"Cuando los ciudadanos piden un referéndum porque quieren opinar, la respuesta no puede ser 'tranquilos, no pasa nada, confíen en mí'. ¿Qué broma es esta?". Quien decía esto no era un independentista reclamando el derecho a decidir, sino Mariano Rajoy en 2006, cuando era líder de la oposición.
El corte lo ha rescatado Maldita Hemeroteca, cuenta de Twitter especializada en rescatar titulares de archivo para criticar las contradicciones de muchos políticos y que también colabora con El Objetivo, de La Sexta. Este vídeo se ha compartido más de 17.000 veces en dos días y también está circulando, como audio, por WhatsApp.
En las imágenes vemos cómo Rajoy solicitaba un referéndum al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, en una época en la que el debate se centraba en si el Estatuto era: “Señorías, ante una demanda tan legítima, tan en razón, con un respaldo tan vigoroso, no podemos ni siquiera imaginar que un Gobierno democrático se oponga y la rechace”. Y añade: “Esta es la voz de los ciudadanos, señorías, y es muy fácil escucharla y conviene hacerlo”.
Resulta sorprendente escuchar estas declaraciones de Rajoy, teniendo en cuenta su oposición a cualquier tipo de referéndum sobre la independencia de Cataluña, tanto el del 1 de octubre como la consulta no vinculante de 2014. Sin embargo, hay que dar contexto a estas declaraciones. No son tan contradictorias como parece, aunque esto no sea necesariamente un elogio.
1. Rajoy quería que votara toda España
El PP presentó una proposición no de ley que pedía al Gobierno un referéndum en toda España sobre el Estatuto de Cataluña. Esta proposición vino acompañada de más de cuatro millones de firmas, que tal y como recogía EL PAÍS, llevó en cajas al Congreso. Solo 40.000 procedían de Cataluña. La campaña de recogida de firmas tenía el lema: "Todos tenemos derecho a opinar".
La pregunta propuesta ni siquiera tenía que ver explícitamente con el Estatut: "¿Considera conveniente que España siga siendo una única nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos y obligaciones, así como en el acceso a las prestaciones públicas?". Es decir, el discurso de Rajoy no se aparta del de muchos contrarios a la independencia, ya que mantenía la idea de que el futuro de Cataluña lo deben decidir todos los españoles.
Durante el debate, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el referéndum era “inconstitucional”. La iniciativa fue rechazada: solo la apoyaron los diputados del PP.
2. Los catalanes votaron su Estatuto en un referéndum
En junio de 2006 se celebró un referéndum en el que los catalanes aprobaron el Estatut que salió del Parlament durante la presidencia de Pasqual Maragall. La participación fue baja (49,42%), pero el sí ganó con un 73,9% de los votos. El “no”, que sumó casi un 21% de los votos, fue promovido por ERC y PP.
Este referéndum estaba previsto por la ley. Por poner otro ejemplo, Andalucía aprobó en 2007 la reforma de su Estatuto, con una participación del 36,28% y un 87,45% de votos a favor.
3. La oposición del PP, "una verdadera fábrica de soberanistas"
El 88% de los diputados catalanes aprobó este Estatuto en septiembre de 2005. Llegó ya con recortes a Madrid, donde lo tenía que debatir y aprobar el Congreso. Estos cambios fueron acordados por Zapatero y Artur Mas en enero de 2006, durante una reunión en la Moncloa que duró más de seis horas y tras la que se mantuvieron dos de los puntos más conflictivos del texto: la agencia tributaria única catalana, aunque no se especificó su desarrollo, y la palabra “nación” en el preámbulo.
El Congreso aprobó ese texto en marzo de 2006, con el rechazo del Partido Popular y de ERC. Para el PP era demasiado nacionalista y para Esquerra, demasiado poco.
Tras su aprobación, el Estatut siguió topándose con la oposición del Partido Popular, que presentó uno de los siete recursos al Tribunal Constitucional e impugnó 114 artículos (14 de ellos, idénticos a los del Estatuto de Andalucía). La sentencia del Tribunal Constitucional no se hizo pública hasta 2010: supuso que se volviera a recortar el Estatut. Eso sí, se permitía el uso de la palabra “nación” aunque dejándola sin “eficacia jurídica”.
En julio de ese año se manifestaron más de 400.000 personas en Barcelona en contra de estos recortes. Se trató de “la manifestación más grande de la historia de la democracia en Cataluña”, según EL PAÍS, que añadía que el acto “vino a confirmar que cuatro años de rifirrafes en el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto han actuado como una verdadera fábrica de soberanistas”.
Ya que estás aquí...
... La Guardia Urbana custodia urnas en un taller municipal de Barcelona, cumpliendo las órdenes de la Fiscalía: no puede salir material electoral de dependencias públicas.
... Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, pide en una carta publicada en The Guardian que la Comisión Europea intervenga en el conflicto. "La mayoría de la población quiere votar -escribe-, pero no desea un choque de trenes de consecuencias imprevistas".
... Según varios despachos de abogados, ya hay fondos de inversión y empresas extranjeras que piden informes jurídicos y financieros sobre el impacto de las leyes del referéndum y de transitoriedad. Algunas empresas han decidido congelar o descartar inversiones.