Un organismo público mexicano ha reconocido, por primera vez, que los dolores menstruales pueden ser motivo para ausentarse del trabajo un día de cada periodo. Desde el pasado 30 de junio, las trabajadoras del Tribunal de lo Contencioso Administrativo y Fiscal del Estado de México tienen derecho a este descanso pagado cada mes.
La medida es parte de una política que persigue dos objetivos: la prevención de la salud de los empleados del organismo judicial y la equidad de género. Por ello, también los hombres mayores de 40 años podrán hacer uso de la licencia si comprueban que sufren alguna condición de tipo fisiológico.
El acuerdo surgió “por una necesidad interna”, comentó a Verne Myrna García Morón, presidenta del Tribunal. “La congruencia nos llama a no solo emitir sentencias que tengan que ver con perspectiva de género, sino también preservar la salud y la dignidad de nuestros servidores públicos”, dijo.
Ella asegura que alrededor de 65% del personal que trabaja en el organismo son mujeres y que 28% del mismo se encuentra en un rango de edad entre 40 y 60 años. Según el documento que aprueba el acuerdo, publicado en el Periódico Oficial mexiquense, es en esta etapa de “adultez madura” cuando “aparecen los primeros signos de envejecimiento”. Esto incluye enfermedades, desórdenes, crisis emocionales y sucesos biológicos como la menopausia y la andropausia.
García Morón explicó que no basta con ser mujer para solicitar la licencia de un día al mes argumentando dolores menstruales. El Tribunal ha establecido un procedimiento que exige a sus empleadas presentar un diagnóstico médico en todos los casos, por lo menos una vez cada seis meses. Esta medida “no es una excusa para faltar al trabajo”, dijo la funcionaria, sino una política interna de prevención de la salud.
“Los dolores en la menstruación son normales y tolerables. Cuando empiezan a ser intolerables o incapacitantes ya no están en el rango de lo normal”, expresó García Morón, citando la investigación médica que realizó el organismo antes de presentar la propuesta al pleno de 19 magistrados. El dolor muy agudo, conocido como dismenorrea, puede deberse a complicaciones o enfermedades, y por ello es un requisito que las mujeres estén bajo supervisión médica.
También los hombres que presenten síntomas de andropausia -como "cambios de actitud y estado de ánimo, fatiga, pérdida de energía, impulso sexual y agilidad física"- y que deseen tomar su día de descanso mensual, deberán acreditarlo con un documento médico.
Isabel Fulda, analista del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), consideró muy positivo que un organismo público siente precedentes en cuanto a la conciliación del trabajo y la vida personal. En entrevista telefónica con Verne, la analista celebró que el organismo proteja el derecho a la salud de sus empleados reconociendo las condiciones propias del género y de la edad. “La igualdad sustantiva en el trabajo implica reconocer ciertas diferencias”, dijo.
Sin embargo, la analista cree que cada caso merece una evaluación particular, por lo que quizá no sea correcto “meter en el mismo paquete” todas las condiciones fisiológicas de hombres y mujeres. “Está muy bien que las mujeres puedan solicitar un día, pero habrá algunas que necesiten dos o tres”. En su opinión, es importante que estas medidas no se conviertan en algo rígido sino que demuestren flexibilidad.
La baja por menstruación en el mundo
Japón es el país pionero en la política de la baja por menstruación: en 1947 se estableció que era un derecho de las trabajadoras. Otros países asiáticos han implementado políticas similares, como Taiwán, Indonesia y Corea del Sur. En marzo de este año, el Parlamento italiano comenzó a discutir una propuesta de cuatro legisladoras para conceder tres días al mes de baja remunerada a las mujeres que sufren dismenorrea.
Algunas empresas privadas también ofrecen esta prestación a sus empleadas. Una de ellas es la compañía india de medios digitales Culture Machine, que acaba de implementar la medida acompañada de una campaña en redes. En este video, las empleadas de la empresa explican en inglés las dificultades de trabajar durante los primeros días de la menstruación, tanto por las molestias físicas como por los cambios de humor. La nueva política de la empresa se les comunica frente a la cámara, donde quedan registradas sus reacciones de sorpresa y satisfacción.