Corregimos las campañas contra la violencia machista dirigiéndolas al agresor y no a la víctima

Del "no te calles, denuncia" a "no acoses, no mates"

“Denuncia”, “plántate”, “llama al 016”, “no te calles”. Históricamente, las campañas sobre denuncia y prevención de violencia de género se han dirigido a la víctima. Esos mensajes dejan caer la responsabilidad de arreglar la situación en la persona maltratada, transmitiendo la idea de que si ellas denuncian, el maltrato acabará. En otras ocasiones, esos mensajes culpan - algunos de manera más explícita que otros - directamente a las víctimas. Por haber bebido, por no denunciar, por callarse. Lo que casi nunca vemos son campañas que señalen al culpable: el que ejerce esa violencia.

En las últimas semanas se han presentado varias iniciativas polémicas de este tipo. Una de ellas es la campaña del Ministerio de Sanidad sobre el consumo de alcohol en jóvenes. El ministerio terminó cambiando el cartel en el que se vinculaba el consumo de alcohol por parte de las chicas con más relaciones sexuales no consentidas, pero no se les nombraba a los chicos por ninguna parte.

“Habitualmente, las campañas se centran en los efectos de la violencia y no en las causas. Incluso cuando hablamos de violencia de género, estamos huyendo de la realidad del problema: es violencia machista, se está transmitiendo la ideología machista”, explica Isabel Muntané, periodista y codirectora del Máster en Género y Comunicación de la Universitat Autònoma de Barcelona. Muntané apunta que, además, los mensajes de las campañas institucionales no tienen muchas veces correspondencia con la realidad: "Está muy bien animar a pedir ayuda y llamar al 016, pero vuelve a reducirse a una elección de la víctima. Y, además, hemos visto muchos casos en los que ellas habían denunciado y tampoco les ha servido".

¿Cómo habría que reformular los mensajes para dirigirnos a los agresores? “Entiendo que hay dos tipos de mensajes: por un lado, los más directos, los que señalan. No violes, no maltrates. Por otro, todos aquellos que pueden ir, sobre todo, a los más adolescentes y que hablan de la prevención. Que entiendan que hay otras maneras de relacionarse y que ciertos comportamientos los pueden convertir en maltratadores”, explica Isabel Mastodomenico, directora de la Agencia Comunicación y Género.

Una de las últimas campañas que se han puesto en marcha desde el Ministerio de Sanidad ha quitado el foco de la víctima, presentando el problema de la violencia machista como un problema de toda la sociedad. Los carteles se dirigen al entorno de la víctima: amigos, familiares, compañeros de trabajo, intentando transmitir que es una responsabilidad de todos. Muntané cree que supone un ligero paso adelante por no centrarlo en la persona que sufre el maltrato. “Está bien que se conciencie la sociedad, pero sigue siendo dar vueltas para no abordar el problema real, que es la cultura machista. Las instituciones deben ser valientes y llamar a las cosas por su nombre".

Ambas expertas coinciden en que, por suerte, hemos superado la etapa en la que solo se señalaba la violencia machista como golpes. “Ya no es solo la mujer con el ojo morado y que está todo el rato triste. Hablamos de más tipos de situaciones de violencia. Y también hemos empezado a ver campañas con un poco de empoderamiento de la mujer. Pero sigue sin ser suficiente”, opina Muntané.

Como este 25 de noviembre se celebra el Día contra la violencia a la mujer, hemos reescrito los mensajes de algunas de estas campañas centrándonos en los agresores. Que así quedan mejor:

Afortunadamente, estos mensajes no son actuales, sino de la campaña de 2012.
La campaña original (pincha aquí para verla) la protagonizó la actriz Nerea Camacho. Pincha en la imagen para ampliarla
Después de retirar el cartel con el mensaje más polémico, la campaña del Ministerio quedó como se ve en este enlace.
La campaña a la que pertenece el cartel original (y que puedes ver aquí) se lanzó en 2016.
Más carteles tuneados de esta campaña. Pincha en la imagen para ampliarla.
En vez de la campaña de los chistes machistas de Zamora (aquí el original), hemos preferido acudir a la ley.