La exitosa cuenta de Twitter de @policia comparte habitualmente con sus más de 2,7 millones de seguidores mensajes de prevención y consejos para actuar de forma precavida en redes sociales, para evitar bulos y acoso. También hace llamamientos y, en alguna ocasión, ha publicado imágenes solicitando colaboración ciudadana para localizar a fugitivos o autores de posibles delitos.
Así lo hizo este martes 18 de julio con un tuit que pedía ayuda para identificar a un joven que da una fuerte patada a un conejo. Las imágenes están extraídas de un vídeo que puede encontrarse en YouTube. El protagonista, del que se desconoce si es menor de edad, solo pronuncia en voz alta el nombre de Cristiano Ronaldo. La escena ocurre en una zona no identificada geográficamente. El mensaje ya era este jueves por la mañana el tercer tuit más compartido de todos los que ha publicado la cuenta de la Policía, según recoge Favstar. Cuenta con más de 34.000 retuits y tiene más de 1.600 respuestas.
Fuentes policiales explican a Verne que el origen de esta investigación no es una denuncia, como ocurre en otros casos, sino que usuarios de internet les han enviado el vídeo de YouTube y fotogramas del mismo. En estos casos, se derivan las imágenes a la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT), que evalúa si hay un posible delito. El equipo de Redes Abiertas de esta misma unidad es el que coteja las informaciones que les llegan de los usuarios, ya sea de forma pública o por mensajes privados, a las cuentas de la Policía o a su correo electrónico de contacto (redesabiertas@policia.es).
Este un ejemplo de búsqueda de la colaboración ciudadana. Existe un debate sobre si es correcto compartir en redes sociales imágenes de ciudadanos que son objeto de investigación, pero aún no han sido juzgados. Es una cuestión similar al debate que existe en el periodismo entre el derecho a la información contra el derecho a la intimidad.
Agresiones físicas y conductores temerarios
En los últimos tiempos, varios casos de investigación policial han recibido un fuerte impulso tras la difusión de imágenes de sospechosos. Ocurrió a finales de 2016 en Berlín, cuando la policía de la ciudad identificó al autor de una agresión en el metro registrada por las cámaras de seguridad. En esa ocasión, tras la difusión en medios del vídeo, la Policía comunicó que había sido identificado.
En España, en febrero de 2015, ocurrió algo parecido cuando los Mossos d’Esquadra publicaron imágenes extraídas de un vídeo de YouTube. Un hombre se grabó propinando una patada en la pierna a una mujer que esperaba en un paso de cebra de Barcelona. El correo de la UIT comenzó a recibir mensajes en los que ciudadanos identificaban al agresor. Muchos datos que llegaron al correo eran falsos, pero otros sí que proporcionaron los nombres y apellidos correctos del protagonista del vídeo, que fue llevado a juicio. La grabación de la agresión a la mujer, como ha ocurrido con la del conejo, también recibió atención mediática.
Además, @policia recurre a menudo a la etiqueta #Wanted (en inglés, “se busca”) para compartir retratos de fugitivos de la justicia relacionados con delitos graves y que suelen aparecer en la web de Europol. Se piden así pistas de ciudadanos que ayuden a descubrir su localización.
Las mismas fuentes de Policía Nacional señalan a Verne que "mostrar imágenes como las de estos actos favorecen a la investigación. De no haberlo hecho con anterioridad, no se hubiera localizado a sus autores".
Aunque el tuit de @policia sobre la agresión al conejo incluye una dirección de correo electrónico donde facilitar información de forma privada, muchos usuarios están ofreciendo datos de manera pública, antes de que las fuerzas de seguridad puedan contrastar su veracidad.
