Juan Orozco Álvarez, de 68 años, es uno de los policías más famosos de la Ciudad de México. Su historia comenzó a popularizarse en 2014, cuando diversos medios de comunicación descubrieron su habilidad para atender en varios idiomas a los turistas que visitan Coyoacán. Habla inglés, francés, italiano, alemán, japonés y coreano, y asegura que actualmente estudia por su cuenta para aprender árabe.
"Cuando vengo de mi casa, en el camión, saco mi libro y me pongo a estudiar el idioma que toque ese día: todo el trayecto, porque son dos horas", explica el policía auxiliar en un video realizado por la Secretaría de Gobernación para la campaña Historias Que Inspiran. Este breve documental no es nuevo, pero recientemente ha sido republicado en la cuenta de Facebook de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, donde acumula más de 2,1 millones de reproducciones en los últimos seis días.
El poli políglota, como lo llaman algunos, demuestra sus capacidades lingüísticas en el video y también durante la entrevista telefónica con Verne, en la que cambia de una lengua a otra para explicar y poner ejemplos. Orozco nos ha contado su historia en forma de recomendaciones para todos aquellos que comiencen la aventura de aprender un idioma. Muchos de sus consejos también pueden servir para quien esté pensando desarrollar cualquier habilidad nueva.
1. Invierte parte de tus ingresos en tu aprendizaje
Hace 16 años, Juan Orozco trabajaba como policía auxiliar en el Aeropuerto de la Ciudad de México. Ahí decidió que necesitaba aprender inglés. "Me encontraba en el área internacional, y cada vez que un extranjero me preguntaba algo me quedaba con cara de what", recuerda ahora. Eso lo llevó a formularle una propuesta a su jefe: "Le dije 'quiero estudiar pero no me da tiempo. Le propongo que usted ponga el tiempo y yo pongo el dinero".
Su jefe aceptó y él se inscribió en el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la UNAM. Después de dos años, en los que aprobó nueve niveles de inglés en el curso sabatino, Orozco continuó con el francés, el italiano y el japonés. El resto de los idiomas, dice, los ha aprendido por su cuenta de manera autodidacta.
Poder expresarse en varias lenguas significó una nueva oportunidad de trabajo para este policía, que cambió los pasillos del aeropuerto por la plaza del kiosco en Coyoacán. Además de cumplir sus funciones policiales, colabora con los guías turísticos de la Delgación, atendiendo a los turistas que a diario visitan el sur de la Ciudad de México. Por su actividad de servicio recibió en 2014 un reconocimiento y una medalla al mérito policial de parte del Gobierno de la ciudad.
2. Construye frases en lugar de memorizar palabras
Para Orozco, no tiene mucho sentido comenzar por aprender palabras básicas que no tendrán una utilidad próxima. Él cree que es mejor intentar construir frases sencillas que se puedan poner en práctica de manera más inmediata. En su caso, esas frases han sido saludos e indicaciones para los turistas. "Es la manera en la que yo he aprendido: pensando en la manera de tener una conversación", afirma.
3. Apóyate en recursos diversos fuera del aula
Cuando Orozco se propone aprender un nuevo idioma, lo primero que hace es dirigirse a una librería. Ahí adquiere libros didácticos, manuales y diccionarios, que se convierten en sus herramientas principales de estudio. Él confiesa que aún no ha utilizado las aplicaciones digitales diseñadas para el aprendizaje de idiomas, pero admite que recurre constantemente a diccionarios en línea. "Es una muy buena herramienta para salir de cualquier duda", señala.
4. Practica, practica y practica
"Hablar con otras personas es lo más importante", considera Orozco, que siempre intenta entablar conversaciones con los visitantes extranjeros que descienden del autobús turístico en la plaza donde él trabaja. "Si el turista tiene tiempo y está de acuerdo, platicamos y le pregunto algunas cosas que me interesan. Ellos también aprenden de mi español", cuenta.
5. Estudia por lo menos una hora diaria
"Si usted quiere aprender un idioma tiene que dedicarle dos horas diarias al estudio, o mínimo una", sostiene el poli políglota, quien aprovecha sus trayectos en el transporte público para repasar. Él cree que no debe de haber pretextos: "Si se va a ir a una fiesta, antes de irse estudie el idioma", aconseja Orozco, convencido de que cualquier aprendizaje merece mucha seriedad y disciplina. En su caso, cuenta, esa determinación le ha cambiado la vida a él y a toda su familia: "No existe otro camino que conduzca al éxito".
6. Enfócate en lo que más te inspira
"Yo recomiendo esto: si a usted le gusta mucho una cosa -el deporte, el estudio- hay que hacerlo con amor. Si le nace y le gusta, hágalo, y así siempre saldrá muy bien", sostiene el policía. Él cuenta que se interesó por los idiomas porque al conocer diversas lenguas ha conocido otras partes del mundo sin salir de su país. "He aprendido cómo piensa la gente en otros lugares y eso me da mucho gusto. Entre más aprendo, más me doy una idea de cómo viven".
7. Lánzate a aprender una lengua sin importar tu edad
Orozco comenzó a aprender idiomas a los 52 años y continúa haciéndolo a sus 68. "Sencillamente no existen límites de edad ni de nada: solo la enfermedad o la muerte pueden acabar con sus sueños", asegura. Él admite que hay cosas que le cuestan más trabajo ahora que antes, como la memorización o aprender "el slang", pero cuenta que lo resuelve haciendo anotaciones. "Cualquiera lo puede lograr", añade, "porque todos tenemos la capacidad de aprender".