Tras la aprobación de la ley del referéndum del 1 de octubre en Cataluña, el lehendakari, Íñigo Urkullu, publicó en Twitter un mensaje de apoyo a Cataluña, acompañado de la bandera cuatribarrada. El líder vasco fue criticado por algunos independentistas, porque de esa imagen dedujeron que estaba en contra del procés.
¿Qué bandera tendría que haber puesto, según los críticos? Pues una estelada. En su caso, mejor la blanca sobre fondo azul, pero también se habría aceptado la roja sobre fondo amarillo. Aunque suene extraño, todo esto tiene su lógica. No es lo mismo la cuatribarrada que la bandera de la estrella. Es más, hay variantes dentro de las esteladas.
La senyera. A la bandera catalana oficial recogida por el Estatuto de Autonomía se la conoce como senyera. Está formada por cuatro barras horizontales rojas sobre un fondo amarillo.
Tiene su propia leyenda. Se supone que a finales del siglo IX, Guifré el Pelós (Wilfredo el Velloso), conde de Barcelona, batallaba contra los normandos y junto al rey de los franceses. Al finalizar la contienda, Guifré le dijo al rey Luis II que necesitaba un escudo y el rey, viendo las heridas de su valiente aliado, mojó su mano en la sangre del conde y pasó los cuatro dedos por su escudo dorado, diciéndole: “Estas serán vuestras armas, conde”.
Esta leyenda es unos siete siglos posterior. Según el filólogo Martín de Riquer, el historiador valenciano Pere Antoni Beuter la incluyó en su obra Crónica general de España de 1555, inspirándose en una crónica castellana de 1492 en la que los protagonistas son Fernando de Castilla y un caballero anónimo.
Martín de Riquer escribía en su Llegendes històriques catalanes que el escudo fue creado por el conde de Barcelona Ramon Berenguer IV en 1150, tras su matrimonio con Petronila, que le convirtió en príncipe de Aragón. Este escudo dio origen a la bandera cuatribarrada, que era la de este reino.
“Además -añade Riquer-, es muy probable que el linaje condal de Barcelona tuviera palos rojos sobre fondo dorado antes de que apareciera la heráldica, como parece probar la decoración de las primitivas sepulturas de Ramon Berenguer II y de su bisabuela Ermesinda, en la catedral de Girona”.
Hay historiadores que discuten esta afirmación y creen que el origen del escudo es aragonés. En todo caso, estas cuatro barras están presentes en las banderas de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares, que formaron parte de la mencionada corona.
La estelada azul. Esta bandera no es oficial y se asocia con el independentismo. El nombre hace alusión a la estrella que luce (estel en catalán). Su creador fue Vicenç Albert Ballester, activista que se inspiró en las banderas de Cuba y Puerto Rico. Se trataba de una alusión al desastre del 98, tras el que España perdió sus colonias. Aunque hay una versión anterior de 1908, con un rombo azul en el centro, la bandera de Ballester aparece de forma estelar (perdón, no he podido evitarlo) durante la campaña autonomista catalana de 1918 y 1919.
Cito (y traduzco) de la Història de Catalunya dirigida por Albert Balcells: “Comenzaba la campaña autonomista de la Mancomunidad, iniciada con la entrega al presidente Puig i Cadafalch del resultado de una consulta hecha a los ayuntamientos catalanes, con un resultado avasalladoramente favorable a la autonomía de Cataluña (...). La policía reprimía las manifestaciones catalanistas que se formaban en la Rambla, día sí y día no". Fue entonces "cuando se dio a conocer la bandera independentista catalana de combate, con el triángulo y la estrella solitaria que recuerda a la bandera cubana”. Esta campaña terminó con un proyecto de Estatuto rechazado por las Cortes españolas.
La estelada fue declarada bandera oficial de la (hipotética) República Catalana Independiente que se recogía en la Constitución de la Habana impulsada por Francesc Macià, futuro presidente de la Generalitat, en 1928. Sin embargo, el Estatuto de Autonomía republicano de 1932 recogería como oficial la senyera y no la estelada.
La estelada roja y otras variantes. La estelada roja aparece en la década de 1970. En esta bandera, la estrella es roja y el triángulo amarillo. Fue promovida por el Partit Socialista d’Alliberament Nacional, aunque en su primera versión el triángulo era blanco. Se suele relacionar con la defensa de un Estado independiente y socialista. Tras su aparición, a menudo se asocia la estelada azul a movimientos independentistas conservadores y la roja al independentismo de izquierdas. Es la que usa la CUP en su logo.
Más reciente es la estelada verde. Creada en 2008, tiene un triángulo verde y la estrella blanca. Se asocia a la lucha pacífica y a las reivindicaciones ecologistas y animalistas.
Otras variantes, en la actualidad poco habituales, incluyen la del Partido Comunista de España (Internacional) que luego pasó a ser el Partit del Treball de Catalunya, disuelto en 1980. En este caso, la estrella es amarilla y el triángulo es rojo. Hubo también una versión anarquista hasta los años 90, con el triángulo negro y una estrella roja en el centro. Esta estrella tiene ocho puntas, una para cada territorio de los Países Catalanes.
Además de eso, en 2014, en el tricentenario de la Guerra de Sucesión, se presentó en el Museo de Historia de Cataluña una bandera negra conmemorativa, que aún se ve en las manifestaciones y balcones. Esta bandera incluye la cruz de Santa Eulalia, patrona de la ciudad de Barcelona, y una estrella, ambas de color blanco. La bandera negra es símbolo de resistencia y la usaban los almogávares ya en el siglo XIV. Durante la Guerra de Sucesión también ondeó una bandera negra en el castillo de Montjuïc de Barcelona. Algunos municipios catalanes colgaron esta nueva versión del balcón del ayuntamiento el 11 de septiembre de 2014.
También hay esteladas con los colores de equipos de fútbol y baloncesto, y propuestas para una posible bandera de los Países Catalanes, como la elaborada por el heraldista Armand de Fluvià en 2010, uniendo las cuatro barras a la bandera de Sant Jordi, que es el emblema de los condes de Barcelona.