Un usuario de Forocoches asegura haber colgado el vídeo en YouTube después de haberlo recibido por teléfono. En el hilo que ha creado este lunes -antes de aparecer el tuit de @policia-, también se lanzan conjeturas para encontrar al protagonista del vídeo. Estos mensajes se mezclan con otros que amenazan la integridad física del protagonista del vídeo, aunque sin estar personalizados puesto que su identidad no ha trascendido. Este miércoles, las mismas fuentes agregaron que, pese al eco viral del tuit, no tenían nuevas pistas para la investigación.
Algunos de los mensajes publicados en Forocoches
Sin embargo, estas investigaciones ciudadanas tienen sus riesgos, como también se ha demostrado en otras ocasiones. Tras los atentados de la maratón de Boston de 2013, los usuarios del foro Reddit se pusieron a examinar detenidamente las fotografías de los sospechosos. En lugar de facilitar esta información a la Policía, la hicieron pública, identificando a uno de ellos como Sunil Tripathi.
Este estudiante de 22 años llevaba un mes desaparecido y su familia había publicado un vídeo en YouTube y una página de Facebook para difundir su desaparición y ayudar a localizarle. Tras las especulaciones de Reddit, los comentarios de estas publicaciones se llenaron de insultos. Sus familiares cerraron las páginas y los medios desmintieron la información, pero aun así recibieron cientos de llamadas y amenazas.
Después de que se capturara a los verdaderos culpables, la Policía encontró el cuerpo de Tripathi: se había suicidado un mes antes de los atentados.
Injurias y calumnias si se identificara a un inocente
Todos los expertos consultados por Verne aseguran que, en casos como este, se debe tener en cuenta la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo de protección civil. Es la que regula el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen. Por otro lado, las autoridades están obligadas a investigar un posible delito de maltrato animal. Los expertos legales consultados por Verne no se ponen de acuerdo sobre cuál de las dos prevalece.
Aclaran que el protagonista del vídeo siempre podrá denunciar en el caso de recibir por redes amenazas contra su integridad. También que, en el supuesto de que se aporten nombres en público de personas inocentes, se incurriría en un delito de injurias y calumnias.
Carlos S. Almeida, jurista del bufete Almeida especializado en nuevas tecnologías, recomienda que las posibles pistas que los ciudadanos quieran facilitar se hagan llegar a la Policía por mensaje privado. De lo contrario, “se puede estar alimentando un linchamiento público y colectivo, que es perseguible para los usuarios que participen en él”, indica.
Javier Prenafeta, abogado especializado en derecho de internet del despacho Abanlex, señala que, antes de compartir imágenes, se deben agotar todas las vías posibles de investigación para preservar la presunción de inocencia. Por ejemplo, investigar las cuentas desde donde se ha publicado el vídeo o teléfonos que lo han distribuido para rastrear la pista de quien lo grabó. “Solo deberían publicarse si se trata de un delito en el que se alerta de un riesgo inminente para la vida de una persona o un colectivo”, considera. Este “criterio de urgencia” es uno de los que suele utilizar Policía Nacional cuando solicita colaboración ciudadana, explican fuentes policiales.
Prenafeta opina que “con este modelo de investigación, todas las garantías habituales de un acusado incluidas en un sumario se pueden vulnerar antes de aplicarle cualquier condena. Ya no podría ocultarse su nombre tras unas iniciales, porque ya habrá sido mencionado antes en redes, y su rostro también ha aparecido ya en un foro público”.
En cambio, el abogado Borja Adsuara indica a Verne que “la obligación de la Policía y el derecho ciudadano de perseguir un posible delito de maltrato animal prevalece sobre el derecho a la intimidad y demás consideraciones”.
En opinión de Carlos S. Almeida, “si la imagen está captada en un lugar público y constituye prueba de delito, no se está vulnerando la intimidad, pero antes se deben contrastar las informaciones para no cometer el error de difundir una imagen si no se puede adjudicar un delito de forma concreta y segura”.
En caso de que una investigación posterior concluya que se ha cometido un delito, el protagonista del vídeo se enfrentaría a un cargo por maltrato animal, indican fuentes policiales.