estoy buscando". En esta ocasión, nadie sabía quién podía ser ese hombre inglés.
La búsqueda era complicada porque en Cortes de Baza hay bastantes ingleses. "Hay una comunidad muy asentada". Los datos corroboran la afirmación de Pedro. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 5.306 británicos en la provincia de Granada. El best seller de Chris Stewart Entre limones, en el que describía su vida en La Alpujarra granadina, potenció la llegada de ingleses a la zona.
Así, en su segundo día en busca del destinatario de la carta, Pedro empezó a preguntar a los ingleses del pueblo. "Nadie sabía quién podía ser, lo que me resultó muy raro. Los ingleses se conocen casi todos entre sí", comenta Pedro. La carta empezó a convertirse en la comidilla de los carteros de la comarca de Baza: "Cada vez que volvía con ella, me preguntaban si había conseguido entregarla".
Al cuarto día, Pedro seguía preguntando a ingleses en busca del receptor de la carta. El jueves 15 de junio, estaba conversando con una de las pocas británicas de confianza a las que aún no le había preguntado. "Estábamos en la puerta de la oficina de Correos. Creía que su marido podía ser el inglés en cuestión, pero nada. Mientras estábamos hablando, apareció Peter caminando hacia nosotros", dice.
El hombre inglés iba vestido con una camiseta roja muy llamativa. "No sabía ni una palabra de español. Le hice un gesto para saber si tocaba la guitarra y contestó que sí. Al mostrarle la carta sabía que era suya". Con la ayuda de la mujer inglesa, Pedro acabó descubriendo que aquel británico, casualmente llamado Peter, solo llevaba dos semanas en el pueblo, donde acababa de adquirir una cueva. "Por eso me costó tanto encontrarlo", añade. La mujer les hizo una foto para que Pedro tuviera un recuerdo de la historia.
"Me quedé con las ganas de saber de qué iba la carta o quién la había enviado, pero Peter no me lo contó", asegura el cartero. Una vez resuelto el misterio del receptor, el director de la oficina de correos de Baza animó a Pedro para contar la historia a instancias superiores. Así acabó llegando al equipo de redes sociales de Correos, que publicó la historia en Facebook el 27 de junio.
"Para mí, esta profesión es pura vocación. Empezó como un trabajo más, pero me he acabado enganchando después de tantos años. Me encanta el contacto con la gente", añade Pedro. Esa parte romántica de la profesión de cartero es la que ha impulsado otras historias parecidas en internet. Por ejemplo, en 2014, Correos entregó al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, una carta con el siguiente destinatario: "Señor Miguel Revilla. Presidente de Cantabria. Por favor que llegue esta carta. No sé la dirección. Muchas gracias”.
“Llama la atención porque le ha ocurrido a un personaje público, pero hay muchos pueblos de España donde las cartas llegan solo con el nombre del destinatario y el del municipio. Y las cartas llegan. Tenemos 30.000 carteros y 14.000 vehículos y estamos en todo el territorio nacional”, explicó entonces a Verne el responsable de redes sociales de Correos, Ricardo Balaguer.
“Probablemente, el cartero de Revilla lo conozca desde hace mucho. Nos ha ocurrido otras veces como en una ocasión en el que una carta en la que ponía solo Julia Otero y Barcelona llegó a su destino. Si es que en Correos tenemos 100% de cobertura, es nuestra virtud”, bromeaba Balaguer.